[14: Dancing in Christmas]

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Soobin despertó con un centenar de emociones revueltas para sus adentros, la luz del día se cuela por las grandes cortinas y las siluetas de los copos se divisan en el espacio, como partículas flotando en las sombras, cuando revisa la hora en su c...

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Soobin despertó con un centenar de emociones revueltas para sus adentros, la luz del día se cuela por las grandes cortinas y las siluetas de los copos se divisan en el espacio, como partículas flotando en las sombras, cuando revisa la hora en su celular experimenta un vacío al leer la fecha. Las navidades para él no eran sinónimo de momentos agradables tras el fallecimiento su madre, agregando que, incluso ahora que las cosas eran lejanamente iguales a cuando vivió en su época, rememora los acontecimientos de su último veinticuatro de diciembre fuera del espejo.

Entonces, el aparato suena dándole un sobresalto en el colchón, su entrecejo fruncido al percatarse que se trata del contacto de Yeonjun. Atiende con voz ronca a la llamada:

 –¿No mencionaste que era absurdo comunicarnos por teléfono cuando estamos dentro de la mansión y nuestras habitaciones están casi juntas?

–Hola para ti también, yo dormí genial, gracias – resopla con diversión, igualando su ronquera –. Hubiese ido personalmente a darte los buenos días de no ser porque ninguno de nosotros aparentemente se ha salido de las sabanas y está hecho un desastre.

–Gran motivo – reconoce con complicidad, callándose el deseo de verlo recién despertando, porque no olvida lo lindo que se ve su mayor cuando duerme. En su lugar, pregunta con un susurro suave:–. ¿Me llamaste apenas abriste los ojos?

–Eh, tal parece que sí.

–¿Por qué?

Hubo unos pocos segundos sin nada formulado, únicamente se oyen sus respiraciones apasivas del lado opuesto de la línea. Al final es Yeonjun quien relame sus resecos labios para confesar:

–Porque quería oírte y bajar juntos a desayunar.

Soobin se da cuenta que toda la maraña de ansiedad en su cuerpo se va aplacando y una sonrisa sincera se asoma en sus comisuras, agradecido porque sabe que desde primera hora el mayor está considerando su aversión para la fecha.

–Entonces es adecuado que nos levantemos y colguemos el teléfono, Yeonjun-ah.

Lo hacen con un titubeo, ambos sintiendo un cosquilleo de anticipación en lo que van a sus respectivos baños para alistarse velozmente y abrir las puertas a la par.  El más bajo se acerca primero con una sonrisa cordial.

–Buenos días, Soobinssi.

–Buenos días, Yeonjunssi.

–Así que hoy hay mucho por hacer – alarga en su lenta caminata a las escaleras, nota que sus amigos seguramente estaban en el comedor o a punto de bajar, significando que están solos en el tranquilo pasillo; de alguna manera aquello le da un cosquilleo por dentro –. ¿Estás preparado?

 –Lo estoy, si me acompañas en mi inexperiencia – bromea con total sinceridad, su leve intranquilidad surgiendo en lo que pisan los escalones, opacada por su risita temblorosa –. Promételo.

Maze In The Mirror | SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora