Síndrome de Estocolmo (Hades x Ereshkigal)[SNV + FGO]

𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒟𝒾𝑒𝒸𝒾𝓈𝒾𝑒𝓉𝑒 (C17)

❉мeѕeѕ мάѕ тαrde❉
----[мυɴdo нυмαɴo]----

Jamás pensé que con la llegada de mi primer hijo todo mi mundo se caería o mejor dicho, todo el mundo que Nergal creo para mí se desmantelaría.

Todo sucedió durante una tarde  cuando Nergal salió por cuestiones del trabajo, dijo que iría a realizar el inventario en las verduras de nuestros sembradíos.

Aquella tarde llovía y mi hijo estaba muy inquieto. Trate de calmarlo, pero los relámpagos me lo impedían.

Después de alimentarlo con mi leche, lo recosté en su cuna, luego fui a recostarme sobre un sofá que se encontraba a su lado. En un principio, todo lo que pasó al momento se me a figuro obra de un sueño, pero al final todo se acomodó en mi mente.

Todo comenzó con la presencia de alguien en mi habitación. El susurrar del extraño hizo que lentamente me fuera despertando de una pequeña siesta.

-¿Quien eres? y ¿Por qué cargas a mi hijo? -le pregunté un poco asustada. Él era un hombre alto y de un cuerpo fornido. Su piel era clara y su cabello plateado, pero sus ojos azules resaltaban con ilusión.

-¿Quién soy yo? -me respondió. En ese momento mi bebé tocó su rostro y él, mostró una sonrisa-. Tu no tienes la culpa, Ereshkigal. Pero me costó mucho tiempo encontrarte y no pienso desaprovechar esta oportunidad

-¿De qué estás hablando?, Sal de mi casa o voy a llamar a la policía -respondió aún mas preocupada.

Sin embargo, aquel joven seguía ignorando mis advertencia. Cómo no me hizo caso, tuve que tomar mi pequeña hoz para advertirle.

-¡Suelta a Urnil! -dije.

Él no aparto el cuerpecito de su cara, solo dirigió su vista hacía mi.
-¿Urnil?, Vaya es un nombre interesante. Aunque preferiría llamarlo Zegreo

-¿Qué?, ¡Ya es suficiente! -dije para aventarme directo a él. En ese instante ese hombre sujeto mi herramienta con una de sus manos y me dijo a la cara.

-Ante las leyes divinas eres mi esposa y tu deber es estar conmigo

Honestamente no pude moverme. Tal vez aquel sujeto tenía mucha fuerza, porque no pude ni moverme luego de que la sujeto.

Justo en ese momento otra voz interfirio en nuestra discusión.
-¡Ni se te ocurra tocar a mi madre!

Ambos nos quedamos asombrados por el tercero. Aunque no fue por mucho tiempo.
-¿Quién eres?, ¡Muestrate! -le ordenó.

Al cabo de unos minutos, el sonido de unos pasos se escuchó en la habitación. Luego una especie de portal se formó a unos cuantos metros de nosotros.
-Soy Axel y soy el hijo de Ereshkigal -dijo al presentarse ante nosotros.
Era tan parecido al sujeto que cargaba a mi bebé. ¡Esperen!, ¿Dijo hijo? ¿Mi hijo?