CAPÍTULO 24

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—Mmm ¿no crees que se escucha algo a lo lejos?— ladea la cabeza Giyuu curioso.

—No escucho nada ¡tienes un gran oído! — queda impresionado Rengoku —¿te gustaría ir a dormir?—

—No tengo mucho sueño, puedes ir yendo tú Kyo— le propone el azabache al alfa.

—Esta bien yo tampoco tengo mucho sueño, quedémonos aquí amor!— sonríe el rubio sentándose al lado de Tomioka viendo el cielo estrellado.

Se quedaron en completa paz, tomándose de las manos viendo las estrellas, abrazándose hasta que en menos de 10 minutos llega Mitsuri alterada.

—¡¡M-maestro!! ¡Tomioka-san!— para la peligrosa justo delante de ellos intentando tomar aire preocupada y asustada.

—Esas heridas...¿qué pasa?— se levanta en defensiva Giyuu.

—¡¿Un demonio?!— igual levantándose Rengoku se acerca preocupado.

—¡M-miles! ¡Son miles de demonios en el pueblo! ¡Y ese no es el más grande problema!— exclama Kanroji apunto de soltar el llanto.

—Toma aire por favor...¡iré a ayudar!— el pilar de la llama toma su capa y su katana listo para ir a ayudar.

—¡Es muy peligroso! T-tokito...¡acaba de ser asesinado por una luna superior! ¡Todos están peleando con ellos y tratando de erradicar a los demonios del pueblo y evacuar a la gente...¡Iguro!— después de gritar asustada Kanroji se va corriendo a seguir ayudando.

—¡Tengo que ir a ayudar! ¡Giyuu quédate aquí!— apunta a su pareja el rubio viendo que el también toma su katana.

—P-pero tengo que ayudar—dice Tomioka preocupado por todos.

—¡No! ¡Quedate aquí con los niños!—exclama a la defensiva Kyojuro pensando si la luna que hablaba Mitsuri es Akaza.

—P-per- — no termina la oración el azabache pues Kyo lo interrumpe.

—¡NO ES NO!— alterado y desesperado Rengoku le grita y aparte empuja hacia atrás al omega haciendo que se cayera.

El ojiazul en respuesta a eso solo baja la cabeza y se mete a la finca en silencio, Rengoku se va al ver al omega entrar pero en el camino comenzó a sentirse culpable.

—< fui muy duro con él...regresando me voy a disculpar>—piensa triste el rubio recordando como empujo a su pareja.

Kyojuro llega al pueblo y se queda impactado al ver todo el desastre, como si del fin del mundo se tratase...Cazadores muertos, sangre en todos lados, restos de personas por todas partes al igual que cazadores peleando, sus compañeros pilares ayudando a la gente y decapitando a los seres malignos, va más adelante y ve a Mitsuri junto con Iguro e Himejima peleando contra la luna superior uno...Kokushibo y intenta ir a ayudar pero un ser se detiene en frente de él.

—¿donde está Tomioka rubiecito?— pregunta serio el demonio con pelo rojizo.

Kyojuro no responde y se abalanza enojado junto con su katana, dando inicio a una segunda pelea entre ambos.

—¡¿donde están mis cachorros?!— reniega molesto Akaza esquivando y regresando los ataques de Rengoku.

—¿no te contaron? Esos cachorros...tienen un hermoso cabello rubio con los mismos ojos que estas viendo— sonríe orgulloso Kyojuro dándole un fuerte golpe en la cara al contrario.

—¡TU! ¡¡TE VOY A ASESINAR!!— exclama molesto la luna dispuesto a matar al pilar.

Mientras tanto Tomioka yace en su habitación a la defensiva con sus hijos junto a él dispuesto a protegerlos hasta que recordó donde podrían ir para estar más seguros, acercándose a la entrada con un cachorro dentro de su haori en su espalda y otro en su pecho igual acomodado en su ropa lo interceptan.

—¡que alivio! ¡Están bien!— exclama un muy cansado Shinjuro.

—¿a donde iban?— pregunta Senjuro asustado jalando del haori de Tomioka.

—Tengo un escondite tras mi finca, vamos—señala el azabache caminando alrededor de su finca.

—¡que inteligente! ¿Donde está Ky- — no termina la pregunta el más mayor pues alguien lo interrumpe.

—¡¡¡G-giyuu!!! ¡Ayuda!— grita a lo lejos una joven algo lastimada.

—¡Makomo!— se sorprende y preocupa el pelinegro al verla.

La chica llega exhausta y asustada, la recibe Tomioka preocupado pues sabia que porta malas noticias.

—Dime que pasa— dice en seco el ojiazul.

—¡E-es Kyo! ¡Akaza esta apunto de matarlo!— tartamudeando logra soltar con lágrimas el aviso la cazadora.

—Hermano!— empezando a llorar Senjuro.

—Makomo ven— preocupado Tomioka corriendo abre una puerta escondida en el suelo, con unas escaleras que llevan abajo —Quedense aquí, cuidalos por favor, regresaremos— dándole los cachorros al padre de su pareja le ordena a Makomo.

—Si!— decida y captando la orden con su katana se pone a la defensiva dispuesta a proteger a los Rengoku.

—¿de verdad r-regresaran? ¿A-ambos...?— dice con lágrimas en los ojos Senjuro.

—Todo estará bien, tranquilo— le contesta el pelinegro con un nudo en la garganta después volteando a ver a sus cachorros.

—Tú...salvaste a mi hijo una vez... te suplico volverlo a hacer— habla Shinjuro abrazando a los más pequeños y pasando saliva preocupado.

Tomioka al escuchar esto solo asiente y se va lo más rápido que puede, viendo a lo lejos el disturbio del pueblo, llegando busca entre todo el caos a su alfa y logra verlo, diriengose hacia él ve la escena en el que Akaza patea una y otra vez y estrellando al rubio en todos lados, hasta que lo toma del cuello apretando lo más que puede con la intensión de asfixiarlo.

—No...por favor...espera...¡NO LO HAGAS!— con lágrimas en los ojos Giyuu llega y intenta atacarlo pero el demonio lo esquiva.

—Por fin llegas~ — sonriendo Akaza le muestra a Rengoku lastimado aún tomándolo del cuello.

Giyuu se queda paralizado preocupado y asustado pues entiende la amenaza de la luna, si se acerca a atacarlo, mata a Kyojuro así de fácil y sencillo.

—Tu arma al piso— ordena Akaza serio y el azabache lo obedece.

—Sueltalo— temblando le dice después de tirar su katana.

—Se obediente, recuerda que obedeciendo se premia— le dice Akaza riéndose de una forma maliciosa —Tu haori, tu camisa, quitatelos—

Giyuu con la cabeza cabizbaja lo obedece dejando mostrar todo su torso desnudo y en sus hombro la marca de su alfa.

—Perfecto— el rojizo aprieta el cuello del pilar haciendo que se queje, acercándose al omega lo muerde reclamandolo.

—Y-yo...— llorando viendo a Kyojuro, Tomioka suspira y baja la cabeza haciendo que desaparezca la marca del rubio poco a poco entre lágrimas.

—Muy bien, vámonos entonces ¡Kokushibo! Puedes irte ¡gracias!— grita Akaza sonriendo ansioso.

La primer luna se va irritado y aburrido pues para él no fue nada pelear con todos esos pilares. La tercer luna superior lanza al rubio lejos inconsciente, con uno de los cuerpos de los civiles muertos llena de sangre a Giyuu, lo golpea en el cuello dejándolo desmayado, cubre de sangre su haori y su katana que yacían tirados en el piso, igual estratégicamente corta la coleta del pelinegro esparciendo su cabello por sus pertenencias.
Al momento en que entran en la escena los demás pilares se quedan paralizados al ver a Kyojuro tirado y Akaza "devorando" al pelinegro, el demonio les sonríe llevándose al omega, auxilian al rubio y se dan cuenta que el sigue vivo pero todos pensaban en una cosa...

—Kyo... kyo quedará destrozado cuando se entere que Tomioka-san está... — se le hace un nudo en la garganta a Mitsuri y los demás pilares bajan la cabeza tristes por las dos bajas más significativas que tuvieron.

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