Promesas de humo.

Primer capitulo.

Un primer día de clases normal... Todo esta igual que en el año pasado... Los alumnos nuevos tratando de ubicarse en el colegio; «los matones» buscando nueva víctima; las populares, como siempre, ligando; y luego están las chicas como yo, chicas que su primer día en lugar de ser emocionante, es aburrido; siempre la misma rutina, la misma canción en el coche, el mismo libro todos los días. Pero me gusta. Así soy, siempre sigo los mismos pasos todos los días. Lo único que de verdad es capaz de cambiarme son ciertas personas, a las cuales, les agradezco demasiado, por que , en cierto punto, han descubierto más allá de lo que todos ven en mi.

Entonces las veo, esas mujeres que hicieron eso, con las que comparto mis secretos, mis aventuras, mi tiempo; se ponen justo encima de mi, solo para darme un abrazo, supongo que me extrañaron, debo admitir que yo también. Están todas, no somos muchas en nuestro grupo, pero juntas nos complementamos; esta Jessica, Wendy y Diana. Cuando acaban de aplastarme contra mi casillero, les digo:
-Hola.
-¿Hola? ¿Es todo lo que diras? ¿No nos hemos visto en una semana y solo dices eso?-. Me pregunta Diana, es mi mejor amiga desde segundo de kínder, es guapa, inteligente y graciosa, pero hay veces en las que exagera. Sin embargo he aprendido a controlarla. Nos vimos la semana pasada y de ahí no volvimos a encontrarnos el resto de la semana, hasta hoy.
-Precisamente por eso solo digo "hola".-Digo yo.
-No entiendo como es que eres así.- dice Wendy.
-Si, aveces tan calmada y otras veces tan extrovertida.-afirma Diana.
-Simplemente así soy.-respondo.
-¿Como?-Pregunta Jessica, a nadie en especifico, simplemente en busca de una respuesta de quien sea. Jessica es una persona demasiado importante para mi, a pesar de que la conozco hace poco tiempo, es mi confidente, mi hermana y mi todo; al igual que Wendy o Diana.
-Nada, olvídalo, Jessica.-responde Wendy.
Faltaban cinco minutos para que tocaran el primer timbre. Cuando Wendy preguntó:
-¿Y si vamos a clase?
-¡Faltan 5 minutos! ¡Hay que aprovecharlos!-exclama Jessi.
-¿En cinco minutos que podemos hacer en esta mierda de escuela?-pregunto. No suelo decir groserías, solo las digo en momentos adecuados, según mi parecer.
-Tienes razón, si respiramos ya nos suspendieron.-dice Diana; siempre me ha encantado su facilidad para usar el sarcasmo, es fascinante.
A mi, sinceramente no me gusta llegar tarde a ningún lado, así que les digo a mis amigas que me iré a clase y las veo en el salón.

Cuando voy camino al salón, me voy encontrando con varias personas, de la mayoría conozco sus nombres, pero con muy pocos he hablado realmente con un fin de comenzar una amistad.

Por el camino me encuentro a los populares, muy rara vez vas a ver a alguien nuevo en el grupo de ellos; siempre los mismos, Christina, Mario, y otras personas insignificantes para mi. Con Christina siempre he hablado desde el año pasado que fue cuando entramos a la preparatoria. Y Mario... Mario, me encanta su nombre tan suave y tan fuerte a la vez. He hablado varias veces con el, nada importante. Pero esos segundos o hasta minutos se convierten, para mi, en una sonrisa eterna. Escuchar su voz y ver su sonrisa es algo fabuloso, me gustaría
ser la razón de esa sonrisa. Simplemente me encanta. Me cuesta admitir que me gusta, ya que no es normal en mi sentirme tan atraída por alguien. Es dos años mayor que yo, aunque va en tercero. Es el típico chico guapo, simpático, gracioso, y perfecto a su manera.

Estoy a punto de llegar al salón, solo unos pasos mas, cuando oigo pisadas aceleradas a mi alrededor. Han tocado el timbre. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que ni siquiera he escuchado la campana. Mis amigas deben de estar en el patio o en algún lugar donde no se escuche tanto el timbre. Trato de esperarlas en la puerta, pero el profesor me vio y me pide que tome asiento. Me siento con toda la tranquilidad del mundo. No estoy preocupada por mis amigas, se que vendrán a clase, son comprometidas con la escuela. Cuando el maestro esta apunto de cerrar la puerta llegan ellas, tan aceleradas que están despeinadas. El profesor, ignora el hecho de que hayan llegado tarde y las deja entrar.

Diana se sienta a lado de mi desde siempre, así que todos los días, a todas horas nos pasamos notitas por más ridículo que suene. Ella me manda una diciéndome: "Me tope con Andrés en el camino, me sonrió". Andrés, es el tipo que le gusta a Diana desde hace dos años o más, lo misterioso es que a el también le gusta Diana; pero nunca se han dicho mas que "Hola". Es totalmente tonto pero no la culpo, yo tampoco puedo decir mucho frente Mario.

Christina se sienta hasta el frente solo para distraer a los chicos de la clase mandando besos o enrollándose el cabello en el dedo para coquetearles. Siempre es así. La verdad es que nunca me ha molestado tanto, total es su vida y no la mía, si quiere tener fama de zorra, que la tenga. Hasta los maestros saben que es así. Es impresionante la fama que se a armado en un poquito mas de un año. Fuera de eso, es muy simpática, un poco empalagante como dicen algunos, pero es buena onda, por lo menos hasta donde la conozco, y eso no es mucho. Le hablo solamente por que es una amiga muy cercana de Wendy, antes eran mas que ahora; de hecho antes eran "MAPS", hubo un ligero problema y dejaron de serlo, pero siguen siendo amigas.