Gorgeous (KINKTOBER 2022)

Día 4: Sexo en la Ducha

Tony se acomoda mejor en el asiento del avión privado, siente su cuerpo pesado por el cansancio y su irritabilidad es palpable, pero eso no va a evitar lo que está por hacer.

Sabe que lo que hace no está bien, pero ya está sintiendo los síntomas de abstinencia. Durante sus juntas a estado irritable, molesto, incluso tenso, incomodando a todos los presentes; y culpa completamente a Steve, por ser la viva representación de lo que él considera sexi. Es la culpa del rubio, por ser la personificación de todas las fantasías sexuales que tuvo, todo su cuerpo del rubio es una maldita obra de arte esculpido por alguna divinidad con la intención de hacerte caer en la lujuria.

Era tan adicto al rubio que sí tendría su agenda vacía, encerrará a Steve en su cuarto y nunca saldrían, olvidándose de comer incluso de beber, solo porque tiene al rubio a su disposición las 24 horas del día; quizás lo tendría atado a su cama desnudo o quizás usando uno de esos bonitos disfraces que tenía guardado en el fondo de su armario, para que follen como un par de conejos caóticos.

¡Mierda!

Esa y más fantasías había acumulado en el último mes, y todo culpa del hecho de que Steve estaba lejos. Primero fue su viaje de negocios, que solo serian un par de días; sin embargo, por complicaciones, esos días se volvieron casi tres semanas. Luego, hacía una par de días, Steve le mando un mensaje comunicándole que estaría lejos del país por una misión de la cual no dio detalles, por lo que si Tony volvía hoy a la torre, encontraría su habitación vacía. No quería eso, ya estaba cansado de utilizar su mano para complacerse a sí mismo, en vez de tener su sexi esposo consolándole, por lo que hizo un pequeño cambio de planes.

Solo haría una corta escala antes de volver a América. Visitaría a Steve, quitaría la frustración que seguramente ambos habían acumulado y fin, no era un plan tan complicado y no distraería a ninguno de sus tareas, más bien cree que puede beneficiar, ya que al ya no sentirse tensos tendrían más comodidad de terminar sus trabajos.

Cuando llego al "hotel" (Prefirió llamarlo así, porque claramente ese edificio no entraba en esa definición). No le costó mucho saber la habitación donde estaba el rubio, porque consigo todo lo que quería hackeando... perdón, revisando los sistemas de S.H.I.E.L.D. Aunque el lugar se veía muy mal por la fachada, al interior sin duda se veía mucho mejor, convirtiéndose en un perfecto escondite.

No se detuvo en la recepción, no quería que algún agente lo reconozca y lo lleve a ser interrogado, subió por las escaleras que le llevaría al piso donde sabía que se encontraba la habitación de Steve. La puerta de la habitación tenía una especia de cerradura electrónica que claramente no era rival para el castaño, así que no le consto mucho abrir la puerta. Entro a la habitación con cuidado, no quería que el rubio piense que él es un enemigo y lo ataque. No encontró a nadie en cuarto, y por un momento se sintió decepcionado creyendo que su esposo aún no había regresado a descansar, sin embargo, al adentrarse un poco en el dormitorio escucho el sonido de la ducha.

Una sonrisa se le dibujó en el rostro del castaño que no dudo en caminar a la puerta del baño. Al abrir la puerta, el vapor fue lo primero en recibirle, entorpeciendo su búsqueda. Camino más adentro del cuarto del baño encontrando la imagen de su esposo en la ducha a través de la puerta translúcida. A Tony se le secó por completo la boca al ver en que pose estaba Steve. Podía ver que una de sus manos estaba en la pared buscando apoyo mientras la otra estaba en su trasero, Stark sabía perfectamente lo que estaba haciendo; aunque la imagen sea algo borrosa, escuchas los pequeños gemidos que soltaba el rubio mezclado con jadeos que el agua de la ducha no llegaba a encubrir dejando obvio que Steve estaba metiéndose los dedos.

Tony empezó a quitarse su ropa admirando como su esposo empezaba a mover su mano y sus caderas, provocando seguramente que sus dedos entren más profundo.