Razones del Por Qué.

Razón 1

No es fácil convencer a alguien que ha pasado por momentos dificiles, de que todo se va a solucionar. La vida es bella, dolorosamente bella, y debes aprender a resistirla. Decir que la vida es bella y seguir en pie, cuando tu vida va de mal en peor, es ser valiente. Y en este punto de mi vida, puedo considerarme valiente.
Es típico decir "¿Por dónde puedo comenzar?" Pero no, yo sé exactamente por donde hacerlo .

Los primeros años de mi vida fueron una maravilla, los primeros y escasos tres o cuatro años. Teníamos una casa hermosa que ahora se siente vacía y solitaria y una familia perfecta que se destruyó tiempo después ; teníamos una vida que muchos desearían y que ahora no se la deseo a nadie.

Entre los pocos recuerdos que tengo, y las cosas que mi madre me ha contado a lo largo de los años, puedo entender que todo comenzó cuando mi padre y mi madre peleaban. Esas pequeñas peleas comenzaron a mis cuatro años y fueron escalando a "No tan pequeñas". Esa era la rutina de todos los días, pero hubieron golpes algunas de esas últimas veces. Todo se iba derrumbando a medida que mi padre descendía en el trabajo y mi madre sufría por ello.
Cuando mi padre se iba después de cada pelea, solía volver al otro día con un ramo de flores pidiéndole perdón a mi madre, como si eso lo matara por dentro, y lo más estúpido es que ella lo perdonaba. Se veía en sus ojos y en su forma de hablar que aún lo amaba y que no podía dejarlo ir. Un amor de tantos años y decidir entre dejarlo ir o perdonarlo, no la culpo. Pero un día se cansó de tantas disculpas y lo echó...él no volvió a aparecer.

A los siete años mi madre me dejaba sola en mi casa, sin niñera, completamente sola. No me hacía comida antes de irse, no me saludaba, era como si yo no existiera. Me las arreglé toda mi vida de una u otra forma. Mi madre se iba en la mañana y volvía normalmente a la noche, hubo noches en las que la esperaba y nunca llegaba. Ella siempre me dio dinero para todos mis gastos...cantidades estúpidas e innecesarias de dinero que no reemplazaban su falta en mi vida.

El día que cumplí los trece años, , me puse a recalcular ciertos aspectos de mi vida. Siquiera en jardín de infantes, cuando todos los niños son la cosa más amigable del mundo, tuve amigos. De algún modo nunca me afectó demasiado, me gustaba disfrutar del silencio y estar sola, ya que así lo había estado toda mi vida, pero al mismo tiempo, para todo niño es necesario relacionarse y tener con quien divertirse además de uno mismo. Cuando hablaba con mi abuela por mensajes o videollamada, siempre me decía que no debía prestarles atención y que sólo eran niñas, y siempre he seguido ese consejo, pero a medida que crecía iba pensando que no era solo cosa de niñas. Desearía que mi abuela estuviera aquí conmigo.
Cada vez fue peor y peor y cada vez me afectaba más no tener con quien divertirme, con quien salir, con quien hablar...con quien estar. Las cosas me afectaban y dejaban de hacerlo al poco tiempo, era un sube y baja de sentimientos y preocupaciones, pero lo que nunca se iban eran los problemas, esos siempre estaban ahí.

Cuando crecí, mi madre se iba por días, incluso semanas, con Erick, su pareja. Él me odia con todo su ser y yo lo odio a él aún más. La primera vez que lo vi me insultó, y mi madre no le dijo nada, eso fue aún más doloroso. Es del tipo de hombres adinerados que creen tener el mundo a sus pies y por eso hacen lo que les plazca. Se van de viaje muy seguido, ya que él es un hombre de negocios.
Después de que se fue mi padre, nuestra relación se vino abajo. Tampoco podría culparla, nunca vi a una mujer que haya sufrido tanto y siga en pie. No la admiro, pero es una mujer fuerte a pesar de que no haya sido la mejor madre.

Llegamos a la parte del amor, lo único que funcionó en mi vida a pesar de todo lo que pasamos para estar juntos.
Todo lo que escribo es sobre eso, incluso este libro. Para mantener los recuerdos vivos, para tenerlo siempre cerca de mí...para recordar que lo voy a amar por el resto de mi vida.

Con mis catorce años, ahí es donde empezó todo, día tras día, semana tras semana...año tras año.