Michaeng G!P Amor Entre Gritos

capitulo 36

“Entonces, chaeyounh, ¿habla contigo? Porque marck dice que no es muy habladora.

Me reí pensando en todas las cosas que salieron de su boca.

“Sí, habla un poco. Nunca lo admitiría, pero no es una mala chica”.

“Díselo a todas las chicas que ha dejado atrás. Aunque, no es como si no supieran nada mejor. marck dice que chaeyoung es bastante directa acerca de querer solo aventuras de una noche. Ella saludó a un tipo mientras pasábamos.

Sí, eso suena bien. No sé. Sólo hemos hablado un poco. No estoy, como, enamorada de ella ni nada. Solo estaba diciendo que me gusta. Instantáneamente comencé a preocuparme de que Camila le diría a Marck y luego marck le diría a chaeyoung.

Oh, Dios mío, ella nunca me dejaría vivir eso. Todo esto de hablar de chicas que me gustaban era nuevo para mí y no sabía si podía confiar en que Camila mantuviera la boca cerrada.

"Escucha, Camila, por favor no le digas nada a Marck, ¿de acuerdo?"

"¡Cruza mi corazón, espero morir!" me gritó a través del pasillo.

Nos separamos cuando ella fue a su aula y yo fui a la mía.

Después de un largo y agotador día de escuela, fui a practicar y sudé hasta dejarme sin aliento. Jugamos un scrimmage para prepararnos para el partido del sábado y salí de la práctica con doce goles. Joder, me encantaba jugar al fútbol.

Como Camila pasaba cada vez más tiempo con marck, hice que casey me llevara al Boy's Club después de la práctica nuevamente. Funcionó ya que estaba de camino a su casa. Cuando entré al gimnasio, me encontré con chaeyoung mostrándole a Alex cómo tocar la guitarra nuevamente, pero esta vez practicaban con una guitarra más grande. Tenía que ser de Chaeyoung y pensé que era lindo que dejara que un niño tocara su guitarra.

"Suena bien, Alex", le dije mientras me acercaba y le revolvía el pelo.

Me sonrió mientras tocaba lentamente la guitarra.

Me senté frente a ellos y chaeyoung me miró. Le sonreí, pero ella no me devolvió la sonrisa.

¡Excelente! Íbamos a fingir que no tuvimos una buena conversación el día anterior.

Se apartó el pelo de los ojos y apartó la mirada mientras ayudaba a Alex. Me tomé el tiempo para echarle un buen vistazo. Era alto. Al menos seis-uno, y aunque dijo que nunca había practicado ningún deporte, tenía un cuerpo excelente. Recordé el día que se quitó la camisa porque olía a humo. Su pecho y brazos eran tan hermosos y sus tatuajes eran asombrosos. Incluso tuve un pequeño susto al ver sobre el brasier deportivo que uno de sus pezones estaba perforado. Ni siquiera sabía que las mujeres hacían eso y me gustaba, pero esos tatuajes eran como arte vivo en su piel. Daría cualquier cosa por quitarle la camisa y volver a mirarlos bien.

Sin darse cuenta de que la estaba mirando, se mordió el anillo del labio y luego se lamió el labio inferior. No sabía mucho acerca de ser excitada por una chica. Solo sabía lo que decían Megan y otras chicas, pero estaba casi segura de que eso era lo que estaba pasando. No podía apartar la mirada de ella, su cabello oscuro que colgaba sobre su rostro y esos labios carnosos que estaba constantemente mordiendo y lamiendo. Todo en ella estaba oscuro, sin embargo, había una pequeña luz dentro de ella que se encendía ocasionalmente y, por más triste que sonara, estaba dispuesta a sentarme en la oscuridad y esperar ese breve momento brillante.

Estaban tocando una canción diferente hoy y me senté y escuché mientras chaeyoung le mostraba pacientemente a Alex los acordes correctos. Finalmente, envió a Alex a jugar a la pelota con los otros niños y lo vi jugar. Su guitarra no se parecía en nada a la pequeña beige que el niño había llevado al gimnasio. La suya era mucho más grande y era de una madera más oscura. Había escrito en ella que no pude distinguir, así que me incliné para ver mejor. Me miró y dejó de tocar.

"¿Quieres darle otra oportunidad?" Giró su guitarra hacia mí.

"Por supuesto." Sonreí.

Me entregó la guitarra y no era tan pesada como parecía, pero era mucho más grande que la otra y era difícil de sostener. Me esforcé por sostenerla y ella se rió suavemente.

“Hagas lo que hagas, por favor no lo dejes caer”. Me dedicó una sonrisa genuina.

Me gustaba cuando me sonreía.

No lo haré. Esto no se parece al que tocas en el escenario.

"No es. Esa es una acústica. Fue mi primera. La que toco con la banda es más cara y de un tipo diferente, pero es bueno saber que me prestan tanta atención cuando estoy en el escenario”.

No respondí a eso. Acabo de jugar con su guitarra. Excepto que, en lugar de intentar tocar algo, le di la vuelta para poder leer lo que estaba escrito en ella.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó.

“Me di cuenta de la escritura y quiero ver lo que dice”, dije mientras me inclinaba e intentaba leerlo.