siempre viviré en ti

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Sehun salió de la cabaña rumbo a la bodega, lucía distraído, Kai lo vio y solo pudo pensar en lo fácil que sería atravesarlo con una lanza. Apretó los puños y estos ardieron cuando exteriorizó su furia. Sintió la necesidad de golpear a ese bastardo abusivo por todo el daño que había provocado a quien tanto decía querer. A su propia sangre. No entendía como podía alguien tener una mente tan retorcida. Luego recordó que Kyungsoo tenía un modo parecido de pensar, ya que jamás lo vio sentir empatía por nadie y ni siquiera molestarse en fingirla, y este rasgo también estaba en la mayoría de los alfa que se unieron a la rebelión. A todos les importaba un carajo algo que no fuera ellos mismos. 

Pero había cosas que para Jongin eran imperdonables. Destruir a tu propia sangre era una de esas cosas. 

Se detuvo y controló sus emociones, se dio cuenta de lo inútil que sería enemistarse con quien era su camarada, no le convenía, ya que se habían sumergido en planes oscuros y él no quería afrontar solo lo que le esperaba. Además, de seguro Baekhyun ya estaba muerto ahí dentro. Sus hombres eran despiadados, él daba fe de ello, los había visto actuar con crudeza y sin titubear contra los pueblos que sometieron. 

Soltó una maldición cuando retrocedió unos pasos sin perder de vista la bodega y tropezó con algo que se movió cuando él volteó. Sus puños ardieron listos para atacar, sin embargo, solo descubrió a un hombre escondido entre la maleza abrazando sus rodillas. Sus manos como brasas le ayudaron a vislumbrar el rostro del hombre que se cubrió la cara. Jongin lo reconoció, era uno de los guerreros oscuros que había llegado con él y ahora lucía como si hubiese visto a una bestia. 

—Hombre, qué te ocurrió, por qué estás aquí —le preguntó apagando sus manos, sin bajar la guardia.

—Ese alfa —empezó a balbucear el guerrero oscuro, Kai se dio cuenta de que todo su cuerpo temblaba y en su expresión había miedo—. Ese alfa mató a todos los que entraron a esa bodega. Yo no le hice nada, lo juro, estaban... Estaban, ya sabe... Había dos sobre él y de pronto...De pronto ese alfa se levantó, ¡su cuerpo estaba acorazado por una armadura que salió de la nada!

"Ahá, materializ" pensó Kai, alzando una ceja. "Pobre, de seguro agotó toda su energía para acorazarse" 

—... P-parecía estar hecho de escamas plateadas y... Comenzó a cortar y a matar y...

Kai hizo callar los sollozos del hombre poniendo la mano en su boca con brusquedad. El hombre reprimió un grito al sentir las manos todavía ardientes del ex alfa. 

—Alguien viene —explicó Kai. 

Un caballo pasó a toda velocidad por el sendero principal. Kai alcanzó a distinguir al jinete y sonrió de manera maliciosa y enfermiza. 

—Esto se va a poner todavía mejor —susurró. 


Masacrados. Todos los hombres que habían llegado con Kai estaban masacrados dentro de la bodega. La bilis se le atoró en la garganta y miró en todas direcciones en busca de los causantes de ese macabro espectáculo. Apretó los puños al no ver a Baekhyun en el sitio en donde lo había dejado.

"Esos bastardos" pensó inevitablemente en ellos. En los alfa, en los amigos de Baekhyun, y en Chanyeol. Hasta que entre el olor a sangre y carne putrefacta logró distinguir el aroma de su primo. Especiado, limpio y fuerte. Todo a la vez. Ese fue el olor que percibió cuando Baekhyun salió del despacho de Kyungsoo. Ese aroma que desprendía de su cuerpo cuando estaba furioso y herido al mismo tiempo. 

—¿Baekhyun? —llamó, con una voz falsamente tranquila—. Sé que estás ahí. 

No había razón para fingir que no sabía que seguía ahí. Mientras más rápido se lo hiciera saber, más rápido su primo se rendiría y se dejaría ver. No podría huir a ninguna parte en un estado tan deplorable. 

ÁNGEL NEGRO [EXO FANFIC AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora