El viento era tranquilo, rebosante del olor de las flores en primavera, volando con velocidad movía el pelaje de los caninos blancos como la nieve, ese suave y albo pelaje resaltaba entre el mar de colores de su entorno, ambos perros esperaban con ansias la llegada de su humano, un chico alto y delgado con apariencia femenina pues a pesar de la mastectomía no podía quitar esas características afeminadas de su rostro y voz. Un chiflido fue suficiente como para que los caninos fueran corriendo en busca de su am@ el cual los esperaba con los brazos abiertos recibió a ambos caninos casi tumbándolo por la fuerza de aquel perruno abrazo.
Volaba la pelota roja de un lado a otro mientras era perseguida por ambos perros, el cielo, una combinación de colores cálidos y fríos se movía con el viento en forma de espiral combinado todos los colores en una explosión de rojo, naranja, amarillo, celeste, verde y morado mientras el jumamos y sus caninos jugaban en ese lugar de orillas borrosas. Recibiendo mimos se dejaban apapachar con cariño entre ronroneos ambos expresaban su felicidad con movimientos de su cola, moviéndola de un lado al otro como una escoba a la limpia de la casa sacudían el polvo del verde césped. Con pelota en mano volvió a lanzarla al mismo tiempo en el que salían disparados como el rayo por dicha esfera carmesí.
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No pensé que sería tan difícil escribir lo que su sede en mi sueños pero cuñado solo recuerdas pequeños fragmentos que más puedes pedirGracias por leer