28.

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Capítulo 28.

NIALL.

Heather está dormida profundamente, con su cuerpo desnudo adherido al mío y haciéndome sentir malditamente feliz. Me fascina como se siente la suavidad de su piel y la calidez que emana de su cuerpo.
Con las yemas de mis dedos acaricio su espalda baja, donde está su curva y sus hoyuelos de infarto. Esos hoyuelos que anoche besé hasta sentirme saciado. Me siento tan feliz en este instante que no puedo dejar de sonreír y sentirme como un adolescente que está comenzando a vivir su vida amorosa.
Y es que después de aquél engaño que viví hace más de un año, no creí que todos esos sentimientos cursis volverían aflorar dentro de mí.

Mierda. Si Charlie me escuchara me diría que estoy siendo patético y cursi. Y sí, tendría razón porque es exactamente como me siento.
Acercándome mucho más, beso su hombro suavemente, haciéndola removerse. No es mi intención despertarla aún, así que con cuidado me alejo y logro ponerme en pie, necesito ir abajo y preparar el desayuno.
La lluvia continúa afuera, pero gracias al cielo ha vuelto la electricidad. Lo compruebo encendiendo la luz de mi lámpara.

-Joder —Murmuro.

Mi habitación es una locura. No suelo tenerla así, pero ahora es como si un tornado hubiese pasado por aquí. Su ropa y la mía, las almohadas y las mantas... Sin desesperarse Niall ¡Recuerda el motivo por cuál esta así! Sí, no seas imbécil y no dejes que ese estúpido Toc que dice tu hermano que posees sea real.
Busco mi pantalón de chándal en la pila de ropa esparcida y luego salgo de la habitación. Pero me detengo en seco al darme cuenta de una cosa.

El olor del café y algo dulce. No, es imposible que venga desde mi cocina, pero mientras más me acerco a las escaleras siento el olor más y más intenso. Ay no maldita sea ¿Mis padres están aquí?
Bajo cada escalón con mucho cuidado y es cuando los escucho. Mierda.

-Pero ya serán las diez de la mañana, no podemos dejarlo dormir tanto —Escucho a mi padre —¿Será así todos los fin de semana?

-Déjalo en paz, ya te has dado cuenta que no está solo —Y esa es mi madre.

Maldita sea ¿Porqué han venido sin decírmelo? Entro en la cocina encontrándome con esos dos pares de ojos azules. Mamá me observa, examina mi cuerpo brevemente y luego sonríe.

-Hola —Los saludo —¿Reunión familiar?

-¡Mi bebé! —Mamá se pone en pie y viene a darme un abrazo —Oh cielo, que alegría verte.

-Hola mami —Beso su frente sonriendo y luego observo a mi padre, quién no está para nada feliz —Hola.

-Niall —Él se levanta también y aunque está negando con la cabeza, me da un abrazo —Nos tenías muy preocupados.

-¿Preocupados?

-Estuvimos llamándote —Me explica mamá —La lluvia anoche fue horrible, hubo un corte general de electricidad y pensamos lo peor.

-Mamá, aquí todo está bien —La tranquilizo —No era necesario que vinieran.

-¡¿Cómo que no? Somos tus padres! —Me reprocha ella y sonrío —Además ¿Para qué tienes teléfono si no lo contestas?

-Es que... no lo sentí.

-Sí, nos hemos dado cuenta —Añade papá —Anoche estuviste muy ocupado como para atender nuestras llamadas. Y no hace falta que lo digas, ya nos dimos cuenta de eso también ¿Ella está aquí verdad?

-Bobby, te dije que eso lo diría yo —Lo reprende mamá y luego me observa —Eres adulto cielo, puedes traer a la chica que tú quieras.

-Mamá... —

OBSERVA LAS MARIPOSAS - BY NATH 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora