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El duelo es un proceso, no un estado.

-Anne Grant.

2 de Noviembre 2020.

El día de muertos a llegado, se dice fácil pero mejor que nadie saben que no lo a sido.
La verdad es que no sé si sea yo, o el día, la casa, sus cosas o todo junto pero hay esa extraña melancolía envolviendo todo a su paso.

El cielo naranja es lo que más resalta la tarde de este día, suspiro profundamente para no llorar pero la verdad es que quiero hacerlo como nadie, me preguntó si están aquí, si vinieron a visitarme. Yo quiero creer que si aún que sea pronto.
La verdad es que hoy quiero narrarles este día como si estuvieran conmigo.

Papá, estoy sentada en el jardín bajo el árbol que muchas veces te dio sombra, el viento sopla suavemente moviendo las ramas de este en el proceso, es apenas perceptible pero lo hace. Este lugar es el que logra hacerme sentir cercas de ti.

Mamá, debo confesar que en mi rezago se encuentra tu chaleco, intenté ponermelo pero simplemente no pude, sabía que si me lo ponía me rompería en ese momento y es que a paso ya un tiempo y sigue oliendo a ti, todas tus cosas, aún huelen a ti, aveces también quisiera que la casa también tuviera tu olor pero eso ya no pasa.

Miro nuevamente el cielo y esa parte naranja se guía como un camino, y entonces se que están aquí. Que de verdad no hay obstáculo para cuando amas alguien, el nudo se acentúa cuando veo dos palomas llegar. A mí me gusta creer que son ustedes que no me han dejado sola, que vienen a ver si sigo bien y entonces la primera lágrima resbala y aterriza sobre  esta hoja después le sigue otra y otras más hasta que terminó llorando abiertamente. Es un dolor tan grande, tan profundo, duele tanto que ahoga.

Ya no quiero esto, ya no. Paso el dorso de mi mano por mis ojos tratando de quitar todas las lágrimas pero siguen saliendo. Tal parece que no me detendré por un rato.

Los extraño tanto pero tanto, que duele.

Cartas al cielo (Bilogía Más Haya De Tu Muerte I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora