eighteen. close gate

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ɪ ɴ ɴ

ɪ ɴ ᴅ ᴇ ᴍ ɴ ᴇ

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18. ᴄᴇʀʀᴀʀ ᴘᴏʀᴛᴀʟ


No sé exactamente cuánto tiempo me toma recuperarme después de lo que sucedió en El Laboratorio. No sé, tampoco, cómo es que voy a tener que fingir que no escuché aquella voz profunda y áspera pidiéndome que me acerque para luego decirme que yo era uno de ellos...

No tenía sentido. No tenía ni un jodido sentido que haya dicho aquello. Sin embargo, no puedo dejar de sentirme abrumada al respecto, sumándole todo lo que sucedió mientras nos encontrábamos dentro de aquel viejo autobús.

La sensación de que esas cosas se encontraban cerca. La conexión que mantuve con ellos en todo momento. La reacción violenta y desgarradora que tuve luego de que arremetí contra uno de ellos, y la convulsión que me hizo desconectarme del mundo por un instante mientras que -según todos lo que se hallaban presentes- la sangre en mis venas era reemplazada por un líquido oscuro que poco a poco iba marcándose en toda mi piel.

En pocas palabras, una pequeña parte de mí era igual a esos seres que provienen de El Otro Lados. En conclusión: estoy completamente jodida.

—No te creyeron, ¿cierto? —Me fijo en el hombre que se gira hacia nosotros después de colgar el teléfono con rudeza, dispuesto a responderle al menor de los Henderson.

—Ya veremos.

—¿Veremos? —el pelioscuro exclama desde su asiento—. No podemos simplemente quedarnos aquí sentados mientras esas cosas andan sueltas.

—Nos quedaremos aquí, y esperaremos por la ayuda —el hombre sentencia, y se hace el silencio.

Es en ese momento que su vista repara en mí, como si finalmente pudiese tomarse el tiempo de ponerme atención.

—¿Y tú cómo te llamas?

Me relamo los labios rápidamente, antes de contestar—: Helena.

—¿Helena, qué?

—Helena Kane. —Ya no tenía planeado seguir mencionando mi primer apellido. De ahora en adelante sólo utilizaría el apellido de Kathleen, mi madre adoptiva.

—¿Kane?, —Sus ojos se entrecierran, de pronto— ¿por Kathleen Kane?, ¿eres su hija?

Asiento.

—La conozco. No tenía idea de que tuviera una hija. —dice, y hace un gesto con su cabeza para señalarme el teléfono—. Deberías llamarle y decirle en dónde te encuentras. Debe de estar preocupada.

—Lo haré —digo, sin mayor interés.

Una vez que el hombre se retira hacia el pasillo, el silencio vuelve a reinar en el lugar. Fiona se encuentra al lado de Steve, hablando de algo que desconozco ya que hablan en voz muy baja para que ninguno de nosotros seamos capaz de escuchar.

𝗶𝗻𝗱𝗲𝗺𝗻𝗲 ─ STRANGER THINGS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora