Epílogo (Parte uno)

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Vestido de blanco, un hombre de ojos grises y sonrisa encantadora esperaba ansioso la llegada de su futura esposa. Los nervios de Jacob eran palpables en el aire, sus manos no encontraban la calma y sus ojos no dejaban de desviarse hacia la entrada principal de la enorme casa que se encontraba a pocos pasos de él, con la esperanza de que la mujer más bella que alguna vez haya podido contemplar al fin saliera de ella y caminara a sus brazos hasta la eternidad.

No era conveniente de que se casaran a tan solo días de que su primer hijo; Ian Bardot, llegara al mundo, pero no podían esperar más tiempo para unirse el uno al otro y darle a su pequeño el comienzo de una verdadera familia. No era que el amor no existiera entre ellos, o que su unión no fuera tan fuerte, sino que sus ansias de estar unidos bajo los ojos de Dios era lo que ellos tanto anhelaban. Así como se amaban en la tierra, querían amarse frente a la presencia de Dios.

Jacob observó a cada uno de los invitados de su boda, quienes la mayoría se trataban de su familia, los padres de Cora y sus hermanitas. También miró detenidamente a su alma gemela y sonrió al verlo tan feliz y más vivo que de costumbre. Sabía que estaba enamorado de esa chica tímida, linda y fuerte que lo tomaba de la mano y lo hacía caminar con ella por la orilla de la playa y donde parecían dos niños pequeños encantados con las olas que llegaban hasta sus pies. Nunca había visto a un mujeriego actuar tan tierno y encantador con una mujer a la cual no se había atrevido a tocar ni un solo pelo por temor a traer malos recuerdos de su mala experiencia con la maldad del mundo. Su gemelo le contaba todo. Entre ellos no existía ni un solo secreto y se sentía tan orgulloso de que Logan tuviera tantos principios como él y, en lugar de dejarse llevar por los deseos de la carne, respetara y esperara pacientemente ese momento indicado y perfecto de los dos.

«Me debes mucho dinero, copia barata. Según tú, jamás te ibas a enamorar y mírate nada más, sonriendo tan estúpidamente», pensó, esbozando una sonrisa divertida, pero siendo feliz por su alma gemela.

Apartó la mirada de ellos una vez los vio fundirse en un tierno y amoroso beso y se centró en esperar a la mujer de su vida. Esa espera había sido muy larga, pero valía la pena siempre y cuando fuera ella quien lo tomara de la mano y lo guiara en el mundo. Durante años esperó por su amor, unos días impaciente mientras ganaba el intento de no ser notado, otras veces ansioso porque lo mirara a los ojos y le dijera que lo amaba tanto e incluso más de lo que lo hacía él. Tres años esperándola, ansiándola y deseándola en las sombras le sabían a la misma la gloria ahora mismo. Nunca desistió a ella y ahora podía palpar con la yema de sus dedos aquello que tanto lo hechizó y lo cautivó.

—¡Ya viene la novia! — anunció su hermana mayor saliendo de la casa, revolucionando todo su ser.

No prestó atención a ninguna otra persona que no fuera ella. Su hermosa Cora venía enfundada en un vestido blanco, largo y de tela muy fina. Su cabello suelto y bailando en el viento la hizo ver ante sus ojos como el objeto más preciado de su mundo. Se veía como un ángel caminando hacia sus brazos. Si antes estaba perdidamente enamorado de esa mujer que le sonreía desde la distancia, ver lo preciosa que se veía con su avanzado embarazo para hacerle compañía bajo al altar, terminó por arrebatar el poco corazón que le pertenecía.

No tuvo noción del tiempo, no prestó atención a las palabras del padre ni mucho menos a las felicitaciones de su hermano gemelo y del resto de su familia. Sus ojos estaban sobre ella, sobre esa sonrisa tan bonita, sobre su hijo y sobre esa mirada que le decía con cada segundo que pasaba cuánto amor tenía para brindarle. Simplemente se dedicó a terminar de entregarse al amor de su vida y se olvidó del mundo a su alrededor.

—Por el poder que me confiere el estado, yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia — salió de su trance en cuanto el padre cerró su unión con esas últimas palabras.

Cautivando tu corazón[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora