Capítulo 13.

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Ni siquiera intento dormir, mi cabeza no deja de reproducir una y otra vez sus palabras y las sensaciones que causó en mi. Su voz sonaba en mi cabeza una y otra vez

... "-No voy a hacer nada, hasta que tú me lo pidas. Estoy muriendo por besarte, y se que tú también, pero no quiero que juegues, porque mis intenciones contigo han sido claras desde primera instancia."

Lo único que logra excitarme más que un toque suave en el lugar preciso, son los hombres directos. Todo en el es tan sensual, que lo único que logra consolarme para dormir, es soñar  con lo qué pasó, y lo que probablemente pasará.
Recuerdo de forma lúcida todo, al salir el,  comencé a reir a mis adentros, fue algo raro, pues ningún chico me había rechazado nunca, después de unos minutos, decidí salir con el, estaba apoyado a la puerta de su camioneta, fumando algo, un cigarrillo común y corriente. Camino a paso torpe hasta llegar junto a el, me apoyo en la camioneta, ni siquiera me mira, para llamar su atención, apoyo mi cabeza a su hombro y tomo su brazo entrelazándolo con los míos.

-¿estás jugando?-pregunté pegada a su brazo
-No lo hago.
-Ahora pregúntame a mi.- insisto.
-¿preguntarte qué, Taylor?
-Si estoy jugando.- rie un poco pero trata de fingir que su molestia lo domina, me mira por unos segundos, yo levanto las cejas en señal de desesperación y el niega con la cabeza.
-¿Estás jugando, Taylor?- niego con la cabeza.
-Eres la razón por la que esperé con tantas ansias el jueves. Pero salgo con alguien.
-Lo sé-Da una última calada a su cigarra y lo tira al suelo apagándolo- Y eso es lo último que me preocupa, Tay.

una semana después.

Mis padres se encuentran viajan, en busca de los últimos preparativos de "la gran velada", es un día caluroso, estoy sola y aburrida. Dentro de mi armario, busco algún traje de baño, ni siquiera uno bonito, algo cómodo.

Bajo u me recuesto sobre un camastro, mi jugo de naranja frío se encuentra a mi lado, entro a la piscina, nadando un par de minutos, relajándome. Aflojo mi cuerpo y comienzo a flotar con los ojos cerrados, después de un rato, siento mucha sed, así que salgo y tomo gran parte de mi vaso de jugo, Es cuando lo veo entrar... Me levanto rápido y lo empujo hacia la salida pero es inútil pues es mucho más fuerte que yo.

-No, ¡basta! Te dijer que pararas, no quiero que nadie te vea aquí .
-Solo vine a visitarte, pequeñita.- acaricia mi rostro con esa sonrisa, algo planeas, Joe...
-Extraño a mi muñequita- su dedo pulgar se desliza sobre mis labios.
-Podemos vernos, no aquí, Joe.

issues / Z.M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora