En esta ocasión, Bucky se encuentra en su habitación, son apenas las 3 de la tarde, y usualmente él estaría fuera, pero la lluvia es fuerte, y aunque sabe que no se enfermará, no tiene ganas de mojarse. La habitación que le dieron es bonita, tiene una cama muy cómoda y un pequeño sofá acogedor junto a una mesa de madera que le ha sido bastante útil, además, tiene una vista hermosa desde su ventana; la habitación de Steve está al lado, porque el capitán quiere estar atento a cualquier cosa, y porque él se siente más seguro así, no es como si necesitara que alguien cuide de él, pero siempre resulta bonito saber que hay alguien a quien acudir si las cosas se ponen complicadas, y, ¿quién más que Steve podría ser?
Así que solo está echado sobre el sofá sin hacer nada realmente, cuando alguien toca la puerta, solo Steve lo busca allí, así que él no tiene problema en avisar que la puerta está abierta.
—Hace frío, ¿no te parece? —saluda Tony, y evita reír cuando ha visto el gesto de duda en el soldado —te traje un poco de chocolate, está caliente.
Entonces Buck no tiene idea de qué decir o cómo comportarse, porque principalmente en su cabeza no tiene nada de sentido que Anthony Stark sea amable con él.
—¿Qué pasa?, ¿vas a despreciarme? —cuestiona Tony acercándose demasiado a su espacio personal, y ofreciéndole la taza una vez más. —vamos, lo preparé para ti, muñeca.
Buck no puede evitar ponerse tenso: —¿Q.qué?
—Dije —dice Tony con una risilla —que lo preparé para ti, muñeca.
—¿En dónde está Steve? —pregunta lo más serio que es capaz, poniéndose en pie, como si realmente tuviera pensado ir a buscarlo.
—¡Dios!, luces precioso cuando finges estar enojado.
—Yo no finjo —dice él a la defensiva, ganándose una risilla burlona por parte de Tony. Este Bucky era alguien que había tomado al viejo Buck del que Steve le habló y lo había mezclado con el soldado del invierno, y entonces obtuvo esta belleza introvertida, con temor a ser lastimado de nuevo, y sin querer mostrar lo dulce que realmente es. —¿Qué quieres?
—No quiero nada —le dice —hace frío y quise traerte un poco de chocolate caliente, ¿está mal?
—¿Por qué? —cuestiona dudando mucho y comenzando una lluvia de malas respuestas en su cabeza.
—Porque me gusta verte, y casi nunca me das el placer —responde con una sonrisa tan encantadora que Buck no tiene ni idea de dónde ha salido. —Es muy cruel de tu parte desaparecer todo el tiempo, muñeca.
—Deja de llamarme muñeca, no soy una muñeca —pelea, tal vez más con él mismo que con Tony, porque ese apodo lejos de molestarlo, solo lo pone muy nervioso; y Stark no es un tonto, él puede darse cuenta de eso.
—Bucky —dice serio —eres precioso, y una muñequita, no te molestes por eso. Ten —y vuelve a acercar la taza a él —disfrútalo mientras esté caliente.
Buck todavía no sabe cómo sentirse, pero lo cierto es que sí hace frío y ese chocolate no le caería nada mal, además, se supone que Tony hizo las paces hace mucho, no cree que quiera envenenarlo. Así que, él toma la taza de las manos de Tony y se la lleva a la boca, y el chocolate está tan bueno como se imaginó por el agradable olor que despedía desde que Stark había ingresado.
—Si quedas insatisfecho, todavía tengo otra cosa caliente que te puedes comer.
Y Bucky no pudo evitar escupir todo el chocolate que tenía dentro de su boca, sacó a Tony a empujones, mientras él se reía y decía que lo sentía, pero a Buck no le interesaban esas disculpas, él simplemente quería que dejara de ponerlo tan nervioso.
Cierra la puerta en cuanto logra echar a Stark, se siente muy extraño con todo esto, porque realmente ni siquiera sabe o entiende qué demonios fue todo esto.
—Bucky —llama Tony desde el otro lado de la puerta.
—No —dice él sin siquiera darle oportunidad de decir nada. Tony sonríe.
—A nadie le molesta tu presencia en esta torre, mucho menos a mí —explica —no necesitas esconderte ni salir a la calle durante horas, todos estaremos bien si quieres acompañarnos.
