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Lisa se levantó con su cuerpo casi congelado, sus manos estaban heladas e incluso podía sentir su sangre fría.

—¿Porque diablos hace tanto frío?

Se dio un baño de agua caliente pero aún así el frío no se iba de su cuerpo, se vistió y se colocó un hoddie, no solía abrigarse ya que casi nunca tenía frío pero hoy no era así.

—Rosie ¿Tienes prendido el aire acondicionado?

—No

—¿Entonces porque hace tanto frío?

—Según el pronóstico del tiempo, dicen que hay muchas probabilidades de que comience a nevar

—Pero si estamos en noviembre

—Pues al parecer la nieve se adelantó

—Joder

Las dos chicas se fueron abrigadas al instituto, Lisa rogaba porque en cuanto empezará a nevar suspendieran las clases, pero estaba segura que eso no pasaría.

—Joder, odio tener frío— Yoongi estaba hecho bolita en su lugar—Jungkook ¿Tú estás loco acaso?

—¿Porque?

—Solo traes un suéter que no te cubre casi nada

—Bueno, aún no tengo mucho frío pero por eso traigo un par de hoddies en mi mochila

En cuanto Yoongi miró a sus dos amigas llegar, rápidamente se abrazó a Rosé, el castaño no tenía otras intenciones con la chica, al contrario la quería como a una hermana, el chico no suele ser cariñoso pero con Rosé era diferente, o mas bien dicho con sus amigos.

—¿Porque no puedo ser el?— Habló Jisoo mirando como Rosé abrazaba a Yoongi

—Ahora que lo pienso, Jisoo, Nunca te has acercado a Rosé— Irene sacaba sus conclusiones

—Y si no lo hace jamás podrá estar en sus brazos como lo está Yoongi— Le siguió Seulgi

—¿Porque no te le acercas?

—Le da pena— Nayeon lo sabía

—callense

Cuando las clases comenzaron también la nieve comenzó a caer, la peligris cruzaba los dedos para que el profesor dijera solo cuatro palabras "Se cancelan las clases" pero en realidad no fue así.

—Ya saben que aunque caiga nieve no se cancelarán las clases así que continúen con su trabajo

En el salón se escuchó un triste "aaaaaaa" pero el maestro sólo los ignoró.

—La única clase que se cancela hoy es la de natación

–Se cancelen o no, nadie me impedirá que falte— Se quejó Yoongi

Mientras tanto, en su esquina, Lisa reía de algo que le causaba gracia, Jennie a pesar de estar abrigada temblaba como un perrito chihuahua, cosa que a Lisa le causaba gracia y a la vez ternura.

—¿De que te ríes?— Jennie se dio cuenta

—¿Yo?— Lisa se hizo la que no sabia nada— De nada ¿Porque?

—No soy tonta, miré como estabas riendo— Jennie seguía temblando

—Perdón, no puedo evitarlo sí estás temblando como un perrito chihuahua

Jennie solo la miró mientras temblaba, la peligris le sonrió y sin pensarlo coloco su mano encima de la de Jennie. Mientras que la castaña sólo miraba la mano de Lisa y luego su rostro.

—Wow, tus manos están congeladas

Lisa le hizo una señal a la castaña para que le diera la otra mano y así envolver las dos entre las suyas que al contrario de las de Jennie estaban calientes.

—¿Como es que tus manos están calientes?

—Por esto

Jennie se sentía bien con las manos de Lisa alrededor de las suyas, encajaban perfectamente, pero su felicidad terminó cuando Lisa deshizo el agarre para sacar algo de su mochila.

—Toma

Lisa sacó un pequeño parche de calor  y lo colocó en las dos manos de Jennie.

—Con esto será suficiente para que tus manos estén calientes

Jennie sonrió y le agradeció, Lisa le devolvió la sonrisa para luego dedicarse de nuevo a la clase.

Durante el almuerzo Lisa no disfruto su comida debido a que Kai se había sentado en la mesa de Jennie, y lo peor era que, Jisoo había derramado su café accidentalmente sobre Jennie.

Minutos antes...

Rosé y Yoongi aún estaban en la fila para comprar su almuerzo al igual que Jisoo y Nayeon. Las últimas mencionadas se encontraban justo detrás de la rubia, y Jisoo miró como una oportunidad para acercarse a Rosé cuando a esta se le cayó su billete. Los cuatro al ver el billete tirado se apresuraron para juntarlo sin embargo solo una persona lo tomó. Jisoo.

La pelinegra se lo entregó a Rosé y pensó que no le gustaba tanto como imaginaba, pero cuando la rubia le susurró un "gracias" y le dio una sonrisa tímida, Jisoo sintió su corazón acelerarse. Eso habia sido suficiente para irse a otro mundo llamado "Rosé".

Gracias a que su mente estaba en otro lado, no se dio cuenta y al llegar a su mesa, tropezó derramando su café sobre Jennie.

—¡Perdón Jen! Dios, estaba distraída

—No te preocupes Chu, fue un accidente

Para suerte de la castaña solo su suéter se había ensuciado, sin embargo ahora solo se encontraba con su camisa, y obviamente, tenía frío.

Algo que hizo que a Lisa le molestará más fue que Jackson no dudo en acercarse y ofrecerle su abrigo, y claro como Jennie moría de frío, no podía rechazarlo.

A la salida

—Jungkook, me prestas tu hoddie?— pidió Lisa

—Claro

Lisa solo había llevado su hoddie, pero en su mochila, como Rosé la había obligado, traía un gorro y una bufanda. Ella no pensaba usarlos, tenía otros planes.

Jackson se acercó rápidamente a Jennie que apneas estaba saliendo de la escuela junto a sus amigas, que cuando vieron al chico acercarse se despidieron.

—Jennie

—Jackson

—¿Irás sola a casa?

—Supongo

—Puedo acompañarte si qu...

—Eso no será necesario— interrumpió una voz

—¿Y según tú, porque no?

—Porque yo lo haré, así que puedes retirarte

Jackson solo rodó los ojos y se despidió de Jennie de mala manera, pero antes Lisa lo detuvo de nuevo.

—Espera, te olvidas de algo

La peligris se acercó a Jennie y le quitó el suéter del chico para arrojarlo a él.

—Ahora sí te puedes ir—Jackson miró molesto a Lisa

—Mi suéter está húmedo Lisa, ¿Acaso quieres que muera de frío?

—¿Quién dijo que morirías de frío?—Lisa se quitó su hoddie y se lo dio a la castaña— Úsalo

Jennie sólo la miró y sin decir nada, se lo colocó. Apenas iba a mirar a Lisa de nuevo cuando la peligris se adelantó y envolvió su cuello con una bufanda, luego colocó un gorro en su cabeza y al final le dio otro parche de calor colocando sus manos dentro de los bolsillos del hoddie.

—¿Y bien? ¿Morirás de frío?—Le sonrió y Jennie sólo la miraba

—No, pero tú sí

—No, Jungkook me prestó su abrigo

—Pero..

—Pero nada, anda, vamos a casa

Lisa comenzó a caminar dejando a una castaña pensativa y con un extraño malestar en su estómago.

—Tengo prohibido enamorarme de ti pero te portas tan bien conmigo y esa estúpida sonrisa... me es inevitable no enamorarme de ti—susurró para luego seguir a la peligris

prohibido enamorarse de Lalisa ManobalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora