21♥︎

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- Scarlett, por favor, cálmate. La llamé porque si pasaba algo contigo aún así la llamarían. No puedo tomar decisiones...

- ¡No me importa Elizabeth! -dijo gritándome.

- ¿Espero que evalues tu tono de voz? -alcé una ceja.

Comenzó a tirar todas las cosas del baño. Salió vociferando, yo salí tras de ella para vestirme y velar que no fuera hacer una locura. 

Cuando bajé del segundo nivel, su madre estaba sentada en unos de los stools de la isla de la cocina, con una copa de vino en la mano. Scarlett estaba en el mueble con su mentón puesto en sus pulgares mirando al suelo.

- Buenas tardes. -dije firme.

- ¿Y tú quién eres? ¿La que limpia? -dijo dando un sorbo de su copa. 

Scarlett se puso de pie, iba directo hacia donde ella, bajé lo que quedaba de escaleras para pararla con su brazo. 

- Soy la novia de Scarlett -dije mirándola a los ojos.

Joder, si era una bruja. 

- AHHH! -rió- Así que eres la nueva conquista -miró a Scarlett- ¿Está cuánto te dura? Ya la utilizaste... ¿Cuándo la tiras? 

Scarlett iba de nuevo hacia ella, estaba empujando mi brazo con firmeza. Hasta que la volví a parar.

- Si me utiliza o no, no es de su incumbencia. Además, hay muchas cosas en las que me dejo utilizar porque quiero, ¿Sabe a lo que me refiero, no? -le di una sonrisa. 

Podía escuchar a Scarlett tratando de no reír y la señora poner una cara de asco. 

- ¿Cuál sería su nombre? -le extendí la mano.

- Melanie -tomó mi mano.

- Elizabeth Olsen. Disculpe que la haya llamado para dejarle saber cómo estaba su hija. Realmente fue una preocupación genuina por su salud. -tomé la mano de Scarlett.

- Yo pensé que era mentira y que este era otro de sus juegos perversos para decirme lo mala madre que soy.

- Lamento decirle que no fue ningún juego y que Florence la llamó porque se lo pedí. No vuelve a ocurrir, vamos a tomar las medidas necesarias para no volverla a molestar. -dije dándole una sonrisa sarcástica- Claro está, si es que su hija es un problema.

Ella se quedó mirándome sin decir ninguna palabra. Dio una leve sonrisa poniéndose de pie.

- Scarlett, me gusta esta. Se más inteligente esta vez. 

- Que tenga buen viaje, Melanie -fui a abrirle la puerta.

Tan rápido se marchó, tiré la puerta tras ella. 

- Si que es una maldita bruja -rodé mis ojos entrando a la cocina. 

- Entonces, ¿Para qué la llamaste? -dijo sentándose en uno de los stools.

- Ya te dije, era una emergencia. De haberlo sabido ni lo hacía. -resoplé- Además tenía que llegar hace casi dos semanas, no hoy cuando por fin estás en casa -puse a hacer el café.

- Yo te lo dije -levantó sus manos.

- Me lo dijiste luego que te levantaste del coma -rodeé mis ojos- ¿Quieres desayunar?

Asintió con la cabeza y se fue.

- Oye, no te vayas, ¿Qué quieres de desayunar...?

Apareció detrás de mí con un ramo de flores y una pequeña caja en la mano. 

- ¿Qué haces? -le dije con los ojos como plato.

- Elizabeth, te quiero tanto... Tengo que admitir que jamas me habia sentido como me siento contigo, que juro por todas las estrellas en el cielo que eres el amor de mi vida y que mi vida no estaría completa si tú no estás en ella -respiró profundo- Sé que hemos tenido tiempos difíciles y que tan siquiera llevamos medio año, pero de que quiero pasar el resto de mis días contigo...

¿Solo es actuación, no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora