Sueño.
Xie Lian llevaba 3 horas esperando a su amado esposo en la sala de su casa.
Estaba cansado después de un día ajetreado en la Corte marcial, pero cuando llegó a casa esperando caer rendido en los brazos de su amado y no despertar hasta trescientos años después se encontró con la grata sorpresa de que no había nadie.
Su pequeña casita estaba tan vacía que cualquiera sería capaz de pensar que estaba embrujada.
Cruzó la entrada y se dirijo a la sala para descansar un rato antes de ir en busca de su esposo. Cuando llegó a esta pudo ver una pequeña nota en la mesa, la cual estaba escrita con una caligrafía muy poco entendible por no decir nada pero hizo lo que pudo por leer el contenido pues sabía que la había dejado su esposo.
Gege lo lamento, pero surgió un pequeño imprevisto, regresaré a casa antes de que notes mi ausencia.
A Xie Lian se le dificultó el poder entender la nota ya que como todos sabemos Hua Cheng no tiene una muy buena escritura, algo que dificultó un poder leer los Kanjis escritos en ese pequeño pedazo de papel.
Así que aquí estaba, sentado en el sillon desde hace tres horas luchando por no quedarse dormido por el cansancio y sueño.
Esperaba poder estar despierto para cuando su amado regresara a casa recibirlo con un gran abrazo, para después ir a dormir, pero no fue así, Xie Lian cayó dormido en un sueño tan profundo que ni el temblor más fuerte lo despertaría.
Antes de acomodarse en el sillón a esperar había ido por una de las túnicas que usa su esposo en su día a día para así con el aroma que esta desprende poder engañar a su cerebro haciéndole creer que es su esposo el que esta a su lado.
Así que para cuando calló rendido se acomodo en posición fetal abrazando la túnica Roja como si de un peluche se tratara.
Eran al rededor de las once de la noche cuando Hua Cheng había llegado a casa.
Cuando abrió la puerta divisó una vista tan hermosa que no imaginaba podía ver en un mundo tan cruel: Su esposo estaba dormido y estaba usando su túnica como peluche. Con una expresión relajada que terminaba de embellecer la imagen.
—Ay, su Alteza— un pequeño suspiro escapo de sus labios antes de continuar: —No tenía porque esperarme.
Hua Cheng se acercó sigiloso para no despertarlo y depositar un beso en la frente de su Alteza. Lo tomó en sus brazos estilo princesa y lo tapó con su túnica. Una vez afianzó bien el agarre sobre el cuerpo de Xie lían emprendió el camino a su habitación para luego colocar el cuerpo de su Alteza en una cama tan comoda que la sensación que producía era como estar acostado sobre una nube de algodón muy esponjosa.
Cuando término de acomodar el cuerpo de Xie lían se acostó a su lado y con su brazo rodeó su cintura para luego acomodarse y acompañar a su Alteza en aquel sueño.
—Descansa, gege, no olvides que te amo. Besó su mejilla antes de caer rendido ante el cansancio.
Cuando Xie Lían término su reconfortante sueño pudo sentir la presencia de la otra persona a su lado, esto le gusto bastante puesto que apesar de haberse quedado dormido sólo, sin nadie que velara su sueño amaneció en los brazos de la persona que más ama y es sin duda una sensación magnífica.
Se giro sobre aquellos brazos para encontrarse con el rostro tranquilo de su amado esposo.
No era muy común encontrarse con ese bello rostro dormido tan plácidamente puesto que normalmente cuando Xie Lían despertaba Hua Cheng ya le estaba haciendo cosquillas o haciéndole alguna broma para que abriera los ojos, así que no siempre tenía la fortuna de que Hua Cheng estuviera dormido cuando él despertaba.
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El Extraño Evento del Sistema
De Todo[ Querido usuario, tenemos una nueva actualización para festejar este 520 que sea inigualable, única e inolvidable ] Es lo que recibió Shang Qinghua una tarde tranquila mientras trabajaba. :♡.•♬✧⁽⁽ଘ( ˊᵕˋ )ଓ⁾⁾*+:•*∴ -Tengo que aclarar que ninguno de...