capítulo 11

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Desperté al escuchar que Andrew se levantaba, me senté en la cama y al instante sentí unas terribles nauseas. Corrí al baño rápidamente, vomité todo lo que había comido la noche anterior.

— ¿Jiaxing? ¿Estás bien?—Andrew entró al baño y se acercó a mí, levantando mi cabello para que no lo ensuciara.— Amor, creo que ya es momento de que vayas al doctor, llevas más de dos semanas vomitando y teniendo mareos.

— Estoy bien.—respondí con la voz ronca y limpié las comisuras de mis labios con mi mano.

— No, no lo estás... Llamaré al doctor de la familia para que venga a revisarte.—me ayudó a levantarme y me acerqué al lavabo para lavar mis dientes. 

— Haz lo que quieras.—Andrew suspiró mirándome y comenzó a desvestirse para meterse a bañar.

Después de lavar mis dientes salí del baño, yendo a la cocina para preparar el desayuno. Habían pasado dos meses desde la boda, mis suegros nos habían regalado una casa enorme porque según ellos nuestro departamento no era lo suficientemente grande para criar niños.

Niños, la señora Wong desde el día siguiente a la boda solo hablaba de que quería nietos lo más pronto posible. A veces quería decirle que eso sería imposible pero se veía tan emocionada, que al final solo le respondía que todavía no era momento.

Además, Andrew y yo no nos habíamos tocado de esa manera en meses, lo cual me sorprendía, Andrew se había convertido en otro hombre incluso antes de la boda. Tomaba en cuenta mi opinión, se preocupaba por mí e incluso me llevaba a citas todos los fines de semana. No entendía porqué el cambio o si solo era una fachada para conseguir la aprobación de su padre.

Serví el desayuno en la mesa y me senté a esperar a que Andrew bajara. Lo hizo un par de minutos después, estaba vestido con un traje gris y una corbata a rayas azul. Llevaba seis semanas trabajando junto a su padre, ambos habíamos dejado la universidad, él para trabajar y traer dinero a la casa y yo para ser ama de casa.

— Te quedó delicioso, amor.—dijo limpiando sus labios con una servilleta y miró detrás de mí, abriendo los ojos en grande.— Ya es tarde, mi padre se va a enojar... Ya me voy, descansa un poco. Ah, llamé al doctor, vendrá en unas dos horas, lo dejas pasar. Nos vemos en la noche.—se levantó y besó mi mejilla para luego tomar sus cosas e irse.

Suspiré terminando mi desayuno, dejé los platos en el fregadero para lavarlos después y fui a darme un baño. Me sumergí en el agua tibia y cerré los ojos, la imagen de Hendery vino a mi mente y sonreí. Me preguntaba cómo estaba, si me extrañaba como yo lo extrañaba. Unas semanas antes lo había buscado en redes sociales y lo encontré, iba a mandarle mensaje pero al final no lo hice porque tal vez él estaba mejor sin mí, tal vez hasta se había olvidado de mí.

Salí de la tina, envolviendo mi cuerpo en una toalla, me había quedado tanto tiempo en el agua que mi piel se había arrugado. Me vestí con ropa cómoda, ni salía de casa, para qué arreglarme. Me senté en la cama a ver una película mientras esperaba a que el doctor viniera.

Justo cuando la película iba a la mitad escuché el timbre de la casa, le puse pausa y fui a abrir. El doctor era un hombre algo mayor y de estatura baja, me parecía haberlo visto en la fiesta de compromiso pero no estaba segura. Nos sentamos en el sillón de la sala para que pudiera revisarme.

— El joven Wong me dijo que llevaba más de dos semanas con vómitos y mareos, ¿es cierto?—asentí mientras me revisaba con el estetoscopio.— ¿Ha tenido algún otro síntoma?

— No, bueno, a veces me siento muy cansada de repente... Y voy varias veces a orinar, ¿eso cuenta como síntoma?

