—¿Podría hacerme un favor? —le pregunto al hombre que me mira por el espejo retrovisor de mi auto. No espero a que él responda y continuo— ¿Podría interrumpir mi boda?
Paso mis dedos por la delicada tela de mi vestido de novia mientras el auto se detiene a solo cuatro cuadras de la iglesia donde se llevará a cabo la ceremonia, lo cual es absurdo, porque mi familia no es religiosa, ni yo tampoco. Solo lo hice por él.
Idiota —digo en mi mente. Mitad para él y mitad para mí
Niall, como el católico irlandés que es, quería una ceremonia honrando sus tradiciones y yo, como la estúpida enamorada que soy, acepté llevar a cabo una ceremonia religiosa. Mi mejor amiga no estaba de acuerdo, dijo que no podía ceder de esa forma a mis creencias solo por un hombre, que Niall debería respetar lo que yo creo y que debíamos encontrar un punto medio.
Y yo debí escuchar a Kelly, mi mejor amiga, pero no lo hice, escuché a mi madre y lo feliz que estaba por mi boda, también escuché a mi padre y su emoción de unir a nuestra familia con la familia de Niall. Fue así como me vi envuelta en un sin fin de rituales extraños para que puedan aprobar nuestra boda, solo porque eso parecía hacer feliz a mi familia.
Para que al final nada de eso valiera la pena.
—Como podrá ver, me voy a casar.
—Sí, creo que el vestido blanco, el velo y todo lo demás podría dar esa idea.
Su voz es grave, profunda y suave. Hay algo en su tono de voz que me resulta familiar y tranquilizador.
—¿Y bien? —le vuelvo a preguntar al hombre cuando el auto empieza avanzar— ¿Me va ayudar?
Reprimo el impulso de mascar mis uñas, no solo porque es un mal hábito que por años he intentado deshacerme, sino también porque eso solo aumentará mi ansiedad ante la situación.
Veo por la ventana y me doy cuenta que estamos muy cerca de la iglesia y la idea de lanzarme del auto me resulta muy tentadora, pero eso podría causar heridas y golpes con los que no quiero lidiar, además, mi vestido es muy bonito y sería un pecado dañarlo.
—¿Habla usted en serio? ¿De verdad quiere que interrumpa su boda? Parecía muy feliz con la idea de casarse.
Su voz suena muy sexy, podría acostumbrarme al sonido de su voz.
El chófer de mi auto parece ser unos dos o tres años mayor que yo, incluso puede que tenga mi edad y veo como levanta ambas cejas mientras piensa, tratando de darle sentido a mi petición. Sus ojos grises me miran a través del espejo retrovisor y pasa una mano por la gorra gris del uniforme que cubre su cabello negro.
Casi puedo imaginar la expresión de todos sí él llega aceptar mi petición de interrumpir la boda.
—Si acepta ayudarme, le pagaré. No quiero que haga gran cosa, solo entrar ahí y decir algo simple, no sé, que nos acabamos de conocer y nos gustamos, yo qué sé.
—Llevo siendo su chófer por cuatro meses.
—¿De verdad?
No puedo evitar la sorpresa que se filtra en mi voz.
—Sí, señorita.
—Eso es aún mejor. Pero aún no me dice, ¿me va usted ayudar?
Mi corazón empieza a palpitar con fuerza contra mi pecho, cada latido se siente aún más fuerte y pesado, casi parece que la intención de mi corazón es destrozar mi caja torácica, romperla desde adentro y hacerme sangrar.
Contengo la respiración cuando veo que hemos llegado a la iglesia y que la mujer encargada de organizar la boda se acerca con pasos firmes y largos, y antes que se acerque, el auto vuelve avanzar para dar una vuelta más a la manzana, dejando a la mujer mirando confundida como nos adentramos de nuevo en el tráfico.
ESTÁS LEYENDO
What if... in the Stars? ¡A La Venta En Amazon!
RomancePedirle a su chofer que impida su boda después de recibir un mensaje con fotos sobre la infidelidad de su novio, le pareció una gran idea a Lennox Reagan, porque quería lastimar a su infiel prometido en donde más le doliera, es decir, su ego. Las c...