Un día alguien me dejó acá. No se cuándo ni por qué.
Me desvanezco hacia un precipicio de pensamientos.
Mi cuerpo entre la vida y la muerte, se siente sin fuerzas. Apunto de quebrarse.
Intento trepar por este maldito precipicio y no puedo, así que espero. Espero paciente a que alguien me encuentre.
Pasan minutos, horas, días, incluso meses; en los que nada sucede.-¿Mi única salida del precipicio es la muerte?
¿Podre salvarme?
¿Alguien vendrá por mí?-Paciencia mi pequeña niña... Pronto lo sabrás.