CREEKTOBER 2022

4.- Compañeros de cuarto

Compartir cuarto era algo nuevo para mi.

Toda mi vida he estado solo, literalmente.

No tuve hermanos ni mucho menos familiares que vivieran cerca para quedarme alguna veces.

Siempre estuve acostumbrado a mi espacio propio.

Pero de alguna forma se siente bien compartir un espacio con alguien a quien aprecias.

Sobre todo si es al despertar arruga la nariz por tener que despegarse de las sabanas. Al abrir sus ojos lo primero que notas es ese brillo inconfundible por tenerte cerca.

La manera en la que sus brazos te envuelven al amanecer y a la hora de dormir.

En toda mi vida mi cuarto siempre ha sido un desastre, casi nunca lo recogía y con facilidad se llenaba de polvo y basura acumulada. Ahora hay cierto pelinegro que cada fin de semana se encarga de mantener en orden este pequeño lugar.

Hay estantes con figuras de caricaturas que no conozco, estantes con comic que en mi vida he leído, en mi armario hay ropa más grande que la mía, una pequeña lampara que en ocasiones es encendida y muestra estrellas de colores.

Sin embargo también puedes encontrar cosas mías ya sean colecciones de libros de conspiración, posters de la cafetería en la que trabajo, múltiples pequeñas construcciones de legos con temáticas de series o películas construidas por mi.

Claramente al principio de mi parte hubo temor y nervios ya que nunca tuve una experiencia igual.

Por supuesto hubieron peleas por elegir lados en la cama, desordenes, accesorios perdidos y que color utilizar en el cuarto.

Aunque también hubieron momentos lindos.

¿Saben lo lindo que es sentir la compañía de alguien?

Escuchar su calmada respiración en noches en las que te despiertas ansioso, observar como tu ropa esta ordenada y bastante fácil de encontrar, como tus figuras son cuidadas con detenimiento y no hay ninguna capa de polvo encima.

Pequeñas cosas han hecho que este cuarto sea agradable.

Craig lo ha hecho sentir mi lugar seguro.

Pero no es lo que hay en el cuarto lo que me gusta más.

Si no que es él.

Su calidez y el tiempo que le dedica para que sea cómodo.

A veces ayudo un poco para no ser una carga, aprendí a no dejar mi ropa regada que hay una pequeño lugar donde ponerla para que mi novio la recoja y lave.

Aprendí a hacer una cama decente para que en esos días en los que se siente cansado pueda acostarse en una cama limpia y acomodada.

No sabía lo agradable que es abrir las ventanas y recibir los rayos del sol para que un cuarto no se vea oscuro y tétrico.

Lo divertido que es reacomodar todo de vez en cuando.

Ser el compañero de cuarto de mi novio es maravilloso.

Aún recuerdo la vez que me lo pidió.

Teníamos ya 4 años de ser novios.

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-¿Tweek?- llamo el pelinegro, escuchando de fondo un murmullo de ser escuchado- sabes, creo que llevamos mucho tiempo juntos- comenzó.

El rubio al escuchar esto dejo lo que hacía para prestarle atención al otro chico.

-Si, ya son 4 años- dijo con una sonrisa nerviosa.

-Creo que es momento de dar el siguiente paso, estoy harto de estar alejado de ti todo el tiempo- confeso rápidamente.

Al recibir la información tan rápido fue fácil malentenderla.

-¿Qué quieres decir? ¿Estas harto de mi? ¿N-No te he dado suficiente tiempo a-acaso?- dijo ya nervioso.

-No cariño, me estas mal entendiendo, no estoy harto de verte o del corto tiempo juntos, lo que quiero decir es que...- se quedo callado un momento mientras era observado por el rubio- yo quiero estar el mayor tiempo posible contigo, despertar juntos, desayunar juntos, los fines de semana no tener que visitarte si no estar ya ahí contigo, pasar cada celebración a tu lado sin necesidad de en algún momento volver a mi hogar, disfrutar de un espacio en donde estemos tu y yo solamente- declaro.

Tweek no comprendía del todo y se lo hacía saber con la mirada, Craig giro los ojos mientras un sonrojo adornaba su rostro.

-En pocas palabras, quiero vivir junto a ti, tal vez no en una casa pero podemos rentar un pequeño cuarto para ambos, claro si es que quieres, si no entonces yo digo que olvides lo que...- hablaba avergonzado el pelinegro pero fue interrumpido por el rubio.

-¡SI QUIERO!- dijo fuertemente mientras se acercaba para abrazarlo- Y-Yo tal vez no sea el mejor co-compañero de cuarto pero si me gustaría pasar todos los días junto a ti sin tener que dejarnos de ver- confeso mientras pasaba sus brazos por su cuello para atraerlo en un beso.

Con el paso del tiempo encontraron un pequeño lugar donde estar, como supusieron no era grande pero lo si lo suficiente para iniciar.

Amaban ese pequeño cuarto.

Porque era su lugar.

Su hogar.