El último Juego {Just a Game}

Mi hada madrina

[~Rebeca~]
-Aún me tienes que explicar en que consiste tu "lista de deseos".
De acuerdo. Le prometí que se lo contaría así que eso es lo que voy a hacer. Saco de mi mochila el papel doblado y se la extiendo para que lo coja.

-Antes de que me pasára ese incidente, hice una lista de cosas que me gustaría hacer o me propuse para antes de morir; pero nunca logré realizar ninguno. Tampoco sabía que me iba a pasar lo que pasó, pero mientras estaba inconsciente en el hospital, lo único que tenía en mente era otra oportunidad para sobrevivir la operación y cumplir lo que me propuse. Así que me pareció bien realizarlos ahora, porque no creo que otro milagro me salve la vida y pueda hacer realidad estos objetivos más adelante.

Anne se quedó mirando la lista.

-"*Ser mas hermosa...*encontrar a mi chico ideal...*enfrentarme a mis miedo...*ver el mundo...*ser feliz..."- lee en voz alta.

-Puede parecer poco, pero en cada apartado, digamos que hay subapartados... Y bueno...me daba vergüenza contártelo porque incluso a mí me pareció cursi.- me puse un poco roja.

-Y no te diré que no es cursi, pero...- se queda contemplando la lista y empieza a poner la cara de traerse algo entre manos.- Esta decidido. ¡ Yo seré tu hada madrina que te ayudará a hacer realidad tus sueños! - exclamó de repente que me hizo saltar de mi asiento.- ¿Cuál es el subapartado de la primera?- dice emocionada.

-¿Qué?- no estoy entendiendo que está pasando.

-¿Qué cual es el subapartado de la primera? Ya te lo he dicho, seré tu hada madrina.

-Pues el primero... Un cambio de look...¿tal vez?...más confianza...ser más atrevida...

- Pues prepárate porque cuando te haya renovado de pies a cabezas, tal vez no te reconozcas. ¿Cuando tienes el día libre en tu trabajo?

¿Día libre? Ahora que lo pienso, saco el móvil para ver mi horario y veo que el viernes que viene es mi día libre.

-El viernes que viene. - le digo.

-¡Perfecto!- se levanta de repente y abre mi armario.-considéralo como tu regalo de cumpleaños.

-¿Qué estás buscando entre mi ropa?- me levanto y me pongo detrás de ella.

-Estoy mirando que conjuntos puedes llevar esta semana, para ya sabes, empezar a cambiar tu look...

-¿Y que tal con la búsqueda?

-Bueno, me estoy empezando a deprimir... No te ofendas, pero esto es muy triste, no hay nada más que ropa de abuelas, camisetas viejas y jeans malgastados.

-¡Ouch! Sé que el contenido de mi armario es muy triste, pero de la manera tan directa que lo has dicho me ha hecho deprimirme más- digo un poco ofendida, mientras acepto el hecho de que tiene razón.

-Bueno, en el rincón abandonado de la izquierda, hay un vestido vintage que creo que te quedaría bien.- añade.- Nah... Que más da, te dejaré yo ropa esta semana.

No sé si alegrarme o ofenderme todavía más.
Cundo se canso de inspeccionar mi armario, justamente llegó la pizza que habíamos pedido. Cenamos en la cocina y luego volvimos a mi habitación.
Nos estiramos a mi cama y empezamos a hablar de temas sobre el corazón. Jajaja ¿por qué siempre salen temas del corazón en pijamadas? Pero tengo que admitir que es un poco divertido.

-Que curioso que hoy no se haya acercado tanto a ti.-suelta de repente Anne.

-Que más da. Tal vez ya no quiera ser más mi amigo.

-Que va. Alex me dijo que si estaba interesado en ti, no en el mal sentido, sino el bueno. Ya me entiendes.

-Si lo pillo, pero hablando de Alex. También me he dado cuenta de que últimamente hablas bastante con él. ¿No me digas que has vuelto a caer por Alex?- .la miro fijamente.
Hace dos años, a Anne le gustaba Alex, pero el no la hacía mucho caso, incluso aveces se reía de ella, por eso dejo de gustarle y ella empezó a fijarse en otros chicos como Ron Stuart, uno de los jugadores de rugby, Brad James, el co-capitán de baloncesto o Jeremy Gilles, el bajo de la banda de música del insti. Se enamora fácilmente, por eso me preocupo por ella en temas del corazón.

Ella me da un codazo flojito en el brazo y me lo niega.

-No es verdad...pero... Tal vez sí, pero...no sé. Es complicado- balbucea.
"Complicado "dice. Se nota bastante que le gusta.
Empezamos a reírnos cuando de repente alguien picó en la puerta. La abre.

-Anne, Rebeca. ¿No deberíais estar ya durmiendo? Ya es muy tarde.- la abuela ya llegó del bingo.

-Pero Nana, son solo las 9:20pm - nos quejamos Anne y yo.

-Nada de peros, mañana tienes trabajo y Anne tal vez tenga algo que hacer mañana también.

Es verdad, lo olvidaba. Mañana me toca a mí abrir la cafetería a las 8:00am, hasta a la 1:30pm. Y luego tengo que ir a por los lentes de contacto que encargué esta semana. No esperaba que la fueran a hacer tan rápido. Al fin puedo dejar de usar estas gafas tan incómodas.

-No Nana, mañana no tengo nada mejor que hacer que vaguearme por casa. Tal vez vaya a molestar a Rebeca en su trabajo.- replica Anne.

-Igualmente, ya es tarde. A dormir chicas a dormir.- Nana nos tapa con la manta y nos obliga a dormir. Se dirige hasta la puerta y antes de salir de mi habitación apaga la luz.

-Buenas noches chicas.

-Buenas noches Nana- decimos a la vez.

Cerró la puerta.