Capitulo 17

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El faraón mando a que todos los ciudadanos de pueblo atacado entraran al palacio para pasar la noche, la sala del trono estaba llena de personas lesionadas. Desde quemaduras, hasta una fractura o una apuñalada, los ciudadanos estaban perplejos, los rumores de la frialdad del faraón hacia el pueblo eran totalmente equivocados. 

Todos y cada uno de los ciudadanos fueron atendidos por los sirvientes del Faraón, dándoles comida, bebida y algunas sabanas para cubrirse del frio de Egipto. Por otro lado el Faraón solo permanecia al lado de aquel joven salvador, que permanecia dormido desde hace ya un buen tiempo. 

-Mahad, ¿no has encontrado a su familiar? - Pregunto el Faraón a su sacerdote Quien estaba en la puerta de la habitacion haciendo guardia.

- No mi señor, preguntamos a cada una de las personas que están en el palacio y ninguna sabe el paradero del familiar del joven -

El joven suspiro viendo tristemente a Heba quien estaba descansando con un rostro de dolor, ¿qué pasaría si, su familiar fue secuestrado por esos malditos?, ¿Como reaccionaria aquel joven al escuchar la noticia?

-Bien, hay que preguntar mañana al pueblo, algunos locales les ofrecieron alojo, debe estar allí. -

El sacerdote asintió, -Su majestad, ya debería retirarse a dormir, es tarde y mañana neceamos sabes cual será la siguiente jugada que realizaremos. - 

-SI, Mahad. te lo encargo mucho, por favor. Manda un soldado y que se quede resguardando a Heba, que los demás de la corte también vayan a descansar. Mañana los quiero a primera hora de la mañana en el salón del trono, después de que los ciudadanos hallan desalojado esa habitación.  - 

-Por supuesto mi señor, tenga una noche agradable -

(Heba, descansa)









- ¡Dinos, donde escondiste al niño! - el sonido del cuero pegando sobre la piel era inconfundible, resonaban en toda la celda. 

- No les voy a entregar a mi hijo y menos por lo que le hicieron al pueblo entero - La voz de la mujer se escuchó fuerte y clara a pesar de dolor que sentía. 

- Mujer estúpida, ¿prefieres morir tu?, alguien nos lo dirá en algún punto y créeme no va a ser difícil encontrarlo.  -

La mujer se sentía destrozada, su cuerpo desnudo frente a dos hombres que la golpeaban. - No lo voy a permitir, mi hijo no sera entregado por mi, los dioses me lo dieron y si es destino de otro decir donde esta me parece perfecto, yo no pienso entregar a mi hijo-

-Mmm, Zeca. por qué no pides ayuda a tu marido?, o aún mejor a tu protector - rio un Hombre mientras entraba a la celda luciendo serio. -Puedes simplemente entregarnos a Heba y listo. te dejaremos libre, sin Más. -

La mujer se limito a apretar los dientes -Donde quiera que este mi Heba, esta mejor que con ustedes. - Djo la mujer a regañadientes. 

- Tranquila, ya tarde que temprano lo encontraremos y su poder sera nuestro. Por otro lado, si no lo hacemos, creo que sera necesario pidir ayuda tuya o de alguien más - Sonrio el hombre mientras veia al cielo.



- Mamá! - Grito Heba despertando de golpe para después soltar un quejido. -Donde? - Dijo observando sus alrededores. (es verdad, la habitación en el palacio) Pensó para volver a recostarse. (¿Por qué me parezco al Faraón?) Su mente divagando por mucho tiempo hasta que escucho que el soldado de fuera saludo a alguien, haciendo que cerrara los ojos fingiendo estar dormido.

-Heba - Hablo una voz suave. -Lamento que tengas que estar aquí, pero ¿porque eres idéntico a mí? -El joven sintió una mano delgada en su rostro, una mano un tanto cálida. -No tengo palabras para describir esto, mi agradecimiento por salvar a mi amigo, pero siento cálido verte, estoy confundido, eres una persona muy agradable, no hablamos por mucho tiempo, pero de verdad, eres muy lindo. No puedo dormir sabiendo que están esos malditos aun allí fuera. Mahad estuvo preguntando por tu familiar Zeca, pero nadie sabe dónde está. Lo siento -

después de un rato nuevamente el faraón se retiró, Heba se giró y lloro en silencio hasta que durmió (madre...)

Mi otro yo !!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora