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Como cualquier sábado en la mañana, Liam se levanta temprano para ir al gimnasio más cercano a su casa. No sin antes comer un desayuno suave y dar una pequeña caminata por el vecindario con su perrito Loki. Saluda a un par de vecinos en su camino de regreso, cuando abre la puerta sólo deja a su cachorro comiendo de su taza y sale de nuevo rumbo al gimnasio.

El sitio queda a un par de calles de su casa y es ideal para él, es espacioso, es poco concurrido y tiene todas las máquinas que necesita para hacer su rutina de ejercicio sin problemas. El lugar le agrada en general, además, su mejor amigo es el dueño, por lo que Liam tiene descuento en su cuota mensual.

"Hola, Li." Saluda alguien apenas entra por la puerta.

"Hola, Lotts, ¿lista para la apuesta de hoy?"

"Resistiré más tiempo con las pesas que tú, te caerás de culo cuando lo veas y me darás £50."

Liam soltó una pequeña burla. "Ya veremos." Luego,  se dirigió a los casilleros para guardar una pequeña maleta que lleva consigo con un cambio de ropa, dinero, las llaves de su casa y una botella de agua; dejó todo en un casillero libre al final del pasillo, tomando sólo su botella de agua.

"Hola, fortachón."

"Hola, feo."

"Qué grosero eres, yo te hago un cumplido, te dejo entrar a mi gimnasio con descuento y todo, y tú sólo me tratas mal."

"La verdad iba a responderte con un 'Hola, guapo', pero vi a Harry por allá y sabes que valoro mi vida."

"Qué tonto, sabes que Harry es muy amigable hasta para mirar mal y lo más grave que te haría sería darte un pellizco de abuelita. Además, ni siquiera él puede evitar que todos vean que soy muy guapo."

Liam rodó los ojos y se acercó a Louis tomando uno de sus bíceps siguiendo el juego, diciendo con una voz más aguda: "¡Oh, pero señor Tomlinson, ¿ya ha visto sus músculos?!"

Louis le dio una patada en el trasero para quitárselo de encima, ambos molestándose escandalosamente hasta que Harry se acercó a ellos.

"¿Qué hacen, maniáticos?"

"Oops." Dijo Louis con inocencia, alzando las manos a la altura de su pecho en señal de defensa.

"Hola." Saludó el ojiverde recién llegado con coquetería en sus iris.

"Ustedes siempre quieren quedar pendejos acaramelados a como dé lugar." Como usualmente hacen Harry y Louis, ignoraron a Lottie y siguieron en su mundo azul-verde lleno de girasoles y arcoíris.

"Vamos, Lotts, finjamos que no sabemos que se irán al motel disimuladamente."

Louis iba a responderle algo, pero Harry lo entretuvo diciéndole algo al oído que sólo el ojiazul pudo escuchar, sin dejarlo decir lo pensado a Liam y haciendo una cara demasiado seria que sólo escondía lo atento que realmente estaba por tener los labios de Harry pegados a su oreja.

Liam no quiere saber qué pudo haberle dicho.

"Muy bien, ¿con qué debería empezar?"

"Calienta al menos quince minutos en la caminadora o consigue un lazo. Luego, puedes hacer ejercicio para las piernas en las máquinas de ese lado. Si necesitas algo sólo grita mi nombre como si me amaras mucho." Terminó su punto moviendo sus cejas de arriba hacia abajo de forma sugestiva.

"Ay, por favor, Liam. Si tú, Harry y mi hermano hacen cualquier cosa para dejar claro que son más gays que..." Liam no pudo escuchar la comparación porque Lottie ya se había ido para conseguir un lazo. Lottie apenas llevaba un par de semanas ejercitándose, y sin saber por dónde empezar, le pidió a Liam que la guiara hasta que ella pudiera realizar una rutina para sí misma, el castaño accedió sin problema sabiendo que sería la única opción de la chica, porque a pesar de que Louis es el dueño del recinto, no lo ha visto ni una vez en las máquinas, ni tampoco a Harry...

Gym Boy - Ziam O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora