CAPITULO 8:

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HOY QUISE HACERLES UN REGALITO POR LA ACOGIDA QUE HA TENIDO LA HISTORIA. ME ALEGRA MUCHÍSIMO QUE LES GUSTE. Y GRACIAS ESPECIALMENTE A LAS QUE ME COMENTAN EN CADA CAPITULO. NO DEJEN DE HACERLO, POR FAVOR.

A DISFRUTAR.

PD: ANDREW EN MULTIMEDIA

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A las cinco y media de la mañana, cuando ya empezaba a clarear un poco el día, pudo obtener la respuesta de su amigo Orlando Castrillón, de lo que le había pasado a la joven desmayada a las afueras de su hotel. La había revisado exhaustivamente y cuando salió al pasillo a donde le esperaba, pudo saber toda la verdad.

—Andrew.

Se despegó de la pared donde esperaba, en compañía de Leslie.

— ¿Y bien, Orlando?

—No sé quién es la chica. Pero estaba bastante regular. Está deshidratada y parece que el desmayo fue especialmente por falta de comida. Ya le puse suero y la estabilicé. No creo que tenga que visitar el hospital.

— ¿Entonces hablamos posiblemente de una indigente?—el medico levantó los hombros.

—Puede ser eso. O la chica está en la miseria—enumeró con los dedos—es una inmigrante que logró llegar a Estados Unidos y quedó mal del recorrido y las inclemencias de los coyotes. O tuvo que recorrer muchos kilómetros dentro del país, para terminar así. Necesitará un poco de quietud y que se le de comida lo más pronto posible—afirmó, mirando al interior a donde la chica descansaba entre las sabanas.

— ¿Qué hay de la sangre en su ropa?—dudó antes de hacer la pregunta que más le carcomía el cerebro.

Leslie parecía tener la misma duda que él.

— ¿Fue abusada?—el negó con seriedad.

—No hay señales de abuso. La sangre provenía de sus piernas. Parece que días atrás tuvo unos cortes con algo. Tambien está moreteada en las rodillas como si se hubiese caído. Sea por lo que haya pasado, tuvo suerte de que la ayudaras. Otro poco de tiempo sin ser atendida y habría muerto. En la mesa de noche quedó la hoja con lo que necesitará tomar. Los cortes de los muslos se le infectaron y necesitará antibióticos. Por lo demás está bien. Que descanse y reciba mucha hidratación. Y si no es mucha molestia, una colega, amiga mía, que es enfermera, vendrá durante el día a monitorearla.

—Por supuesto. Y muchas gracias, amigo. ¿Cuánto te debo?—el negó.

—Tómalo como una colaboración a la chica—hizo una pausa—y yo que tú... avisaría a las autoridades. Bien porque se trate de una mujer ilegal o porque ella haya huido de alguien que le dejó las piernas así—le palmoteó el hombro y después de despedirse se perdió en los ascensores.

Sin esperar opinión de Leslie, se adentró en el cuarto, para ver a la chica por si despertaba y podía preguntarle algo antes de partir. La cita de las once fue aplazada un tiempo más, luego de llamar a su hermana para informarle de lo que ocurría. De pie junto a la cama, la miró reposar, con una bolsa de suero colgando de un clavo en la pared, y una vía intravenosa en la mano derecha. Sus cabellos oscuros esparcidos sobre las almohadas y el semblante sereno.

Dormía.

Vio que sus ropas habían sido removidas tambien, y ella estaba cubierta solo por las sabanas. El aire acondicionado le daba de lleno, para refrescarla. Leslie tambien la miró con interés.

— ¿Qué piensas?—lo tuteó.

A veces lo hacía, a veces no.

— ¿Crees que se trate de una inmigrante?

SUITE 405 (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora