12. Mi vida en muerte

86 12 3
                                    

El sonido seco de los libros cayendo le hizo dar un respingo.

— Mierda...

Taehyung suspiró se agachó junto al azabache a recogerlos.

— Tae...

— No pasa nada, solo se te cayeron.

Sí pasaba algo.

Dos meses, sesenta y dos días, doce horas...

Sí, las había estado contando.

Resumiendo. Ya estábamos a escasos días de terminar diciembre, a nada de navidad, y Taehyung... era un alma en pena.

No importa que hiciera Jungkook para intentar alegrarlo; le hizo muchas citas, se amanecieron viendo las estrellas, cantaron y bailaron juntos, cocinaron —bajo la vigilancia de Seokjin— un gran almuerzo para la familia de ambos, que en hora buena se habían vuelto muy cercanos; y no me alcanza el día para terminar de contar todos los planes lindos que se propusieron y cumplieron hacer juntos.

— Amor, —llamó su atención pasando sus brazos por su cintura, dejando un beso en su hombro— vayamos al estanque, quiero darte algo.

Taehyung suspiró. — No deberíamos salir, te estás desvaneciendo...

Si era completamente sincero, quería llorar. Y él sabía que esto iba acabar así.

Con él llorándole al amanecer, pidiéndole al destino solo un poco de piedad por el alma que ama.

— Tae. — Dios. Le habló con tono serio, esto no olía bien. —Te he dicho que estoy bien, te estás haciendo un mundo en la cabeza, por favor.



Kim Taehyung recuerda haber tenido cinco años.

Estaba en el jardín de infantes y su maestra tenía los ojos marrones más lindos que alguna vez vió, y él le decía siempre lo bonitos que eran. Los niños lo odiaban, algo que realmente le afectaba, pero fingía que no, solo por tener más atención de la miss Sulli que los demás. Eran muy envidiosos, le había dicho su mami, pero... ¿Hasta dónde llegaba la envidia y celos de un niño?

Por mucho tiempo había soportado muy bien los insultos, pero los golpes lo cansaban.

— Niño feo, solo te han dado esto — agitó la paleta que la profesora le había regalado en su cara— por pena, no te lo mereces, ¡yo sí!

Otro empujón.

— Sí, te ves feo. — su corazoncito se encogió. — Tus cachetes son muy grandes y tu boca está deforme, seguro por eso tu voz es odiosa.

Ni si quiera lo odiaban solo los niños, las niñas también, y eran las más crueles.

— Estoy de acuerdo con Angie. Taehyung el chino tiene cara de sapo.

Él era coreano...

— ¿Qué creen que están haciendo? — Tal vez era tonto de su parte, pero casi llora de la emoción al escuchar la voz de su salvadora. — No voy a permitir que traten a su compañero así, todos están castigados, al salón de una vez, ¡ya!

Los niños corrieron asustados, la miss Sulli se veía demasiado molesta.

— Tae...

— No era mi intención miss. — Y ahí estaba, el tonto Taehyung. — Ellos no querían hacerlo, por favor no los castigue por mí, ellos-

— He llamado a tú mamá a una reunión, cariño. Lo dejé pasar por ti la primera vez, pero no lo voy a tolerar más, sus papás sabrán de ese comportamiento. — Y él era tan estúpido que se puso a llorar al pensar en los castigos que tendrían sus compañeros. Su maestra le abrazó y arrulló hasta que se calmase. — Te mereces todo lo bueno en esta vida mi niño...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 10, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AFTER DYING ¡KTH+JJK!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora