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Una tarde iba al cine a ver el estreno de una película, ya estaba en el centro comercial, estaba muy emocionada por la película.

Estaba subiendo las escaleras q tenían una alfombra desde el inicio de la escaLera hasta el final de color rojo.

Levanto la mirada y me encuentro con Martín Vargas de morat, iba vestido con un conjunto de camisa con botones y su pantalón negro igual q la camisa. Un estilo q se lo pondría cualquiera pero no Le quedaria tan bien como a él.

Yo iba a la mitad de las escaleras cuando lo llamé.

-Martín!-él al escucharme se volvió A ver Quien lo llamaba, y en ese momento sentí vergüenza.

Pero es q como se me ocurre llamarlo! Y lo peor del caso, para qué lo estoy llamando?

Solo digo q es como si mi boca tuviera vida propia.

Él al verme (supo q era yo por estar roja como tomate y porque dije su nombre de nuevo como para verificar q era real q estuviera ahí), él me sonríe y me extiende la mano.

-La llevo hasta la entrada- me dice y yo tomo su brazo como si me lo fueran a quitar, inmediatamente siento su músculo y yo me siento más avergonzada.

-tranquila agarrame con confianza - me dice, y yo me aferro a su brazo como si mi vida dependiera de ello.

-MARTÍN! - escucho a una señora llamarlo, y esa señora viene detrás mi con quien creo q es su hija a su lado.

Martín ignora el llamado y seguimos caminando.

-como te llamas? - me pregunta.

- Gianeth - le digo

- Te llamaré Gia - me dice con una sonrisa q hace q se le marquen sus hoyuelos.

-Martín Vargas en serio me estas ignorando! - dice la misma señora .

- que quiere? - Martín le dice sin detenernos a ver a la señora.

- pensaba q ibas a llevar a mi hija, aquí está - le dice la señora con cierto enojo - pero no, estas con una niña q hasta el momento me parecía linda pero ya no lo es por quitarle la pareja a mi hija.

La chica no dice nada, es como si estuviera muda.

- disculpe señora, pero como usted misma lo dijo - dice Martín Mirando por encima de su hombro a la señora - estoy con una niña linda y es mi amiga, así q mas respeto.

- Lo que faltaba! - dice la mujer con sátira - que te gustaran las niñas, tremendo sádico nos saliste.

Martín se tensa y detiene el paso, se vuelve hacia la señora con enojo.

- Yo dejé bien claro q la relación entre su hija y yo se había acabado - Martín se veía, corrección, estaba muy enojado, tenia la mandíbula tensa y una vena en el cuello q le palpitaba.

- Pero claro, es obvio q la dejaste por esta culicagada - dice la mujer y yo no entiendo nada de lo q está pasando.

- Disculpe señora pero a mí no me esté insultando ni metiendo en sus problemas porque usted no me conoce de nada ni yo a usted, así q mucho respeto con lo que dice y si Martín decidió dejar a su hija es problema de ellos no de usted, así que dejenos en paz y váyase. - le digo a la señora ardiendo en cólera.

- Pero quien te crees tú robanovios - habla la mujer y ganas no me faltan de darle una cachetada.

- Váyase ya, no se meta con ella q es cierto q no tiene nada que ver y dejenme en paz! Yo no voy a volver con Catalina señora Maria, así q deje de buscarme en mi trabajo y en mi casa, si siguen así les pondré una denuncia - dice Martín ya harto de la situación - y sí, dejé a su hija por Gianeth, cuál es el problema? Es mí vida y yo decido con quien vivirla.

Yo me quedo en shock por lo que acaba de decir, obviamente no creo lo penúltimo que dijo porque vamos, nos acabamos De conocer! Es imposible q sienta algo por mí, una simple chica obsesionada con la banda y con él claro, pero estoy clara que solo es puritita casualidad q nos hallamos encontrado y esté a su lado.

Siento que me chasquean unos dedos delante de mis ojos y ahí vuelvo a la realidad.

Veo a las mujeres ya lejos, supongo que han pasado unos minutos desde que Martín dijo eso.

- Disculpa por lo q acabas de ver, pero es que esas mujeres no entienden que ya todo acabó y no tengo nada que ver con su hija. - me dice Martín con cierta preocupación.

- Tranquilo, solo vayamos a ver la película - digo sin tanto ánimo como antes.

- Aún quieres verla? - me pregunta Martín.

- Pues a eso vinimos, no? - le digo desanimada.

- pero si quieres podemos ir a otro lugar - dice con cierta diversión en su rostro supongo q para animarme.

- Martin - empiezo con desilusión y tristeza - de verdad quieres andar con una desconocida por ahí sabiendo lo gran reconocido q eres? Y si nos toman una foto y sacan conclusiones q no son ciertas? Yo de verdad me siento feliz de haberte conocido en persona, de, aunque no lo creas haberte defendido supongo?. El punto es q tengo miedo.

- pero miedo a que Gianeth?

- miedo a perderte por saber como soy, porque supongo que si digo que si vayamos a otro lugar obviamente nos conoceremos mas y si no quieres seguir siendo mi amigo lo entiendo- siento lágrimas en mis ojos pero me niego a que salgan - no serás la primera persona que se va y no se por qué, soy tan mala persona o compañía para que me dejen y echen a un lado?

Si dije q no dejaría mis lágrimas salir olvidenlo, ya están mojando mis mejillas y me cubro mi rostro para q Martín no me vea y salga corriendo, aunque ya para que? Ya me vio lo suficiente como para decidir si se va o no.

- Gianeth no se quien o cuantas personas se han alejado de ti - dice con tono de voz comprensiva - pero te aseguro q si me dices q aceptas mi invitación no te dejaré de hablar jamás - lo dice quitando mis manos de mi rostro - estoy seguro q más bien te cansarás de mí.

Lo ultimo lo dice con una sonrisa nostálgica, no sé q haya pasado con su vida como para decir eso, es que ES MARTÍN VARGAS DE MORAT POR DIOS! quien se va a cansar de ese hombre? El q lo haga es porque le falta un tornillo.

- Te puedo abrazar? - me dice y me toma desprevenida, no me gustan mucho los abrazos , y por lo q sé él es repartidor de ellos.

Asiento porque no se sabe si algún día volveré a abrazar a Martín Vargas.

Y vaya que si lo hice.

Si todo fuera posible - Martin VargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora