Capítulo 2. Maracuyá.

4.1K 287 53
                                    

Hermione abrió la puerta principal de su casa y vio con extrañeza una carta certificada en el suelo, que probablemente el cartero de su localidad había pasado debajo de la puerta por no contar con un buzón. Antes de tocarla, comprobó que no tuviera maldiciones, costumbre que había adquirido durante la guerra y tras comprobar que todo estaba bien, la invocó y el sobre voló hasta ella.

Había dejado de ser una forma usual de comunicarse desde que se había enterado que era una bruja para dar paso a las lechuzas; además, pocas personas sabían de su paradero, pero al leer el remitente la alegría iluminó su rostro. Era de Harry, con quien usualmente se comunicaba por correo electrónico, vía telefónica, y pocas veces por correo convencional.

Hermione llevaba una vida tranquila en una ciudad costera de Nueva Gales del Sur, Australia, país donde también habían llegado sus padres cuando ella había modificado sus recuerdos. Los había encontrado y devuelto sus memorias, pero ellos habían preferido quedarse en el lugar donde habían vuelto a rehacer su vida y hecho una buena clientela ofreciendo sus servicios como dentistas.

Ella, por ende, queriendo tener tiempo de calidad con sus padres, había conseguido un trabajo en una fundación encargada del estudio de la ecología de comunidades marinas y el cambio climático. En ocasiones extrañaba a sus amigos y al mundo mágico, pero también disfrutaba siendo una muggle más luchando por el mundo, pero de una forma muy distinta a lo que había hecho en su adolescencia.

Una vez al año recibía la visita de Harry y Ginny, pero ella no había vuelto a Inglaterra por más que sus amigos habían insistido en su regreso. Hermione tenía claro que algún día regresaría, pero no sabía cuándo. Esa también había sido su forma de alejarse de Ron luego de descubrir que lo que sentía por él no era tan profundo como había imaginado. Ronald Weasley había empezado su entrenamiento como auror, pero actualmente trabajaba con George, quien no había podido recuperarse al cien por ciento de la muerte de su gemelo. Había salido un tiempo con Padma Patil pero hacía meses que no tenía noticias de él.

Extrañaba las tardes que pasaban en La Madriguera, siempre llenas de risas, buenos momentos y calor de hogar aun cuando los tiempos eran difíciles. La quietud de esa pequeña casa que alquilaba solo para ella, pues no se había adaptado a vivir con sus padres en el mismo sitio, era abrumadora y era imposible no echar de menos el amor incondicional de Molly y sobre todo, su comida.

Hermione puso la carta sobre la mesa del centro de sala, y se dirigió a la cocina para abrir el refrigerador, sacó una copita de mousse de maracuyá que había preparado días atrás y que estaba ansiosa por comer, y probó una cucharadita. Aún con la cucharita en la boca, pues llevaba también un vaso con agua, regresó a la sala para leer su carta. Sacando el cubierto de la boca, lo introdujo dentro del postre y alzó el sobre a contraluz para ver por donde rasgarlo; dentro se encontró con la carta, un recorte de El Profeta, la copia de un documento oficial del ministerio de magia y un boleto de avión.


Mi querida Hermione:

Te envío este decreto que publicó el ministerio hace unos días. Lamento mucho los inconvenientes que lo siguiente pueda ocasionarte.

Manejaron todo con total hermetismo por órdenes del nuevo Jefe Supremo del Wizengamot, Simon Marchbanks, sobrino nieto de Griselda Marchbanks, quien piensa que un matrimonio entre sangre puras y mestizos o hijos de muggles es la única forma de erradicar las ideas supremacistas de una vez por todas y evitar futuros movimientos racistas. Su idea también es despojar a los sangre pura de sus riquezas. Si lo primero te suena descabellado, esto segundo lo supera con creces. Puedo afirmar con total seguridad que si toda la riqueza del mundo fuera distribuida por partes iguales entre toda la población del planeta, en diez años los antiguos ricos volverían a estar en la cima y los pobres, siempre pobres...

Y de repente, túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora