1. Flor de loto - Pureza

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Anime: Katekyo Hitman Reborn

Pareja:  HibarixTsuna


Un hombre alto caminaba por los largos pasillos de la mansión, lugar al cual fue citado por aquel herbívoro, en un principio quizás hubiera ignorado el llamado, pero Kusakabe lo instó a asistir. Lo cierto era que esas reuniones eran abrumadoras para él, aún no comprendía como era que había terminado unido de cierta manera a ese estúpido grupo de inadaptados, que no podía soportar ni en su tiempo en la preparatoria, aunque ahora no eran tan débiles seguían siendo herbívoros.

La reunión pasó con las típicas peleas entre los miembros, todos eran tan diferentes y, sin embargo, estaban unidos por una sola persona, que era Tsunayoshi.

Si Kyoya tuviera que describir a Tsunayoshi, sería que es un herbívoro con instintos de carnívoro, aun después de 10 años no había podido derrotarlo y eso lo frustraba, porque mientras no pudiera ser más fuerte que aquel herbívoro estaba atado a esa estúpida organización.

—Hibari puedo hablar contigo —Tsuna le pidió al terminar la reunión, le miraba ahora fijamente, ya no con el miedo con el que típicamente le miraba hace 10 años, y de alguna manera Kyoya extrañaba observar el terror en aquellos ojos color miel.

—¿Qué quieres? —pudo escuchar de fondo discusiones entre el autonombrado mano derecha de Tsuna y el estúpido beisbolista, pero al final el más alto pudo sacar de la habitación al terco Gokudera.

Ahora que estaban a solas, Hibari sintió cierta tensión por parte del "jefe", aunque él nunca lo consideraría de esa manera.

—Habla que tengo prisa —exclamó provocando una media sonrisa en el contrario.

—Lo siento, solo me gustaría que te quedaras un poco más en Italia, sé que tienes un vuelo a Japón ahora, pero por la noche habrá una pequeña celebración por mi cumpleaños, ya todos aceptaron —Hibari elevó una ceja al no creer las palabras de Tsuna. —Hasta Mukuro se va a presentar, Chrome se aseguró de ello —Hibari no pudo evitar hacer un gesto de disgusto ante la mención de la cabeza de piña.

—No tengo tiempo para estúpidas reuniones de herbívoros.

—¿Y si luchamos? —Con el tiempo Tsuna que había sido un perdedor y torpe en todo ahora cambiado, ahora era un excepcionar negociador, nadie le decía que no, ni el propio Hibari se podía negar cuando tocaba aquella fibra sensible que tenía.

—Si tú pierdes, ¿qué ganaría yo? —preguntó Hibari con una media sonrisa en su rostro, con el tiempo también aprendió a obtener algo a cambio de solo la victoria, y es que cuando se trataba de Tsunayoshi después de tantas veces perder, una sola victoria no sería suficiente.

—¿Qué es lo que quieres? —Tsuna le miraba a los ojos, era increíble que aquella mirada fuera tan pura. Cada vez que miraba a Tsunayoshi le recordaba a pureza, aquel hombre que era más bajo que sus guardianes, era fuerte, mucho más fuerte que cualquiera de los seis y, sin embargo, era tan puro y él quería mancharlo.

—Poseerte —Tsunayoshi estaba confundido, lo podía ver en aquella mirada, posiblemente en su cabeza la petición de Hibari se refería a algo como tomar su puesto, pero Hibari no se refería a eso, sino a algo carnal, tomarlo entre sus brazos y follarlo hasta que aquel brillo en sus ojos se esfumara, robar toda aquella pureza y manchar aquella blancura que lo caracterizaba.

—De acuerdo —Y lo que más odiaba Hibari era aquella seguridad que ahora tenía el menor, porque sabía que su guardián no lograría ganarle, por su desgracia su famoso tutor Reborn se había asegurado de crear todo un monstruo.

Esa noche Hibari se presentó a la fiesta cojeando, su cuerpo se encontraba adolorido, pero lo que más le dolía era su orgullo, al parecer Tsunayoshi si había comprendido lo que quiso decir con «poseer», y le dejó muy claro que no se lo dejaría tan fácil.

Tsunayoshi bajo por los escalones de la gran mansión con su típico traje blanco, que destaca muy bien sus ojos marrones, no había nada en el que señalara su pelea de hacía solo una hora con Hibari, esa imagen le recordaba a Hibaria a una Flor de Loto, hermosa y pura, nadie nunca se podría dar cuenta que nació del fango.

Pero Hibari no se iba a rendir, hasta mancillar aquella hermosa y pura flor.

FICTOBER 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora