✽+†+✽―― síх; dєtrás dє lαs pαrєdєs rєαlєs

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La gran tormenta se a detenido, los marineros sobrevivientes al muelle habían llegado, jurando ante las vidas que conservaron, jamás volver a adentrarse al mar

A las orillas de la costa Oeste, donde las olas chocan contra las rocas, allí, tirado en la playa se encontraba aquel joven de cabellos rojizos. Este se mueve, algo tocaba sus pies obligándolo así a despertarse, era lo poco de su cuerpo que aún tocaba las aguas. Aquellos ojos de plata se fueron abriendo junto a un fuerte golpe de tos que le hizo levantarse bruscamente sobre la arena y así sentir que iba a vomitar, tenía sal en toda su garganta; las perturbadoras imágenes regresaron a su cabeza

Él salvando la vida de aquel capitán a costas de su propia vida, él cayendo al mar, la presión que sintió cuando el agua entraba por su garganta a sus pulmones, le daba escalofríos el recordar esa sensación; una cosa estaba clara, él debió morir, pero... ¿Por qué entonces está tirado en la orilla? Estaba en pleno mar, es imposible que allá podido flotar y llegar con vida a tierra firme estando desmayado, además no es un pez para poder respirar bajo el agua

Una vez se le pasó la tos, volvió a caer sobre la arena, esto era una pesadilla. Le dolía la cabeza, el desolado lugar... lo reconocía, reconocía esas rocas y el sitio en donde está tirado... es la costa que queda cerca de su casa, podría regresar a casa, pero, esta muy cansado. Cerró los ojos, solo descansará un poco y así... volverá a casa

Sin embargo, desde aquellas rocas, podía verse a alguien, alguien pequeño y que con temor miraba a quien estaba tirado en el suelo. Su cola se movía dentro el agua, nervioso de que ese humano le vea de nuevo, pero que ignorarlo no puede luego de haberlo visto hundiéndose en el profundo mar y que por desespero sacó del agua sin pensar

 Su cola se movía dentro el agua, nervioso de que ese humano le vea de nuevo, pero que ignorarlo no puede luego de haberlo visto hundiéndose en el profundo mar y que por desespero sacó del agua sin pensar

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La noticia de aquellos marineros no se hizo de esperar pues al poco tiempo llegó a oídos de la servidumbre dentro del palacio

— ¡Se acabó! Hablaré con él

— ¡Ya te dije que no! ¡N-Nuestras vidas correrán peligro si lo haces enfadar! ¡Deja esto así!

— ¡Pudieron morir, Mitsuba! ¡Y seguramente murieron algunos otros por esto! ¡¿Enserio quieres qué me quede sin hacer nada?!

El rubio menor estaba harto, está locura debe parar de una vez y aunque ya bastantes estaban renunciando a esto, eso no iba a regresar la vida de quienes la perdieron en esa estúpida competencia. Ignorando las palabras del peli rosa, él corrió a la sala real de su majestad, el rey, debe hacerle entrar en razón o al menos intentarlo

Miró aquella gran puerta, pocas veces había entrado, dos para ser preciosos, pero no iba a dudar está vez. Abrió las puertas y así vió a quien lleva la corona de rey ahora sentado en su trono mientras revisa unos papeles. Esa persona, es justa y recta... según los que no le conocían pues Minamoto Teru, su hermano mayor no era como muchos aseguran

— ¿Hummm...? Oh, Kou~ me alegra verte, hace mucho que te quedas en tu habitación encerrado hasta tarde

— B-Buen día... su majestad, quisiera hablar con usted un momento por favor

— ¿Por qué tanta formalidad? Me hablas como sino fuésemos familia. Toma asiento, veamos que deseas decirme

El rubio menor acató la orden y su contrario solo tiro las múltiples hojas que estaba viendo, siendo estas quejas de los ciudadanos en el pueblo, todos exigiendo que acabe con la búsqueda de esa escama

— Majestad... Teru, por favor, detén esta locura de una vez

Aunque sonara débil, patético y temeroso, debe hacer esto o más inocentes morirán, sin embargo, nunca había ido en contra la voluntad de su hermano al igual que el resto del mundo

— ¿Detener... qué, exactamente, Kou?

— ¡N-No te burles de mí! ¡Sabes muy bien a lo que me refiero! ¡Ese estúpido concurso, esa maldita búsqueda de algo que sabes bien que no existe! ¡Esa supuesta escama de sirena!

Gritó levantándose de su asiento para no sentirse pequeño delante de ese hombre, quien solo le mira, para luego reír en su cara

— Jajajajaja, oh, Kou... eres tan inocente

— ¿Q-Qué quieres decir?

— Justo lo que escuchas. Eres. Demasiado. Inocente

Dijo en pausas para así levantarse también, era mucho más alto que el príncipe, a quien sin pensarlo le tomó bruscamente del brazo y así lo lanzó con fuerza a su trono, haciendo que se sentará entre unos golpes algo fuertes y unos pequeños quejidos de este, los cuales ignoró

— Ahora tú estás en el trono, Kou, eres el rey por estar sentado allí. Dime ¿Aún piensas así?

— ¿Q-Qué?

— ¿Todavía no lo entiendes? Déjame que te lo explique mas fácilmente: una vez estés en ese trono, todo esto será tuyo. Las personas, el palacio, todas esas vidas que tanto parece importante... es solo para tí. Al igual que mis antiguas decisiones, puedes hacer lo que quieras, entonces ¿Qué es lo primero que "su majestad" Kou desea pedir?

El pequeño no entendía todo esto ¿Qué es exactamente lo que quiere lograr su hermano con todo esto? No lo comprende, pero, sabe que no lo dejará ir hasta que tenga una respuesta

— Quiero... que esa estúpida competencia por la escama de sirena se acabe

— ¿Solamente eso? ¿No hay nada más?

— Con sólo eso... yo sería feliz...

— Serías feliz ¿No? Entiendo... entonces, para que esa ley que tanta felicidad se cumpla, debes de estar sentado en ese trono ¿Lo entiendes? Entonces... para lograr eso... ¿Qué crees que debes hacer?

Escuchaba lo que este decía, pensando, uniendo sus palabras hasta que... no, no es posible...

— Acabar... con el actual rey...

— Correcto~ porque de lo contrario... tú y esos pueblerinos no tienen derecho siquiera de pensar en contradecir mi mandato, Kou~

Volvió a tomar bruscamente del brazo a su hermano, lanzando sin cuidado o importancia a tal a un lado para así volverse a sentar, sonriendo con calma, mostrándose tranquilo aún cuando es una basura

— Ahí lo tienes. Si tanto quieres acabar con esto... debes hacer algo antes, sino, olvida esas estupideces tuyas y espera hasta que seas rey para quitar mis leyes. Ahora, si solo has venido a esto, puedes retirarte, más tarde tendremos invitados y necesito que te vayas arreglando. Tienes un extraño olor a... pescado, deberías de dejar de jugar en la cocina como las mujeres

Dijo, haciendo que el oji azul, humillado y con más confusiones que antes, solo saliera de la sala. En el pueblo las cosas están mal, en el palacio igual, por lo que no importa donde estés... nada cambiará

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⏰ Última actualización: Sep 30, 2022 ⏰

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