Capítulo 11

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Despertó de forma abrupta por los pequeños movimientos de Sumire que intentaba despertarla.

Ah ¿qué ha pasado? —preguntó Sarada frotándose los ojos tratando de incorporarse.

Hemos llegado a Konoha, en unos minutos llegaremos a la estación —le comentó Sumire con una voz suave a la adormilada pelinegra.

Sarada miró por la ventana.

Ese corto viaje a Suna había sido lo suficientemente impactante como para que las ganas de volver a Konoha fueran mayores a sus deseos de tomar un respiro del trabajo.

Habían pasado cosas que en realidad no esperó enfrentar.

La sola idea de ver a la cara a Shikadai o a Mitsuki le daba escalofríos y un temor con el cual no sabia que hacer.

Debía aprender a relacionarse meramente de forma profesional con sus consejeros.

¿Mitsuki está sentado con Boruto? —preguntó Sarada reincorporandose a la realidad.

Había dormido casi todo el camino.

Desvelarse nunca había sido algo que a su cuerpo le favorecía, incluso había llegado a quedarse dormida sobre su escritorio cuando trabajaba hasta tarde.

Mitsuki debe de estar en su asiento. Boruto decidió quedarse unos días en Suna, dijo que necesitaba su espacio...

Sarada desvío la mirada hacia la ventana preocupada.

Un sentimiento de culpabilidad le comenzó a oprimir el pecho.

La sola idea de que Boruto se llegara a enterar del beso la asustaba.

Él lo tomaría como una traición desde cualquier angulo.
No quería tener problemas con él, era uno de sus amigos más cercanos.

Hay que bajar, el tren tiene otro viaje programado —dijo Sarada al notar que ya habían llegado a la estación.

Sumire miró como Sarada se levantaba con prisa del asiento, casi como si estuviera huyendo.

Pensó en detenerla, pero se ahorró todo el esfuerzo.

Sarada se había abierto a ella con lo de Shikadai, sería mucho exigir que lo hiciera también con lo de Mitsuki.

Ahora realmente no sabía que situación le podría estar afectando más a su amiga.

Sarada salió del tren sin desviar la mirada de sus pasos.
No podía arriesgarse a voltear a otro lado y encontrarse con algún rostro que aun no estaba lista para enfrentar.

Afuera del tren ya estaban algunos chicos entregando las maletas desde el vagón de equipaje, tomó la suya y se fue de la estación sin despedirse.

Conocía a Mitsuki, sabía que hablaría con ella tan pronto la viera.

Tambien la mantenía tensa que Shikadai estuviera en ese viaje, no sabía como es que serían las cosas a partir de ahora.

Necesitaba un respiro de todas las preocupaciones que la invadían en ese momento.

Sin siquiera ir a dejar su maleta a su departamento se dirigió al único lugar donde realmente se sentiría segura y cómoda.

Llegó rápido con pasos desesperados y bien ubicados debido a la gran experiencia que tenían en llegar a su hogar.

Tocó la puerta y solo pasaron algunos segundos para que la recibieran.

Bienvenida de regreso a casa

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Estaba inquieto en el asiento del tren.

Se movía incomodo, estaba algo estresado y no lograba acomodarse bien.

Lejanos || ShikasaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora