𝐈𝐍𝐀𝐆𝐎𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 [𝐒𝐓𝐄𝐃𝐃𝐈𝐄]

𝐗𝐗𝐗𝐈𝐈

¿𝐂𝐚𝐥𝐜𝐮𝐥𝐞́ 𝐦𝐚𝐥 𝐞𝐬𝐭𝐨?
𝐕𝐚𝐲𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐚 𝐥𝐨 𝐛𝐚́𝐬𝐢𝐜𝐨,
𝐎𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐢𝐧𝐨 𝐲 𝐬𝐞 𝐟𝐮𝐞,
𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐯𝐞𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐚𝐬𝐢́.
𝐘 𝐬𝐢 𝐥𝐚 𝐡𝐨𝐧𝐞𝐬𝐭𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐬𝐢𝐠𝐧𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫𝐭𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝..
𝐁𝐮𝐞𝐧𝐨, 𝐞𝐧𝐭𝐨𝐧𝐜𝐞𝐬 𝐚𝐮𝐧 𝐬𝐢𝐠𝐨 𝐞𝐧𝐚𝐦𝐨𝐫𝐚𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐢.

𝐒𝐭𝐢𝐥𝐥
𝐍𝐢𝐚𝐥 𝐇𝐨𝐫𝐚𝐧

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Aquella mañana de lunes Edward despertó sabiendo que algo pasaba con su pequeño hijo, la noche anterior el castaño se había comportado de una manera inquieta, estaba irritable y no había querido cenar. El rizado se detuvo al escuchar la ruidosa respiración del castaño, el cual sollozaba en sus brazos, le pasó una mano por el rostro sintiendo que estaba más cálido de lo normal y volvió a intentar escuchar el sonido agudo que resonaba desde el pecho de su hijo.

- Papá, ¿Puedes llevarnos a urgencias? Algo le pasa a Joseph -

Suplicó el arquitecto al ver que su padre entraba rápidamente a la habitación.

- Claro, estaré en el coche - Dijo rápidamente Murray saliendo del lugar otra vez.

El arquitecto terminó de abrochar los botones del abrigo de su hijo, el cual seguía sollozando ésta vez con más fuerza al verse despojado de los brazos de su padre. Tomó la pequeña mochila en forma de cohete y luego a Joseph, a quien le besó con cariño sus sonrojadas mejillas.

- Ya está 𝑏𝑖𝑐ℎ𝑖𝑡𝑜 ya está... - Susurró saliendo del lugar.

El camino hasta el hospital se hizo más largo de lo que el rizado hubiera deseado, Joseph se revolvía inquieto en su silla mientras sus lágrimas no dejaban de rodar por su pequeño rostro, Eddie se le rompía el corazón verlo así.
Quizás había sido su culpa, aún quedaban rastros de su gripe de hacía unos días, era
de esperar que quizás el pequeño se contagiara.

- Necesito llamar a Steve... - Murmuró mirando de re ojo a su padre.

Murray no apartó sus ojos de la autopista pero afirmó silenciosamente con la cabeza, Edward sacó el móvil y se quedó mirándolo durante unos segundos, marcó y esperó... Uno, dos, tres tonos.

- ¿Sí? - Dijo la voz al otro lado de la línea.

- Steve, estoy en camino con Joseph al hospital...

- ¿¡Qué!? - Sonó asustado.

- Creo... Creo que tiene una gripe o algo, le cuesta respirar y... - Explicó al borde del llanto.

- Avísame cuando lleguen, intentaré estar allá lo más rápido posible -

A través de la ventana del copiloto logró detallar las letras en rojo que anunciaban que habían llegado a la entrada de la sala de urgencias. Hospital que Edward conocía perfectamente, era el mismo donde Steve, Joseph y él habían estado internados hacía más de un año.

Un nudo se instaló en su garganta en el momento en que sacaba a su pequeño del auto y entraba por la puerta del lugar, abrazó más fuerte al castaño contra su pecho mientras sus pasos resonaban por el lugar hasta llegar a la recepción.