Eran las 5:00 pm, hacía un clima caluroso el día de hoy, así que la mayoría de la gente solía buscar algo con lo que apaciguar su sed. Helado, refrescos, más helado...
La primavera tal vez había llegado más temprano para unos que para otros. Ya que era una época bastante hermosa, llenando los jardines y parques de vivos colores.
Pero eso no quitaba el condenado calor que estaba haciendo.
Megumi se encontraba al lado de Satoru, sentados en una de las bancas que habían repartidas por el centro comercial, el aire acondicionado era agradable, por lo que el sudor que antes resbalaba por sus caras se hacia secado, dejándolos con una sensación de tranquilidad.
La gente paseaba de un lado a lado, ocupada con sus asuntos, algunos venían a comprar cosas, mientras que otros estaban acompañados de parejas o amigos para ir a comer algo, se podía asumir a simple vista que venían para tomarse un descanso de la rutina.
Gojo miró por quinta vez de reojo al niño que se encontraba al lado suyo, se le habían acabado los temas de conversación un poco rápido, y eso era decir bastante, pues no es que fuera alguien con problemas para socializar.
Pero Megumi... Megumi era un caso especial en cuanto a personalidad. Los niños de su edad solían no parar de hablar, tenían demasiadas cosas para decir con tan corta edad. Desde si conocías su serie favorita, hasta preguntarte por tu power ranger favorito. Sabía que era algo tímido, pero sus respuestas eran justo las que te daría alguien para acabar, no, matar la conversación.
Así que decidió darse por vencido en cierto punto, intentando matar el tiempo, viendo a la gente pasar, o a las tiendas, intentando ver detalles a su alrededor que lo distrajeran. Al menos no había algo como silencio incomodo, por eso agradecía estar en el centro comercial, con el mar de gente era imposible no escuchar alguna que otra conversación, ya se voluntaria o involuntariamente.
Quien sabe, a veces el chisme era la llave para olvidar su aburrimiento. Cuando estaba bueno claro.
Mordió las paredes internas de sus mejillas y cruzo sus brazos. Acto seguido saco de su confiable mochila un bálsamo labial, del cual se podía leer en la etiqueta "Cupcake batter". Gojo no era una persona que fumara o tomara, le desagradaba el olor a cigarro y no soportaba el sabor del alcohol.
En sus propias palabras, hasta una coca de piña sabría mejor. Bueno, tal vez no a ese nivel, pero lo que si era cierto es que no los soportaba.
Suelen decir que un vicio remplaza a otro vicio, y en su caso se aplicaba perfectamente. Satoru era un adicto a las cosas dulces, amaba todos los tipos de dulce que existiesen, y le causaban una sensación de alegría inexplicable en cuanto tocaban su lengua. Y habiendo aclarado eso, si, todos los bálsamos que usaba eran de sabores peculiares, pero ricos. Como cupcake, chocolate, pastel, red velvet, vainilla, caramelo, incluso en una ocasión consiguió uno de Napolitano que le encantó.
Después de repasar la punta del bálsamo por sus gruesos labios, guardó este en la bolsa exterior de su mochila, colocándola en su regazo.
Sentía la humedad de su propia saliva sobre su boca. Su mala costumbre, en cuanto terminaba de retocar sus labios los relamía, a veces para comprobar su sabor, y en otras de manera inconsciente. Lo bueno es que el bálsamo era de buena calidad, no se correría tan fácilmente.
Miró su reloj, su impaciencia iba en aumento, pero debía de predicar con el ejemplo para Megumi, no iba a empezar a quejarse solo por minutos perdidos.
Toji fue en busca de helado para los tres, había una tienda muy famosa en ese lugar por vender el mejor helado de la ciudad, y debido a sus buenas reseñas el lugar siempre solía estar hasta el tope de gente. Gojo solo podía seguir cuestionándose ¿De dónde iba a sacar Toji el dinero para patrocinarse tres de eso helados? Eran exageradamente caros, ni que tuvieran oro adentro. Prefería ir a un McDonalds's para pedir uno que no cueste una cantidad tan exagerada.
ESTÁS LEYENDO
Amor Extracurricular [TojiSato]
FanfictionToji da lo mejor de si como padre soltero para darle todo lo necesario a su hijo Megumi. Megumi es un niño de 6 años que quiere a su padre, pero cree que debería aprender a ser menos despistado. Después de un mal momento de sus vidas ambos se mudan...