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Hyunsuk dudó unos instantes antes de tocar la puerta, y finalmente la golpeó dos veces seguidas tímidamente.

Justo antes de que Hyunsuk levantara su mano para golpear otra vez, se abrió revelando a un sonriente Jihoon del otro lado.

— Hey Suk. —Saludó abriendo más la puerta.

Hyunsuk sonrió levemente y entró sin quitarse los zapatos, decidiendo quedarse ahí.

— ¿Quieres algo? ¿Un vaso de agua? —Ofreció cerrándola tras él.

— No gracias, sólo quiero decirte algo rápido. —Dijo nervioso dando un par de pasitos lejos de la puerta.

Jihoon lo miró unos momentos.

— Ah... bueno, siéntate. —Sugirió apuntando el sofá más grande.

— No te preocupes, sólo te diré algo rápido.

— Cállate, siéntate y ponte cómodo. —Insistió tomando uno de sus brazos sonriente.

Hyunsuk rodó los ojos y obedeció. Jihoon se sentó a su lado y apretó los labios preocupado.

— ¿Qué tienes? ¿Pasó algo? —Preguntó atentamente esperado su respuesta.

Hyunsuk sonrió algo desanimado y suspiró.

— Sólo... quiero decirte algo importante que... creo que cambiará todo en adelante. —Explicó cabizbajo.

Jihoon inclinó su cabeza algo confundido.

— ¿Es porque entraste a Seoul y yo no? No te preocupes Suk, estudiaré en Busan y lue...

— No, Jihoon-ah... no es porque estudiarás en Busan ni porque entré y tú no. —Interrumpió aún cabizbajo.

Tenía tanto miedo que ni siquiera se atrevía a mirarlo a los ojos, y sólo mantenía su mirada en sus zapatos. Jihoon se quedó en silencio, y esperaba que hablara pacientemente.

— Bien... dime entonces. —Insistió luego de ver que Hyunsuk no decía nada.

Hyunsuk decidió mirarlo, y Jihoon expresaba la misma preocupación que siempre expresaba cuando Hyunsuk quería contarle algo que le dolía o le costaba. Extrañaba tener esa mirada todos los días, y extrañaba mucho saber que esos ojos estarían para él todo el tiempo que quisiera, sin importar qué o quién se interpusiera. Sus ojos comenzaron a cristalizarse al darse cuenta de que después de lo que diría probablemente nunca más volverían a ser cercanos, ni siquiera lo poco que eran en ese momento. Sentía que estaba a punto de dar un paso en ciego, uno muy arriesgado que llevaría a la real muerte de su amistad, la que parecía eterna.

— Hoon-ah... —Murmuró agachando la mirada otra vez.

— Yah... pero no llores. No llores, por favor. —Dijo tomando su rostro para limpiar sus lágrimas, igual que siempre.

Hyunsuk lo miró unos momentos y luego quitó su cabeza de sus manos para volver a agachar la mirada.

— Perdóname por esto pero... no fue mi intención, lo prometo.

Jihoon frunció el ceño aún más preocupado.

— ¿De qué hablas, Suk? —Preguntó siendo interrumpido por la puerta.

Hyunsuk miró la puerta extrañado, y Jihoon la miró antes de mirarlo a él otra vez.

— Espera, le diré que se vaya. No pensé que me dirías algo tan malo. —Dijo levantándose.

Hyunsuk cerró los ojos sin creer lo que pasaba, comenzando a perder la paciencia porque sabía que algo podía interrumpirlo, y necesitaba quitarse ese peso de encima rápido.

the cut that always bleeds - hoonsukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora