La sala de eventos exclusiva de Kaiba Corporation fue llenando su capacidad con la llegada de sus invitados que en esa noche se reunirían para llevar a cabo la subasta de antigüedades anual cuyo objetivo era entregar todos los ingresos a hospitales y centros de investigación. Seto Kaiba hizo de este evento una tradición gracias a que su hermanito, Mokuba, sufrió un accidente que requirió de una operación y rehabilitación para que pudiera volver a caminar; siendo conciente de la falta de recursos otorgado por el gobierno a las clínicas e instituciones dedicadas al estudio de diversas enfermedades para su tan ansiada cura, Seto decidió usar su poder como el CEO de su empresa para encontrar la manera de poder apoyar a las personas que en su momento ayudaron a su hermanito y que también podrían ayudar a alguien más.
Como si se tratase de una entrega de premios, a las afueras del recinto había una alfombra roja en dónde todas las celebridades invitadas desfilaban, dándole más publicidad al evento de caridad. Los civiles igual tenían forma de acceder a la gala y conocer a sus ídolos pagando una entrada cuya recaudación también iría al mismo destino, pero para aquellos que no pudieran comprarlo aún podían disfrutar de la pasarela desde la distancia que las vallas de seguridad les permitían.
Cuando el gran anfitrión llegó a la gala acompañado de su hermanito, todas las cámaras se centraron en ellos, iluminando sus rostros con el flash a discreción de la inconmensurable cantidad de fotos que les tomaban. Los hermanos Kaiba portaban una gran elegancia con sus trajes a juego de color blanco con corbata en color zafiro, además de imponer una gran presencia y liderazgo a pesar de la corta edad de ambos.
—Parecemos estrellas de rock —comentó Mokuba a su hermano mientras posaban en la alfombra roja para los medios—. ¿Nos la ponemos?
Seto asintió a la pregunta del menor, colocándose ambos las máscaras con las que estarían durante todo el evento. La temática de ese año era “sombra de los ojos”, todos los invitados tendrían de portar máscaras para ocultar sus identidades, de manera que nadie sabría qué antigüedad compró quién durante la subasta. Las máscaras de ambos también combinaban, siendo estas del mismo color que sus trajes.
Entrando los dos al recinto fueron recibidos por las celebridades que ya se encontraban dentro. Saludar a todos con una sonrisa no era algo que a Seto le gustara, prefería dar un apretón de manos sin gesticular ninguna expresión, dejándole el entusiasmo a Mokuba a quien se le facilitaba interactuar con todos transmitiéndoles su regocijo.
—Son tan diferentes que me cuesta creer que sean hermanos.
—Concéntrate en la misión, maga —reprendió su compañera a través de su auricular .
—Es hechicera y eso es lo que hago. Me dijiste que vigilara a los hermanos mientras tú te enfocabas en el objetivo.
—Y tal parece que lo estás disfrutando.
—Obviamente —dijo para esbozarle una sonrisa al mesero que el entregó una copa de martini—. Deberías hacer lo mismo, desde aquí puedo ver lo tensa que estás.
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Zafiro
FanfictionUna deuda pendiente perseguía a Seto Kaiba quien día y noche trataba de encontrar a la persona que salvó su vida y la de Mokuba. Su única guía eran los ojos azules que lo dejaron embelesado en aquella noche de protección de hace dos años. •◦✦────•◦❪...