Había una vez, un par de hermosos y "sin imperfecciones", ellos eran Hermoso y Hermosa. La perfección pura cabía solo en ellos, el centro de nada y todo, eran ellos, solo ellos. No conocían nada pero lo tenían todo, alrededor de un blanco tan blanco que ya desesperaba a los hermosos con su poco de nada.
Un día, Hermoso mirando a Hermosa se dió cuenta que una belleza tan esplendida y perfecta como la de ella necesitaba ser admirada, ahora la admiracion de el hacia ella no tenia ningún sentido, necesitaba algo más grande que pudiera admirarla y amarla como era debido, no tan solo a Hermosa, la perfección de Hermoso no pasaría desapercibida pensó el con su gran ego siempre siendo predominante.
Tomó a Hermosa y concentró toda la perfección en su vientre, fecundando un nuevo algo, un mundo. El resultado de tanta perfección creó una inerte casi-perfección, grandes tierras de un nuevo color que los hermosos conocieron y mares tan azules como los ojos de Hermosa, pero era insuficiente, todo la hermosura presente en esa gigante esfera, no era lo suficientemente perfecta y viva para ellos. Hermoso, como un buen creador, miró a su musa, su Hermosa; el necesitaba tener más de ella, de variadas formas y colores, como esos colores tan lindos que había conocido con la gigante y no tan perfecta esfera. Su cabello color único, le recordó a la fuerza de los mares de la esfera, con su movimiento y brillo, tomando este y la forma de su cuerpo, replicó con estos a cientos de hermosas más pero no como ella, no como Hermosa. Algunas mujeres tenían el cabello de color de las tierras, tan claras como el suelo de los mares y tan oscuras como las pecas de la cara de Hermosa o hasta tan anaranjado como los ojos de Hermosa al estar llenos de amor por el. Las replicas no podían apreciar nada, sin ojos no cumplirían la misión de adorar, pensó Hermoso queriendo perfeccionar su nueva obra creada. Tomó las pequeñas circunferencias y las puso en cada cara de cualquier mujer que le presentará frente a él, algunas esferas eran tan brillantes como el verde de Hermosa y otras azules como el mar. Hermoso pasó siglos y siglos perfeccionando a su nueva creación inspirado por su musa, y ahora también por el mismo. Creó un nuevo compañero que junto a las réplicas de Hermosa pudieran seguir creando vida al momento de que la perfección de los hermosos tuviera ya que descansar dejando detrás el inicio de la mayor creación posible. Crearon el nuevo mundo, lleno de color y vida, que alcanza la perfección pura gracias a la mezcla de las mayores perfecciones que antes existían.
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Flawless
FantasyEllos necesitababan un mundo, un algo, que pudiera adorarlos, adorar a tanta perfección como ellos.