𝑻𝑯𝑬 𝑬𝑵𝑫||𝑺𝒕𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈𝒔 ➋

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 8

No Somos  héroes

Rusia

Maggie hablaba junto con Murray y Dmitri sobre Arya y otras cosas mientras que también vigilaban a Yuri que estaba arreglando a Kantinka.

—Por cierto Murray le enseñó hablar ruso–mencionó Margaret tratando de no congelarse. De su boca salía el humo del frío y su nariz estaba demasiado roja.

—Aún no sé si en verdad quiera verme–agregó Antonov dándole miradas adónde está Yuri.

—¿Bromeas? Ella estará feliz–le dijo la mujer–. Le hará bien saber que su padre irá con ella.

—Te encantará Indiana–habló Murray–. Las vistas del rió son fascinantes.

—¡Buenas noticias, amigos!–les gritó Yuri feliz–. Katinka se siente mejor. ¿Le damos otra oportunidad?

—¿Por qué no?–le preguntó y rió Murray–. Idiota–murmuró.

Miraron a Yuri subirse a Katinka pero cuando lo encendió, un mal sonido se oyó, el motor crepitaba. Los tres adultos se miraron entre sí.

—Eso no me parece bueno–mencionó Maggie. Y ahora el motor empezó a rugir, así que de inmediato corrieron hacia Yuri.

—¡Yuri! ¡Ya basta!–le ordenó Murray, les era difícil correr con la nieve–. ¡Apaga eso! ¡Oye! ¡Oye!–llegaron hacia él. Murray apartó la mano de Yuri de la palanca y Maggie se abrió espacio entre los dos hombres para mirar molesta a Yuri.

—¿Qué crees qué haces?–le preguntó la mujer.

—¡Quítame las manos de encima, cabeza de papa!–le dijo a Murray.

—¿Tratas de averiarla? Que nos capturen otra vez y te den tu recompensa, ¿no?–le recriminó Murray y Yuri golpeó el vidrio con su puño.

—Pero ¡qué vivida y estúpida imaginación! ¿Ahora son ingenieros?

—Sé que ese ruido no es bueno–le dijo Dmitri entrecerrando sus ojos y mirándolo con desconfianza.

—Al contrario. Los ruidos que escuchan, el–imitó el chirrido del motor–... es una buena señal.

—Claro que no lo es–habló Margaret.

—Buena señal ¿eh?

—Sí, conmigo las mujeres hacen ruidos de placer. Tú no sabes cómo es eso, y lo entiendo. Pero para aquellos que, como yo, sí saben dónde tocar, ¡mucho ruido!

—Yo lo mato, yo lo mato–negaba Maggie cuando de nuevo Yuri encendió el motor y empezó otra vez a crepitar. Volvió a rugir y se apagó.

La mujer harta de ese hombre decidió entrar para tener menos frío. Pero su sorpresa fue ver a Joyce y Jim besándose con demasiada pasión. Maggie abrió su boca y con cuidado quiso volver a fuera.

Pero sus pasos silenciosos fueron interrumpidos cuando el teléfono sonó y ella se asustó.

—¡Santo cielo!–gritó con pánico llevando su mano a su pecho. Y los dos adultos se separaron viéndola absortos–. Yo... disculpen, creo que mejor vuelvo para allá–señaló hacia atrás y se alejó.

Hawkins

Llegaron al trailer de Eddie. Se habían puesto ropa de protección. Arya se colocó la chaqueta verde militar y un chaleco encima. Se puso una venda color negro en la frente.

—Muy bien, repasémoslo una vez más–dijo Nancy que aún no salían del tráiler que habían tomado–. Fase uno.

—Vemos a Erica en el parque. Le avisará a Max y Lucas cuando estemos listos–dijo Arya.

—Fase dos,

—Max llama a Vecna–mencionó Steve–. Irá tras ella, eso lo pondrá en trance–Arya aún no se sentía bien que Max sea la carnada.

—Fase tres.

—Atraigo murciélagos con Eddie–dijo Dustin y Eddie tocó la cabeza de su amigo para sacudirla.

—Cuatro.

—Vamos a la guarida, que ojalá esté libre de murciélagos... y flambear–habló Robin mostrando una botella con gasolina.

—Nadie pasa a la siguiente fase sin la respuesta de todos. Nadie se desvía del plan, pase lo que pase. ¿Entendido?–les preguntó Nancy y todos asintieron.

Salieron de ahí, al ser ya de noche podrían camuflarse y así no ser vistos por la gente. Corrieron hacia el trailer donde viven Eddie y su tío. Steve fue el primero en pasar y mirar hacia el portal, aún llevaba la soga de sábanas colgada.

—Ten cuidado–le dijo Dustin ya que Steve sería el primero en cruzar.

—Gracias, hermano–se agarró de la sábana ya para escalar–. Aquí vamos.

Empezó a subir y cuando pasó al Otro Lado cayó de pie sin ningún tambaleo. El chico miró hacia arriba donde estaban ellos.

—Uy, ¿qué quiere? ¿Un aplauso?–preguntó Robin con sarcasmo haciendo reír a Arya.

Mientras Steve puso el colchón para que pudiera caer ahí. La siguiente en subir fue Arya. Al ya llegar al Otro Lado cayó al colchón.

—Te ayudo–Harrington le tendió la mano y ella la aceptó levantándose de donde cayo.

Ambos se mantuvieron cerca mirándose pero no era momento para eso, fue lo que pensó Arya al apartarse, le agradeció y esperaron a los demás. Las cosas cayeron al igual que ellos. Dustin fue el último en caer y cuando se sentó Robin y Eddie lo tomaron del pecho para ya irse.

Salieron al exterior.

—Oigan, pónganme atención. Si las cosas salen mal en absoluto, aborten–les pidió Steve a Dustin y Eddie–. ¿Si? Distraigan a los murciélagos, entreténganlos un minuto o dos. Nos encargaremos de Vecna. No intenten ser lindos o hacerse los héroes, ¿okey? Ustedes son solo...

—Suñuelos–dijo Dustin y Steve asintió–. Descuida. Puedes ser el héroe, Steve.

—Pero claro, solo míranos–Eddie miró a Dustin–. No somos héroes.

—Para mí lo son–habló Arya caminando hacia ellos–. Ya oyeron a Steve, no quiero que los ataquen, solo distráiganlos con tu música–miró al de cabello largo rizado y lo abrazó dándole un beso en la mejilla. Fue hacia Dustin y también lo abrazó besando su mejilla–. Suerte.

Se alejó para irse con los demás pero Eddie le habló a Steve.

—Haz que pague–dijo lo cual el muchacho asintió y se alejaron para ir a la casa donde estaría Vecna.