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La única cosa que Hirai Momo esperaba todos los días era una carta.
Nunca faltaba, siempre estaba allí, deslizada en su casillero en algún momento del día, era como una especie de sorpresa. El contenido era siempre diferente, y vacilaba entre páginas y páginas de pensamientos, en una palabra, una imagen o un símbolo. Había estado sucediendo desde hace un mes ya, y a pesar de sus diferentes intentos de comunicación, nunca podía encontrar una manera de responder a las cartas.

Ese día Momo corrió a su casillero después de un difícil examen, desesperada de algunas palabras amables de la persona que escribía las cartas. Nunca fueron firmadas y Momo no podía comparar la escritura con nadie conocido. La carta cayó al suelo cuando ella abrió la taquilla, como una mariposa liberada de una jaula.

Hirai no pudo mas que sonreír cuando la leyó.

"Aquí están todas las cosas que puedes saber de mí:

- Soy una chica.

- Tengo diecisiete años.

- Estoy en una de tus clases.

- Creo que eres hermosa.

- Yo estaba en la multitud cuando jugabas al fútbol con el equipo masculino. Eres mejor que la mayoría de ellos y creo que podría sustituir a uno de los jugadores con facilidad.

- Yo no creo que sea una lastima que prefieras practicar deportes a ser una animadora ".

Su corazón se agitó mientras leía, especialmente los últimos dos puntos. Dos semanas antes había sido aprobada para jugar en el equipo de fútbol, que era por lo general todo de hombres. Debido a que varios de los jugadores han sido expulsado del equipo por malas calificaciones, el capitán estaba desesperado por otro jugador. Sabía que Momo era fácilmente la mejor atleta femenina en la escuela y le pidió que entrara a reemplazar un juego. Su cuerpo era pequeño pero era rápido con años de trabajarlo, dejándola decentemente fuerte. La sensación de correr por el campo con el balón en la mano mientras toda la escuela le animaban ... no había mejor sensación. No había nada que venciera la adrenalina cuando fue tackleada en el suelo, con el impulso de volver y ganarle al otro equipo.

Ella deseaba tanto hablar con esta chica que escribía sus cartas para ver qué aspecto tenía, para escuchar su voz. Era una locura pensar que ella podría estar enamorándose de alguien con la cual en realidad nunca había hablado, pero siempre existía la posibilidad de conocerla en la vida real y era consciente.

"Estoy en una de tus clases..." La mente de Momo giró, tratando de averiguar quién podría ser. Recorrió con sus dedos la carta y se dio cuenta que en el dorso tenia escrito algo. "Si quieres escríbeme, deja tu carta en la parte superior del casillero 200. No es mío, pero no te preocupes, la iré a buscar." Finalmente Momo tendría la oportunidad de preguntarle algo. Ella escribió un mensaje rápido en un pedazo de papel y volvió a cerrar el sobre en la que su carta había venido.

"Puedo saber quien eres?. Tengo muchas ganas de conocerte, Tus cartas me hacen feliz todos los días. ahora me tengo que ir a hablar con el entrenador. Muchas gracias."

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"Yo puedo jugar, y usted lo sabe". La joven deportista le decía a su entrenador.

"Lo sé, Momo. Sin embargo, este es el equipo de muchachos, y la gente se queja diciendo que no es justo. Los chicos no te pueden tacklear. Es una gran cantidad de entrenamiento y trabajo duro ".

"Deme una oportunidad" Hirai suplico. "Si ellos no me pueden derribar porque soy chica, es una mierda ser ellos. Por favor, deme un par de juegos. Sólo unos pocos. Le mostraré, que puedo hacer esto. " El entrenador suspiró.

ABOUT A GIRL (DahMo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora