35. En caída libre.

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Por lo general, cuando alguien decía que le gustaban las chicas grandes, miente, porque sí, les gustaba la idea de los muslos grandes, la cadera grande y los pechos grandes, pero no les gustaba la idea de la cintura poco marcada o los rollitos en ...

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Por lo general, cuando alguien decía que le gustaban las chicas grandes, miente, porque sí, les gustaba la idea de los muslos grandes, la cadera grande y los pechos grandes, pero no les gustaba la idea de la cintura poco marcada o los rollitos en la panza y Alex odiaba eso, si te gustaba una chica, te gustaba una chica, punto, si intentabas cambiarla o algo de ella te parecía que sobraba, entonces no te gusta, punto.
Y es probablemente eso lo que le hizo darse cuenta de que Amber, más que pasajera en su vida, sería una marca que quedaría en su alma hasta Dios sabe cuando. Para el, todo de Amber, era básicamente sagrado: cada cicatriz, cada estría, cada tatuaje, por más grande o pequeño que fuese, cada cosa, estaba ahí por algo y era lo que hacía a Amber, Amber, nada sobraba, todo la completaba.

¿Sabes lo aterrador que es soñar con alguien estando despierto e incluso con esa persona en frente?
Alex lo sabía bien, porque eso fue lo que lo hacía darse cuenta de lo enamorado que estaba y por un tiempo, creyó que estaba mal, que no podía enamorarse así, que su sentimiento jamás iba a ser correspondido una vez que se supiera todo. Pero cuando Amber se alejó, él notó lo mucho que ella se había metido en su vida, ella estaba en cada espacio que él antes consideraba vacío. Las películas, las cuales el solía ver dobladas, ahora eran subtituladas, porque quería tener algo que la haga sentir cerca de ella, la música, ahora tenía detalles, los solos de guitarra se oían diferentes y los pianos eran más notables. Cuando estudiaba inglés junto a sus amigos en el curso, pensaba en lo orgullosa que ella se sentiría. Cuando se acostaba, en el lado derecho de la cama, el lado izquierdo se sentía vacío, le faltaba un cuerpo robusto, con curvas, un dragón en la espalda y de cabello negro. E incluso, en lo más mínimo, como lavarse los dientes. El cepillo de dientes que él había comprado disimuladamente para ella, seguía ahí, junto al suyo y él extrañaba mucho levantarse a hacer su rutina de mañana con ella.

¿Como iba a superar a esa mujer si el juraba por su vida entera que Amber era la indicada para el?

Narra Amber:

—And then... i thought i was... hey! You're not listening to me!— Dylan protestó.

Y luego... pensé que estaba... ¡oye! ¡No me estas escuchando!

Una cree que después de que el amor de tu vida te echa de su casa, la noche no se puede poner peor, pero por supuesto, todo se podía poner peor y aún faltaba que mi mellizo corone la noche con desmayarse por tomar mucho alcohol y aún parece no haberle bajado.
Una cree que luego de eso, los niveles bajan, te da un golpe de realidad y sobriedad, pero mi hermano sigue balbuceando como una vaca mascando pasto y juro que estoy comenzando a sentirme histérica.

La noche había sido muy larga, demasiado, al menos para mi y si te digo esto, probablemente pienses que son las tres o cuatro de la mañana, pero son las once, en tres horas de una misma noche todo se fue a la mierda.

Amber's head Donde viven las historias. Descúbrelo ahora