Capítulo 4 - Arrepentimiento

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La noche había caído.

El cielo ya se habia teñido completamente de un azul oscuro, con hermosas estrellas asomándose y con la Luna subiendo más alto sobre el cielo.

Ha estas horas las luces de los locales nocturnos, oficinas, hospitales y otros lugares se iban prendiendo, revelando la belleza de la ciudad que se podría ver de noche, y alentando a las personas a salir para ver aquel paisaje.

También era en estos momentos donde los niños cerraban sus ojos para esperar un nuevo día, siendo seguidos por los adolescentes y adultos cansados queriendo conciliar aquel sueño que los resguardaba de su vida.

Claro, había personas que eran la excepción.

Tal era el caso de Gakushū Asano.

Aquel adolescente era hijo único de Gakuhō Asano, el director de la escuela secundaria Kunugigaoka. Y que en este momento, se encontraba buscando en su pequeña biblioteca dentro de su habitación algo que leer para entretenerse por un rato.

Tomó un libro cualquiera que hablaba sobre los misterios del universo, acostándose en su cama mientras abría aquel libro para leerlo.

Estuvo unos minutos en esa posición mientras leía, cuando sintió una brisa fresca pasar por su cuerpo, razón para sentarse y ver hacia su ventana, notando que estaba abierta.

¿Cuándo abrí la ventana? — Se cuestionó mientras se levantaba.

Dejó el libro sobre su escritorio, yendo a la ventana para cerrarla al momento en el que sintió una nueva brisa fresca entrar.

Al cerrar la ventana regresó nuevamente a su escritorio con tal de tomar el libro, y sin embargo, lo que se encontró no fue su libro, más bien lo que se encontró fue un cuaderno de pasta negra, con una "K" en el centro de color dorado.

Miró curioso el cuaderno sin saber de dónde había salido, tomándolo después de unos segundos para observarlo.

Una vez que confirmó en sí que no se veía una amenaza, decidió abrirlo, solamente para ver de qué se trataba y si era una especie de broma o algo, aunque lo dudaba.

"Propiedad de Karma Akabane"

Eso era lo que estaba escrito detrás de la portada, lo que lo dejó con la pregunta de cómo es que el aparente cuaderno de su rival había terminado en su habitación y justamente en su escritorio.

Aunque bueno, dejó esa pregunta de lado después de unos segundos, procediendo a sentarse en la silla de su escritorio, ya que le llamaba demasiado la atención aquel cuaderno que ahora sabía que le pertenecía a su rival, bueno, si así se le pudiera llamar a ese idiota.

Con su decisión tomada, pasó de página para comenzar a leer lo que estaba escrito en el cuaderno.

Sin saber que eso cambiaría su perspectiva que tenía de cierta persona.

~ • ~

No sabía cuánto tiempo había pasado desde que comenzó a leer, y sinceramente tampoco le importaba en lo más mínimo, pues se podría decir que estaba más concentrado en tratar de evitar que sus lágrimas salieran de sus ojos.

Su vista se había nublado hace unos segundos, y ahora trataba inútilmente de relajar su respiración evitando también llorar.

¿Por qué hasta ahora se daba cuenta de la verdad?

¿Por qué hasta ahora se daba cuenta de su error?

¿Por qué hasta ahora veía a su rival de otra manera?

Pregunta tras pregunta llegaban a su cabeza de un momento a otro, logrando que él mismo se cuestione si lo que hizo de verdad había sido tan necesario.

Si arruinar la vida de alguien fue necesario.

Básicamente, las cosas se traducían así: cosas que lo hacían llorar;

Número 1. El diario de Karma Akabane

Jamás pensó en todo lo que Karma enfrentaba día con día, pues su pasado lo seguía atormentando a pesar de ya haber pasado varios años.

El bullying que sufría cuando estaba en la primaria, los maltratos y la indiferencia de sus antiguos padres, el ser obligado por su padre a trabajar con la prostitución sólo porque al adulto "no le pagaban lo suficiente", el maltrato y burlas cuando estuvo en el orfanato, la muerte de sus únicos amigos y la separación de sus amigos sobrevivientes, y lo más reciente en cierto punto...

El suicidio de su hermanastro y el abandono inconsciente de sus padres adoptivos.

¿Cómo era posible que una persona pasara todo eso en una sola vida?

Era demasiado, incluso para él.

Era algo que ni siquiera le desearía a su peor enemigo. Pero ahí estaba, con su rival pasando por todo eso, y con él, como el remate final para hacer su vida más mierda de lo que ya era.

¿Cómo lo soportaba?

¿Cómo soportaba ese pasado?

Pero más importante, ¿cómo es que a pesar de todo eso, él aún era capaz de sonreír de una forma tan brillante que se asemejaba a la luz del Sol?

¿Cómo se mantuvo con esa expresión tan alegre en todo ese tiempo?

No está demás decir que ahora se sentía un monstruo, literalmente. Karma ya tenía suficiente con su pasado y en ocultar aquello, para que después él simplemente viniera y le quitara la única cosa que lo protegía de ser dañado nuevamente.

Su máscara.

Pero aún había algo peor, y eso era lo que estaba escrito en las últimas páginas escritas del cuaderno.

"Realmente no me importa su indiferencia, mientras pueda verlo será suficiente para que mi corazón sea feliz"

Karma estaba enamorado de él.

Pero claro, ahora todo eso del enamoramiento quedaría en el pasado, pues dudaba de que después de lo que él hizo Karma siguiera pensando lo mismo.

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