— Claro.—respondió comenzando a tocar mi vientre.— ¿Ha tenido su periodo?

La pregunta me dejó helada. Hasta ese momento no me había dado cuenta de que llevaba meses sin tener mi periodo. Comencé a temblar, no podía estarme pasando eso otra vez.

— No...—apenas pude responder.

— Por su reacción creo que ya sabe que le voy a decir.—me dió una pequeña sonrisa y se puso de pie guardando sus cosas.— Está embarazada, le recomiendo ir lo más pronto posible al ginecólogo obstetra, si no estoy mal calculo que tiene aproximadamente dos meses, necesita tomar sus vitaminas prenatales y revisar que todo esté bien con el bebé. 

¿Dos meses? Dejé de respirar por unos segundos, eso sólo significaba una cosa. El bebé que estaba esperando era de Hendery. Me sentí inmensamente feliz y una sonrisa apareció en mis labios. Le agradecí al doctor y lo acompañé a la puerta.

Corrí rápidamente a la habitación y tomé mi celular para contactar a mi ginecóloga, tenía mucho tiempo sin verla, desde la última vez que perdí un bebé. Suspiré esperando que eso no sucediera esta vez, este bebé no lo quería perder. 

Me dijo que tenía tiempo libre a las tres de la tarde, por lo que quedamos a esa hora. Rápidamente me puse a hacer los deberes de la casa, Andrew a veces salía temprano del trabajo, no quería que llegara y viera todo como cuando se fue. 


(...)


— A ver, déjame revisar...—la doctora Chan colocó un poco de gel azul en mi vientre y luego pasó el transductor por mi vientre.— Ahí está, ¿lo ves?—miré el monitor tratando de encontrarle forma a las manchas que se veían ahí, negué algo avergonzada, la doctora sólo soltó una risita y me señaló donde se veía el bebé.

— ¿Ese es mi bebé...?—pregunté impresionada, era la primera vez que veía algo así, los otros embarazos no duraron lo suficiente.

— Sí, ese es tu bebé, tienes diez semanas, ya podemos escuchar su corazón... ¿Quieres escucharlo?—asentí con una sonrisa, unos segundos después se comenzaron a escuchar los latidos de mi bebé por toda la habitación.

Comencé a llorar incontrolablemente, escuchar su corazón latiendo fue algo abrumador y emocionante a la vez, mi bebé estaba vivo. Fue ahí cuando la realidad me cayó como un balde de agua fría, ¿qué le diría a Andrew? Era más que obvio que el bebé no era suyo, me daba miedo pensar en como reaccionaría.

— Tranquila...—la doctora me abrazó y me dió un pañuelo para secar mis lágrimas. Esperó unos minutos a que me tranquilizara y después siguió hablando.— Mira, como has tenido varios abortos en el pasado, el riesgo de que pueda suceder otra vez es muy alto, por lo que necesito que te cuides mucho, tienes que tener hábitos saludables, venir siempre a los controles y tomar los suplementos que te voy a dar, también trata de no estresarte.—asentí mientras la escuchaba, lo último me parecía casi imposible pero trataría, por mi bebé lo trataría. Me despedí después de que me diera la imagen del ultrasonido y me diera las vitaminas.

Volví a casa, las luces de la sala estaban prendidas por lo que supuse que Andrew había llegado ya, suspiré pensando en una mentira para decirle y me acerqué, estaba sentado en el sillón viendo su celular. Levantó su mirada hacia mí, me estaba preparando para decirle mi mentira cuando habló.

— El doctor Liu me llamó para decirme su diagnostico... Creo que por un momento me emocioné, pero luego recordé al imbécil ese.—se puso de pie y se acercó a mí lentamente, di unos pasos hacia atrás asustada.— Tranquila, no voy a golpear a una mujer embarazada... Dime, ese bebé que esperas, ¿es de ese hombre?


Forget Your Boyfriend | henderyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora