Envuelvo mi cabello con el toallón y me siento en el sofá lista para buscar una película en la TV. Hace mucho tiempo que no disfruto de mi tiempo libre y a juzgar por la conversación que he mantenido esta tarde con mi futuro jefe, se vienen seis meses más que intensos.
Dado que estoy en modo "vacacioná mientras puedas", decreté no cocinar y tomarme una sopa caliente instantánea.
Probablemente sepa horrible, pero vagancia mata cena elaborada.
Doy el primer sorbo y me arrepiento de no haber hecho algún curso de gastronomía fácil, de no mirar restos programas del canal El Gourmet o de comprarme alguna revista de pastelería, esas que vienen con el molde de torta incluido.
Maldigo en voz alta y tiro el líquido espantoso por el desagüe de la pileta, imbebible.
―Adiós sopa, adiós cena― pronuncio en voz alta mientras revuelvo los cajones inferiores de la mesada, rogando que Mina haya dejado el teléfono de algún delivery a mano.
A punto de bajar los brazos y buscar un saquito un té, mi teléfono suena.
Es Rafe.
Mi pulso se acelera, mi sangre corre enloquecida por mis vasos y mi rostro se enrojece. Francamente, me siento como una adolescente a la que le acaban de dar su primer beso.
Inspiro profundo, humedezco mis labios con mi lengua y tomo la llamada fingiendo despreocupación.
―Paloma, buenas noches, ¿estabas durmiendo? ¿Te molesto? ―su tono, por lo general manso, suena inquieto.
―No, en absoluto. Te soy honesta: no sabía qué prepararme de cenar ―Soy vaga hasta para inventar un pretexto.
Hay un extraño silencio que no sé cómo llenar. A punto de romperlo, él me gana de mano.
―Hoy sucedieron muchas cosas y...yo...no me siento a gusto esta noche estando solo. ―Suspira. Tomo asiento en mi sillón, dispuesta a escuchar su lamento.
―¿Qué estás haciendo hora?
―Mmm...¿te reirás si te lo cuento?
―Prometo que si respondés "jugando a la PS", no, no me reiré.
Que una sonrisa sea su respuesta pone otra en mi rostro.
―Pintando.
―¿Pintando?¿Como pintando una pared para ocultar una mancha de humedad o como las pinturas que son expuestas en museos de arte? ―¿Humedad en esa casa perfecta de revista "Para ti"? ¡Ja!
Silencio.
Cri -cri-cri-cri.
―Como el tipo de pintura que viste en casa de Guilherme y en la mía.
Mi boca queda entreabierta rememorando los cuadros que vi y que tanto me gustaron.
―¿Vos pintaste esas?
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"Rafe: corazón carioca" - Completa
RomanceRafe era un consagrado jugador de fútbol, millonario e indisciplinado, adorado por los chicos y envidiado por los grandes, hasta que conoció a la chica que salvaría su vida. Años más tarde, cuando la esperanza por encontrarla era casi nula, el ciel...