Y Buck no dice nada, pero sonríe, no tenía ni idea de cuanta falta le hacía que alguien que no fuera Steve le dijera esas palabras, porque Steve es su mejor amigo, y Steve lo quiere muchísimo, por eso Steve es el menos indicado para notar si él hace a los demás ponerse incómodos.
—Cenamos todos juntos a las siete —continúa —me encantaría que vinieras.
Buck no responde nada, y vuelve a sentarse en su sofá para disfrutar el resto de chocolate que no escupió, Tony tampoco dice otra cosa, y eso está bien para él, porque tantas palabras bonitas pueden abrumarlo un poco. Se dedica a no hacer nada, simplemente tirado en el sofá descansando y sin querer pensar mucho.
Steve lo lleva a hacer un poco de ejercicios por la mañana, y todo lo que tiene que hacer luego, es escapar de la torre o quedarse en su habitación y escabullirse a la cocina cuando sabía que no encontraría a nadie; tiene estos trabajos independientes que hace lejos de los vengadores o del permiso de Steve, pero no suceden todo el tiempo, así que la mayoría del tiempo es como Stark lo dijo, escapar o esconderse.
Cuando se hacen las siete en punto, Bucky decide darse un baño para despejar las ganas que tiene de ir a cenar con todos y ya no hacerlo solo en su habitación, era verdad que Steve había intentado acompañarlo muchas veces, pero Buck sabía lo mucho que le gustaba comer junto a todos ellos, como una gran familia, entonces, él nunca le había permitido quedarse. Lo del baño fue un fracaso, porque no le tomó ni diez minutos, de seguro apenas estarían sirviendo los platos, de seguro todavía podía ir y todos ellos estarían bien con recibirlo. Respiró hondo, porque las cosas todavía eran complicadas para él, y bajó al comedor.
No se dio cuenta que había tardado decidiéndose casi tanto como en el baño, y cuando había bajado, con su pijama de manga larga, el reloj marcaba las 7:25pm. Los vio a todos sentados, comiendo y charlando de lo más felices, y por un momento sintió que no pertenecía, quiso irse, pero su deseo de quedarse era más fuerte.
—¿Puedo? —preguntó sin acercarse demasiado, pero todos escucharon con claridad.
—Sí —respondió Bruce con esa amabilidad que lo caracterizaba —bienvenido, Bucky, siéntate, te traeré un plato.
Y así lo hizo, tomó asiento al lado de Steve y esperó a que Bruce le trajera el plato, se sorprendió de buena forma cuando todos ellos estuvieron de acuerdo con su presencia, e incluso cuando Thor le alcanzó un plato con unos trozos de carne, que él ni siquiera había visto. Eran agradables, ellos, la velada, se sentía amistoso, casi familiar.
—Me preguntaba cuando ibas a querer comer con nosotros —dijo Clint señalándolo —comencé a creer que nos odiabas.
—No, no —corrigió de inmediato, y vio a Clint alzar los hombros hacia Steve, cuando el capitán lo miró mal. —Solo pensé que tal vez no sería bienvenido.
—¿Por qué no?
—Porque podrían sentirse incómodos por, ya saben, las cosas que hice.
Entonces Clint se había comenzado a reír muy fuerte, ganándose malas miradas por parte de Steve y Tony.
—Inocente palomita, no tiene idea de con quienes está —dijo y rio un poco más con el gesto de duda de Buck. —No tienes gente inocente aquí, nadie está en la capacidad de juzgarte. —Luego, había señalado a cada persona en esa mesa —Bruce parece muy amable, pero ha destruido ciudades completas; Natasha tiene tantos o tal vez más números rojos que tú; Tony creó un robot que acabó con una ciudad, asesinó a un montón de gente, y nos dio a un imbécil muy listo volviéndose un villano; Thor es un dios, no creo que pienses que no ha hecho nada malo en su vida; y obviamente Steve no es ningún inocente.
—¿Y qué hay de ti, Barton? —cuestionó Stark con molestia.
Clint alzó los hombros: —Yo soy amigo de ustedes.
Y eso había hecho reír mucho a Buck, tanto como ninguno de ellos lo había visto reír, a excepción de Steve. Y después, la cena se había vuelto mucho más amena, tal vez él podía comer junto a ellos más a menudo.
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Todos quieren a Bucky
FanfictionJames no sabe qué pensar cuando TChalla dice que quiere hacerlo su reina, le parece una locura, aunque los wakandianos amen al lobo blanco; él tampoco sabe cómo reaccionar cuando Stark comienza a hacer esa clase de juego peligroso y sensual, porque...