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Hyunsuk dejó su cuerpo caer sobre el sofá de la oficina. Estaba exhausto, y llevaba dos cirugías de al menos cuatro horas cada una, todo en un mismo turno.

— Mis pies... por Dios. —Se quejó cruzándose de piernas luego de quitarse las crocs que siempre usaba en el hospital.

Doce años habían volado desde que en el pasado había dejado a quien más necesitó en su momento, y llevaba cuatro trabajando como cirujano en el hospital de la universidad.

— Hey.

Y con Yoshi.

Hyunsuk volteó hacia la puerta con una sonrisa. Ambos entraron a trabajar en el mismo lugar, e hicieron la residencia en el mismo lugar, y de paso estudiaron en el mismo lugar y tiempo también. Ambos eran los únicos cirujanos pediátricos del hospital, y conocidos como los mejores del país... luego del jefe, que estaba ocupado siendo director y muy rara vez realizaba cirugías complejas por su edad.

— ¿Te vas de nuevo o te quedas a almorzar? —Preguntó Hyunsuk siguiéndolo con la mirada.

Compartían oficina por obvias razones, y a un extremo estaba el escritorio de Yoshi, y al otro el de Hyunsuk (más uno vacío porque no habían más cirujanos pediátricos). Al medio había dos sofás pequeños con una mesa en la que usualmente almorzaban rápido, y en los bordes había mesones y repisas con distintos papeles y carpetas. Yoshi se quitó la bata blanca y el estetoscopio del cuello para dejarlos en su silla.

— Tenemos diez minutos, hay conferencia en un rato. —Respondió antes de tronarse el cuello y avanzar hacia él.

Depósito un rápido beso en sus labios y luego se quedó a unos centímetros con una pacífica sonrisa.

— ¿Te fue bien? —Murmuró antes de regalarle otro corto toque.

— Mmh... ¿Y a ti? —Respondió en otro murmullo luego de asentir sonriente.

Yoshi amplió su sonrisa.

— Te amo. —Susurró mirando sus labios, y dejó tres toques seguidos antes de darle un beso de verdad, uno de unos cinco segundos aproximadamente.

— Bien, no hubo complicaciones a excepción de que una enfermera nueva se equivocó en el tipo de sangre y por suerte el enfermero Hang lo notó. —Dijo sentándose a su lado tranquilamente.

— ¿En el tipo de sangre? ¿Cómo se equivoca en algo tan básico? —Preguntó Hyunsuk sorprendido.

Yoshi agachó los hombros y abrió la bolsa del delivery que habían traído los residentes de oncología infantil, ya que ese era el hospital de niños. Siempre les llevaban comida además de la suya propia porque Hyunsuk y Jihoon les compraban café siempre que los veían, a menos que estuviesen en un apuro.

— ¿Tteokbokki? Dios... que rico. —Dijo Hyunsuk ayudándolo a sacar las cajas.

Era el mejor sitio de delivery que pedían esos residentes, y siempre entregaba unas maravillas de sabores impresionantes. Ambos quedaron impresionados con el sabor, y el estrés se iba fácilmente con una sola probada.

— Dios... mwe wncanta. —Dijo Hyunsuk antes de tragar lo que tenía en la boca.

Yoshi asintió de acuerdo.

— Yah, ¿Pero sabes qué me encanta más? —Dijo Yoshi llamando su atención.

Hyunsuk pensó unos segundos.

— ¿El gimbap? —Preguntó no muy seguro.

Yoshi sonrió y acercó su sonrisa a su rostro.

— Tú.

the cut that always bleeds - hoonsukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora