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Hanma lanza la pelota al aro al último segundo desde una gran distancia, final de la práctica y logra anotar. Ganan el partido de baloncesto por un punto, un tiro de suerte para algunos pero para el de manos tatuados es algo de todos los días. Ese es algo así como “su lanzamiento especial y único”.
—¡Felicidades, chicos! —gritó el entrenador a los muchachos de prendas rojas y holgadas. Kisaki, que era tan malo para los deportes, ganaba la materia de educación física haciendo proyectos, así que en los lugares donde hacían ejercicio o deportes, no tenía absolutamente nada que hacer. Sacó su teléfono en lo que estaba sentado en la zona baja de las bancas.
—¡¡Gracias, entrenador Arashi!! —gritaron los chicos al unísono. Lo bueno es que no había mucho público, así podían practicar de una manera más libre. Unas cuantas chicas y Tetta se encontraban por ahí, aunque la cabecita de un alto chico de cabello corto y azul se veía por ahí, pues siempre iba a ver a su novio de baja estatura.
Hanma se quedó en la mitad de la cancha con Baji y Kazutora, sus mejores amigos. También los acompañaban Mitsuya, Draken, Souya y Manjiro. Shuji tiene el balón en su mano, Tetta oye los cuchicheos de los que antes practicaban, pero no le importa. Sigue concentrado en sus redes sociales mientras habla con su mejor amiga; la hermanita menor del mismo tatuado.
Primero se va Takashi con su novio, después de eso unas escandalosas risas (en especial de parte de Hanemiya) se hacen escuchar y rebotan por toda la enorme habitación, algunos golpes se llevaron a cabo. Obviamente, por puro juego. No se entiende mucho la situación, pero parece que estaban molestando al de mayor altura entre todos.
Este dice —Nah, ni me gusta. —con una risita y se pone a driblar la pelota, empieza a correr hasta la canasta, y anota nuevamente con un salto extravagante y digno de una estrella. Después corre hasta donde estaban sus amigos y sigue rebotando el balón, pero su mirada se enfoca en el muchachito de cortos pantalones que estaba sentado con su teléfono en mano.
El de lentes siente que alguien lo observa, eso lo pone un poco incómodo así que alza su vista para buscar a quien lo mira. El mar en sus ojos y lo endulzante de la miel en los de Shuji se encuentran electrizando sus cuerpos, algo recorre el interior de sus pechos. A ver, obvio se conocían, pero cada vez que se miraban a los ojos eso pasaba. Es extraño.
La pelota se sale de sus manos y como si alguien la manejara, se va lejos, esto por haberse distraído viendo al menor. Y no disimuló ni un poco en hacerlo —¡AY EL ENAMORADO! —gritó Hanemiya haciendo tanta bulla como siempre. Los demás vieron los intentos del tatuado de coger el objeto y más risa les daba aquello.
—¡Por pendejo! —le siguió Keisuke.
—¡Querrás decir, por andar mirando tanto a Kisaki! JAJAJAJASJA —le corrige Ken mientras aguanta la risa.
—Lo que hace el amor. —añade calmadamente el de cabello turquesa.
—¡C–callate! Ya te dije que no me gusta Kisaki —grita Shuji con las mejillas tan rojas que le queman. Por inercia miró al de lentes que lo vió despectivo antes de alzar una ceja— ¡No! Osea, no digo que no me gustes si no que– ¡¡AHH KAZUTORA TE VOY A MATAR!! —y sale corriendo tras su amigo, mientras que esté corre despavorido y riendose.
Se dice qué, desde ese día, el pobre chico ha sido el blanco de cientos de burlas por parte de sus amigos. Y que pronto consiguió llegar al corazoncito de aquel que era malísimo en gimnasia.
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Con esto de los cortos soy más firme que burro en bajada.
Dije que iba a hacer los 200 cortos, y aunque la cuenta de “El pito de Hakkai” ya valió, igual los haré. Me acuerdo de muchos así que eso me ayudará :D
