Capítulo XXXIII

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A la siguiente mañana tus padres te dejaron en casa de la anciana Ahnjong antes de irse al trabajo. Ahí la anciana empezó a darte lecciones sobre el rol de una beta dentro de la comunidad, cosas que Namjoon anteriormente te había contado que se hacían en la antigüedad. Confirmaste que la mentalidad de los guías de la comuna era demasiado arcaica.

Además, te dio una lista de obligaciones y normas de comportamiento que debías cumplir como una esposa, especialmente como esposa del líder del clan. Pero tú no podías dejar de sollozar sintiendo aquella preciada cadena que rodeaba tu cuello.

Ahnjong: Pero muchacha, ¡ya deja de llorar! (Exclamó la anciana).

T/n: ¿Cómo me pides eso, abuela? Tú deberías entenderme. Hasta tú estabas a favor de mi boda con Nam.

Ahnjong: No te confundas. Lo único que yo quiero es el bienestar de nuestro clan. Si con esto logramos que Bard esté tranquilo y las cosas dentro de la comuna se estabilicen, ¿quién soy yo para pretender algo diferente?

T/n: Pero ¿cómo puedo casarme con otro hombre teniendo una conexión especial con RM?

Ahnjong: Estoy cansada de repetírtelo. En el momento en que Bard te tome como mujer, el enlace lunar que tienes con Namjoon se van a romper. Ya verás como el mismo chico perderá el interés por ti una vez que seas una señora.

T/n: No se trata solo de la conexión lunar, hay sentimientos que no se pueden romper así de fácil.

Ahnjong: Pues olvídate de sentimentalidades. Tienes un deber para con tu clan, y eso siempre es primero. Ya con el paso del tiempo aprenderás a amar a tu esposo y tendrás muchos hijos que también ocuparán todo el espacio de tu corazón.

Sus duras palabras no ayudaban en nada. Tú sostenías la cadena de RM entre tus dedos, negándote a abandonar tu amor por él.

Ahnjong: Y hablando de ese asunto... debes prepararte para tu noche de bodas.

T/n: No quiero hablar de eso. No, no quiero ni siquiera pensarlo. (Suplicaste).

Ahnjong: Igualmente debes escucharlo. (Insistió). Los hombres alfa son pasionales en todos los aspectos, y en la cama no es la excepción.

Tú cerraste los ojos y te encogiste ante la incomodidad de la plática.

Ahnjong: Tu marido tendrá necesidades especiales que deberás atender siempre, pero la primera noche puede representar un reto para una joven primeriza, pues el alfa debe marcar a su compañera en esa primera noche.

T/n: ¿Qué dijiste? ¿Marcar? ¿A qué te refieres? (Preguntaste impresionada).

Ahnjong: Un alfa es territorial, y le es necesario marcar a su compañera para demostrar que han consumado su unión. Esto se tiene que dar en la primera noche, sí o sí, pues de lo contrario vulneraría su orgullo; al día siguiente debes mostrar la marca para que todos en la comuna la vean.

T/n: ¡¿Qué?! (Exclamaste horrorizada). ¿Y qué clase de marca es?

Ahnjong: Eso lo vas a saber hasta en la noche de bodas. Lo que si debes saber es que debes soportar mientras te marca, no importa lo que duela. Si opones resistencia será peor para ti, porque entonces él lo hará con violencia hasta lograrlo, ya que no puede quedar en ridículo ante el clan.

T/n: ¿C-cómo? ¿Es tan doloroso? ¿Acaso no hay otra manera?

Ahnjong: Claro que no. Eso lo han hecho los alfa desde hace miles de años, todos lo traen impreso en su ADN.

De pronto llegaron a tu mente los recuerdos de todas aquellas ocasiones en que habías intentado ser más íntima con Namjoon, y cómo él te había rechazado en cada una. Hasta el momento habías pensado que el chico era algo anticuado o que simplemente no le resultabas tan atractiva como él a ti, pero en ese instante te diste cuenta de que él estuvo evitando lastimarte todo el tiempo. No pudiste impedir que las lágrimas siguieran fluyendo como un río.

Hijos de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora