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|Regulus|
Decir que las cosas estaban mal sería quedarme corto.
Las vacaciones de verano habían llegado nuevamente pero esta vez se sentían distinto, casi no hablaba con nadie, ni siquiera con el molesto de mi hermano. Y un sentimiento vagamente extraño se hacía presente en mí y odiaba sentirlo.
Regina.
La causa del por qué me siento así, el último contacto que tuve con ella fue desastroso. Ese día me sentía realmente frustrado ya que mis padres me advirtieron que dejara de juntarme con gente más baja de nuestro estatus, además de advertirme que si no podrían tomar medidas severas contra ella, lo último que quería era que le hicieran daño a la única persona que parecía entenderme.
Por otro lado me mencionaron que en algún momento tendría que unirme al señor oscuro y aunque siempre lo he deseado me estresaba no poder estar a la altura de las expectativas de mis padres. Ese deseo de poder llenar lo que Sirius no logro me hacía consumirme lentamente.
Quería confiar en mí, en que yo puedo ser capaz de eso y más pero a veces me era asfixiante, esa era la clave, las personas a mi alrededor me hacían sentirme así.
Las siguientes semanas de regreso a casa transcurrieron con lentitud, y note que ya no había discusiones entre mis padres y Sirius, lo que quería decir que él se la pasaba encerrado en su habitación, la cual se encontraba a lado de la mía.
Cada día me siento peor que el anterior, solo pensaba en Regina y como se sentiría o en que estaría pensando. Pero era peor por las noches ya que soñaba con ella y el espantoso último momento que pasamos, lo único que recordaba eran sus ojos llenarse de lágrimas.
— ¡Ah! — solté un quejido.
De nuevo se instaló el gran silencio que siempre acompañaba a esta casa, eso hasta que se escucharon unos pasos.
— Por Merlín Regulus, es medianoche — mi hermano se apareció en el marco de la puerta.
— Lo siento, solo vete ¿quieres? — me talle los ojos, pero al no escuchar nada mire de nuevo.
— ¿Que te pasa? — se acercó a mi — ¿es por lo de los mort... —
— No — conteste rápidamente.
Y aunque no quería decirle realmente que o mejor dicho quién me traía así, sabía que necesitaba al menos sacar el sentimiento con alguien.
— Es por — dude — es por Regina — mire al suelo rápidamente.
Se instalo un silencio.
— Entiendo — pareció pensarlo — es por la discusión que tuvieron el ultimo día ¿cierto? —
— Si, sé que fue bastante malo el cómo le hable pero ese día me sentía demasiado frustrado y sus actitudes de ser tan insistente y parlanchina aunque en otros momentos me agradan de ella ese día no y en lugar de explicárselo solo le hable mal. Y ahora me siento muy culpable porque se lo frágil que puede llegar a ser y odio como me siento por ella, solo no sé qué me pasa — hable tan rápido que para cuando termine parecía estar tratando de recuperar el aliento.
