ENTRE REINOS| KOOKV 💐

El chico de las flores| 3

El pueblo se volvió un desastre con la llegada de los principes Kim al condado, Jungkook había escuchado sobre ellos y la verdad sentía esa sensación de que no les caían bien sin ni siquiera conocerlos.

El Kim que se casaría con el heredero de el condado era el único que tenía buenas vibras, con solo verlo a la distancia cualquiera puede decir que es un omega de corazón frágil a cualquiera le gustaría eso en un omega, pero Jungkook no le agradan las personas que se pueden manipular fácilmente como a el.

El condado Kim nesecita a una luna fuerte, que pueda tomar decisiones sin preocuparse de que pasara después, que no le pese la mano lastimar a los que hacen lo que no es debido; No solo el condado Kim necesita una luna así, todos los reinos la necesitan para poder gobernar con honor.

¿pero quien era jungkook para pensar en esas cosas?.

No es ningún heredero o alguien que en ese momento pueda pensar en casrase con algún omega o beta, solo es un pueblerino que vende flores para poder comer.

De niño solía decir que era hijo de un rey increíble y que su madre, la luna de el reino al que era heredero, era la alfa más hermosa que habían visto sus ojos, pero cada niño inventaba una historia cuando su realidad no es perfecta. Jungkook llegó a pensar con el pasar de los años que esos delirios de ser un heredero solo era su imaginación para no recordar que fue abandonado una noche en la puerta de los que son sus actuales padres.

¿Como alguien puede abandonar a un pequeño dé tres años, en la nieve?

En el transcurso de su vida solo le pasaba eso por la mente.

¿Fue un mal niño y por eso sus padre los abandonaron?

No podía saberlo, pero cuando te acostumbras a que no te importara tu pasado, puedes vivir con ello.

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Luego de que el turno en su pequeño puesto flores terminara, Jungkook se dirijo a su casa para comer la deliciosa comida de su madre y ver si eso podía alegrar un poquito su día.

Cuando eres una persona que trabaja sin descanso, que puedes ser pisoteado fácilmente por no tener dinero y que no tienes amigos con los que desahogarse, la vida puede ser dura y tus días un infierno.

-Ya estás aqui- la hermosa omega que estaba en la entrada de la pequeña casa de Jungkook saludo con alegría.

-Hoy fue un largo día, madre- Jungkook se sentó en los pequeños escalones de la casa.

-Me lo debo imaginar, Soobin, el hijo de los vecinos dijo que el pueblo era un desastre con la llegada de los principes Kim- su madre se sentó a si lado con una pequeña canasta llena de tomate que había cultivado.

-No sé para qué la gente se amontona a verlos si el único que dio la cara fue el que será luna de el condado- dijo Jungkook en voz baja.

-Quizas el otro Kim tiene fobia social y por eso no saludo-

-Es solo un engreído, piensa que porque es un heredero y es rico es superior a todos- Jungkook dijo cada palabra con enojo y a la vez con dolor por como alguien si era un heredero.

-Como el es el heredero si es el pequeño?- pregunto la omega a el alfa si entender nada.

-El es el heredero por que según su padre tiene más carácter que su hermano mayor y lo que un rey necesita es carácter, así que creo que eligió bien- dijo levantándose para entrar a su hogar. -Vienes?- dijo a su madre que se quedó procesando lo que su hijo le había dicho de el reino Kim.

-Si, corazon- la omega se levantó y entro con el alfa. -Prepare la comida que te gusta- volvió a decir dirigiéndose a la mesa de madera de la cosina. -Debes comer mucho, tu celo se acerca pronto y cuando esta cerca te pones más gruñón de la cuenta- destapó la exquisita comida que había en la mesa para su hijo.

-Como sabes que se acerca mi celo?- pregunto el alfa con una pequeña sonrisa en sus labios al ver toda esa comida.

