En lo profundo de la tierra, mi amor está mintiendo, y debo llorar solo.
-Edgar Allan Poe.
07 de Febrero 2021.
El silencio era impresionante, el viento soplaba por sobre cada lapida de este lugar, y despeinaba mi cabello en el proceso. Hace más de una hora que había llegado y me encontraba sentada en el pasto, frente mi se encontraba la placa con sus nombres pero sin duda alguna en esa pequeña frase. Corta pero significativa
"Siempre en nuestra mente y en nuestro corazón.
Con amor sus hijos.".Pose mi mano en la lápida que ahora se encontraba húmeda por haberla limpiado, un nudo se acentuó en mi garganta. No quería llorar, no hoy, había llorado tanto el pasado año pero ver sus nombres ahora en su lápida lo hacía todo más real.
La primera lágrima bajo por mi mejilla y aterrizó en el poco pasto que había, después le siguieron otras y luego otras. Dolía tanto, no me iba a cansar de decirlo.-Los extraño tanto - Solloce acariciando la lápida -. Yo...ya no puedo
Llore tanto que en algún punto mis lágrimas dejaron de salir y solo quedó la molestia de tener los ojos hinchados por el llanto. Di un largo suspiro y lleve la vista al cielo.
Azul, era un azul tan vivido tan alegre que mi estado de ánimo totalmente no encajaba con este clima. Había visto cientos de películas en las cuales cuando el protagonista estaba triste el clima era sombrío, frío, gris y triste pero al ver el cielo y sentirme insignificante, vacía, sentía que en ningún momento del día el clima haría contraste con mi estado de ánimo.
-Recuerdo el día de tu muerte mamá, ese día tambien había un poco de sol - Murmuré a la nada -. Al igual el día en el que también te fuiste tu papá. Saben, hay días en los cuales al llegar casa grito anunciando mi llegada esperando que ustedes me respondan pero cuando no lo hacen caigo de nuevo en la realidad - Suspire y saque un montón de sobres de la bolsa de mi suéter -. Traje cartas - Informe -.
Y comencé a desdoblar la más reciente de todas, la que había escrito hoy antes de venir aquí, me había costado tanto tomar la decisión de venir pero al final había juntado un poco de valentía y aquí estaba, sentada en el pasto mojado viendo sin parar la lápida con sus nombres y fecha en las cuales habían fallecido.
Todo esto lo volvía todo más real, me hacía darme cuenta que no importaba que hiciera ustedes ya no volverán.-Soy yo de nuevo, hoy e querido ir a visitarlos y una parte de mi me dice que no, que así estoy bien que ir es hacerlo más real. Que es aceptar de una vez por todas que ustedes ya no volverán y aún no estoy lista para ello
<<¿Eso me hace una cobarde mamá? ¿Papá estás decepcionado de mi?
De ser así les pido una disculpa nunca pensé llegar a ser esto, en convertirme en alguien así. Ni yo misma me reconozco cada que me miró a un espejo es como si fuera otra, como si esa que se ve al espejo fuera una total desconocido.Con forme iba avanzando al leerles la carta, nuevas lágrimas llenaron mis ojos y nuevamente el llanto lleno el silencio del solitario cementerio, este era un lugar tan alejado, cargaba con una aura de tristeza y soledad.
Lo único que se escucha era el sonido de mi llanto y el de las hojas de los árboles cada que el viento las mecía.Cerré los ojos permitiéndome imaginarlos aún que solo fuera un momento.
Con forme pasaron las horas pude darme que ya era tarde, así que aún que no quisiera tenía que irme.
Al llegar a casa y no percibir ningún ruido supe que mi sobrina se encontraba con su mamá. Justo ahora me sentía sin ánimos, cansada, vacía así que sin ánimos de nada me recosté en la cama, sentía mis ojos cansados y me permití cerrarlos unos momentos.***
-Cecilia - Se escuchó la voz de mamá llamarme desde el jardín -. Ven a sentarte junto a mi.
Sonreí y camine hasta estar en la vieja mecedora que estaba junto a ella.
-Esta bien no estar bien. - Dijo de manera suave. Con esa característica voz que solo ella tenía -. ¿Sabes que estoy bien? ¿No?
Mi sonrisa flaqueo, y desvíe la mirada al cielo. Se sentía tan bien volver a escuchar su voz, volver a verla, no quería que se fuera tan pronto.
-Yo no estoy bien - admití regresando la mirada a ella -. Los quiero aquí, conmigo.
-Cecilia - pronunció dulcemente -. Siempre estamos aquí - Señaló mi corazón -. Y justo aquí - Apunto ahora mi cabeza -. Mientras tú nos recuerdes tu padre y yo seguiremos con vida. Es momento de seguir, de avanzar, de soltar el dolor.
-No puedo, no puedo - Solloce -. Lo siento tanto.
Pude sentir en el momento que tomo mi mano, pude percibir el calor de esta. Y el llanto se abrió paso.
-Nos duele tanto verte así - Susurro cercas de mi -. Pero ya es momento, debes seguir adelante. Es hora de volver a vivir, sonreír - Al mirarla a los ojos pude ver lo húmedos que se encontraban y entonces me di cuenta, a ella también le dolía, ella también quería estar con nosotros pero lamentablemente este era el ciclo -. Siempre estoy cerca de ti, de ustedes. Esta bien si sigues adelante, nosotros estamos bien si decides volver a vivir.
-Mamá - Suplique en medio del llanto -.
-Esta bien - Sonrió y me dio un abrazo de medio lado -. Solo recuerda, ya es momento de seguir. - Tomo mi cabeza entre sus manos y suavemente dejo un beso en mi frente -. Tienes que seguir.
***
Al abrir los ojos, me di cuenta que todo había sido un sueño, uno donde todo se sintió tan real. El abrazo, el beso, escuchar su voz se había sentido tan bien.
Abrace la almohada, aferrándome a ese breve momento en el que yo sentí a mamá junto a mi.-Voy a estar bien - Asegure y limpie la solitaria lágrima que se deslizaba por el puente de mi nariz -.
Nota de la autora;
Fue algo cortito pero significativo, espero y estén disfrutando de su lectura.
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Cartas al cielo (Bilogía Más Haya De Tu Muerte I)
PoesíaLa muerte... La muerte en si asusta al ser humano, ya sea mediante una perdida o el saber que un día podemos morir nosotros. Ese miedo de que un día ya no estaremos más, de saber que hubo cosas que no hemos hecho y ya no las podremos hacer más. Para...