cereza, miel y limón

Limón

Traté de dar una pausa para aclararnos las cosas,

pero lo único que he encontrado en este tiempo

es que mi amor es tan tortuoso

como sincero.

Quisiera que abrieras tu mente

que de ti broten las palabras que ansío oír

y que abras tu corazón

para que golpees mis dudas hasta que estas se aclaren.

Y mírame bien, porque seguiré aquí.

Cada rincón es testigo de nuestra añoranza,

porque no es fácil disimular que cada encuentro

es como echarle limón a una herida profunda

que aún no sana.

Lamento no poder desligarme,

lamento que no puedas escaparte del brillo de mis ojos

cada vez que tu sonrisa se presenta en dirección a mí.

Lamento que este ardor en mi pecho

lleve tu nombre como único culpable,

porque en el fondo sé

que soy cómplice

y aparezco en la letra pequeña.

Con cuánto engaño estaré cargando,

solo para librarme por un tiempo

de un amor que, tarde o temprano,

volverá a aparecer

más

fuerte

que 

nunca.