LAIA M.
Estoy cansada, no he dormido nada en toda la noche, desde que Ximena tuvo que marchar por la situación de su madre me entristecí porqué tenía mucha esperanza de ver a la criatura en este mundo, aunque el mundo sea cruel.
— Debo irme a otro país —su semblante era triste, demasiado y se podía percibir. Nos observaba a cada uno de nosotros hasta que suspiró—. Mi madre ha tenido un aborto y la casa ni el vecindario les da buena espina, quiere que nos vayamos. De antemano quiero decirles que los quiero muchísimo, que no se olviden de mí y sí en algún momento tienen deseos de hablarme, háganlo sin pena. Estaré lejos, pero la comunicación seguirá.
»» Laia, no te rindas en nada, me alegro bastante de que superaste el Cripolerios y me alegraría muchísimo que siguieras colocando retos en tu vida: tocar piano sin avergonzarte en público.
»» Lara, no dejes que aquella mujer vuelva a pisotearte, ni dejes que las personas en PhennyCity te sigan faltando al respeto, pon un stop en todo eso. Será difícil, pero no imposible.
»» Pablo mi niño, llama las veces que desees, desahógate, sal, diviértete, romantiza tu vida. Busca cosas que te gusten y te llamen la atención, tampoco dejes que te sigan humillando, las personas así no valen la pena prestarle un minuto de tu valioso tiempo.
Cuando la vimos marchar nos observamos, es una buena chica, espero que ella cumpla muchas cosas en la vida, lejos de la toxicidad de PhennyCity.
Doy la vuelta una vez más en la cama y no queda de otra que levantarme e ir a mi balcón, tampoco dejo de pensar en Lara, ¿De verdad le dije que me gusta y el sentimiento es recíproco?
Observé su casa y pude apreciar las luces apagadas, desde aquel momento no hemos vuelto a dormir juntas por aquella razón, algo que produjo dudas en mis padres.
Recibí un mensaje a mi celular que me produjo felicidad, quizás mi alocado corazón soñaba con que fuera ella que había enviado ese mensaje, respiré hondo y observé la pantalla confirmando mi suposición.
Contesté al instante y eso produjo un manojo de nervios por todo mi ser, sin pensarlo fui a abrir mi puerta de la habitación yendo de puntillas para no ser escuchada, pero se desmoronó al ver a mis padres en el living conversando cómo si no fueran las dos de la madrugada, quisieron preguntar acerca de la razón por la que me encontraba caminando de puntillas, pero no los dejé indagar cuando abrí la puerta dejando pasar a Lara.
Ella los saludó y ellos le devolvieron el saludo cómo sí fueran las doce del mediodía, a veces ellos no se miden para hacer las cosas.
Cuando íbamos a subir a mi habitación los giré a observar, percatándome de la mirada traviesa de mi padre y la duda acerca de algo en el rostro de mi madre. Ese rostro huele a conversación. Ya en mi habitación le coloqué seguro a la puerta y observé cómo Lara iba a mi escritorio a dejar su celular.
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Imprevisto amor ©
RomanceVivir en un lugar donde sólo tienes permitido ser hetero, donde a las personas homosexuales la tratan como si fueran ratas de laboratorio o quizás peor. Es una pesadilla vivir así, quizás nunca debí enamorarme de ella, nunca debí hacerlo. Pero es ta...