-Soy tu madre, además lo vi en el calendario de tu habitación- la omega río con el alfa por como lo había dicho todo.

-Eres increíble- solo pudo decir volviendo a sonreír. -Espero que no se adelante esta vez, tengo que ir al reino Jeon por la oportunidad de trabajo- volvió a decir comiendo de la deliciosa comida que degustan su boca.

-Cuando es?- pregunto su madre, mientras colocaba más carne en el plato de su hijo.

-Me iré en unos días-

-Jungkook, tu cumpleaños es en unos dias- la omega lo miro a los ojos con temor de que su hijo se fuera y no poder pasar el día de su cumpleaños con el.

-Lo sé, pero también es el cumpleaños de el príncipe perdido y le harán una fiesta como todods los año y en ese evento trabajaré como camarero- dijo tomando las manos de la omega por sobre la mesa. -No es irónico que cumplamos año el mismo dia?- dijo con una sonrisa que desapareció al ver la cara de seriedad de su madre. -hay que verlo como una oportunidad para traer más dinero a la casa, madre-

-No es tu deber, hijo-

-Ya me lo has dicho, pero quero hacerlo- Jungkook sonrió mientras volvía a comer.

Luego de unos minutos en los que Jungkook comía en silencio ante la atenta mirada de su madre, llegó la persona que faltaba en el hogar.

-Como esta la familia más hermosa de el condado Kim- la puerta de la casa fue abierta por el alfa de la casa que había llegado con una gran alegría en su rostro.

-De donde viene tanta felicidad?- pregunto la omega levantándose para ir a recibir a su alfa.

-Es día de cobro cariño- dijo el hombre dándole un beso a su esposa. -Traje regalos para todos- el alfa dejo las bolsas en la mesa para darle un abrazo a su hijo, Jungkook respiro hondo el exquisito olor a pino de su padre que tanto le daba tranquilidad. -Esta es para el segundo hombre de la casa- el hombre le entendió la bolsa.

Jungkook sacó de la bolsa un elegante traje negro con una camisa blanca que hizo que sus ojos dieran destellos en violeta de la alegría.

-Es un traje nuevo- Jungkook murmuró subiendo la mirada a sus padres.

-Se que irás a el castillo de los Jeon a trabajar y quiero que vayas con un gran traje- su padre le sonrió con una gran sonrisa llena de amor.

-Pero debió costarte mucho, padre-

-No pienses en eso, todo lo mío es de ustedes- el alfa le dio un apretón de brazo a su hijo como consuelo.

-Gracias, padre, ya tenía el otro gastado- y literalmente los tenía gastado como toda su ropa pero quien se quejaba.

-Tambien te traje algo, cariño- el hombre saco de su bolsillo de sus jean una hermosa pursela de perlas blancas que había hecho en su trabajo como artesano.

-Que hermosa, me encanta- dijo la omega poniéndose el regalo de su amado. -Gracias- su alfa solo asintió con un sonrisa.

-Cuando estaba de camino vi que hay un hermoso atardecer, que tal si salimos a ver lo hermoso que es- solo termino de decir aquello y todos salieron a ver el atardecer del que había hablado el alfa y si que era hermoso.

-Hace falta algo- dijo la madre de Jungkook levantándose de el asiento colgado con sogas que se encontraba en el pequeño porche. -Un poco de helado no estaría mal- volvió a decir saliendo con un pequeño tarro de helado de fresa.

-Ahora si que es un bello atardecer- dijo Jungkook llamando la atención de sus padres.

-Por el helado?- pregunto la omega.

-No, por la compañía de mis dos personas especiales- termino de decir comiendo de el helado que estaba en las piernas de su madre, mientras aspiraba la mezcla de olores probeniendo de sus padre que lo hacía sentirse en casa.

Mirando el lindo atardecer se podía obtener felicidad y paz.

Y en esos momentos donde compartes un pequeño helado y ves el atardecer con tus seres queridos puede ser lo mejor de el mundo.